Dime Algo Sobre Ti

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Justin. 

Eran pasadas las dos de la mañana, solo los verdaderos amigos quedamos rezagados; contando anécdotas e historias interminables que conectaban a otra y a otra y a una más. Riendo y bromeando, contando y soñando, esperando y anhelando lo que viene en el futuro. Y aunque mi futuro sea incierto, ya nada ni nadie podrá quitarme estos maravillosos momentos que atesoraré por siempre en mi mente y en mi corazón, hermosas memorias de mi juventud, que se siente eterna pero que sé que no durará para siempre. 

Y un para siempre es lo que tal vez ya no tenga con Charlie. Creo que es momento de darme por vencido, dejarla ir y que sea feliz con Joseph, quien ahora tiene un brazo sobre sus hombros mientras ambos ríen por algo que Spencer dijo.

 Charlie se  ha quitado la gorra desde hace horas y juega con su cabello distraídamente, despeinandolo y acomodándolo del lado contrario. Estoy tan concentrado en ella que veo claramente cuando Joseph se inclina para decirle algo, a lo que ella niega con su cabeza, entonces inclina su rostro hacia abajo y lleva sus manos a su cabello para comenzar a peinarlo hacia atrás y amarrarlo con su liga que siempre lleva en la muñeca. Cuando termina, levanta su cabeza y endereza sus hombros, irguiendo tanto su espalda que provoca que Joseph quite el brazo que tenía al rededor de sus hombros. 

Esa acción provoca una pequeña sonrisa en mis hombros, entonces ella lleva su vista hacia mi y me guiña un ojo, sonriéndome. 

Y joder si las señales que me da no son contradictorias.

Charlie. 

Mamá me despertó al rededor de las nueve de la mañana, me dijo que tenía cita en el salón de belleza para prepararme para el baile. Para ser honesta, no sabia que tenia una cita. 

  —Vamos, vamos Charlie, arriba, tenemos que estar ahí temprano, levántate, date una ducha y desayuna un poco. No sabemos cuanto vamos a tardar ahí —  dice mamá mientras abre las cortinas de mis ventanales. 

  — No es como que este tan fea, ma —  le digo mientras ruedo en mi cama intentado tomar valor para ponerme de pie. 

  — Lo se hija, pero no hiciste ni maquillaje ni peinado de prueba así que no sabemos cuanto se tarde Rose en dejarte mas bellisima de lo que ya eres —  mamá deja un beso en mi frente y entonces, como si fuera una bebé,  me levanta de la cama hasta dejarme sentada —  ¡Levántate por favor! 

  — Ya voy. 

Me pongo de pie y voy de inmediato hacia el baño para darme una ducha, porque si lo pensaba por un momento más, volvería a caer en las garras de mi cama y me quedaría dormida.  

El ultimo año los bailes en la escuela estaban siendo con temática, el de bienvenida  fueron los años 20, el de primavera se trato sobre los cuentos de hadas y el de graduación es todo sobre la época victoriana,  pero moderno, o algo así, el punto es que si las chicas queríamos asistir debíamos encontrar y gastar un montón de dinero en un vestido de ese estilo. 

Gracias a Dios mi mamá es una tremenda costurera y ella me ayudo a hacer el mio, conseguimos un corset y mamá lo decoró con unas hermosísimas flores bordadas en color dorado, y la falda de una tela que parece gasa del mismo tono de dorado pero un poco mas mate-no tan brilloso. 

El vestido es hermoso, por lo que el maquillaje y el peinado que complementarían mi vestuario debían de ser perfectos también. 

Estaba muy nerviosa.