Capítulo 4 ☪ "¿Qué significó para ti?"

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MATTEO BALSANO

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MATTEO BALSANO

Seguía con aquella sonrisa triunfante dibujada en el rostro después de dejar a Simón sin palabras para refutarme, demostrándole que todo lo que quiero lo consigo sea como sea, igual que lo hice con su preciada amiga. Tarde o temprano lo obtengo aunque intenten arrebatármelo o la conquista se dificulte más de lo planeado.

Adoraba sentirme con superioridad, más si se trataba de recalcárselo a él. Aumentaba en cierta forma mi ego.

Me dirigía a mi pieza cuando siento mi hombro chocar con el cuerpo de alguien y por consecuencia caer al suelo. Me levanto de inmediato e intento ayudar a la otra persona estirándole una mano.

Para mi gran suerte —nótense el sarcasmo— era Luna con quien había chocado.

¿Nuestros encuentros siempre tenían que ser tan abruptos? Me pregunto. No es que me desagrade su presencia, creo que es todo lo contrario, me encanta tenerla cerca, pero siento que las cosas no volverán a ser iguales después de nuestro beso.

—¡Matteo! —exclamó sorprendida al mirarme— Yo... lo siento, digo, lamento esto. Bueno... es que... —divagó, para finalmente decidir acusarme—, pero tú te me cruzaste. 

Balbuceaba claramente nerviosa aunque se salvó retomando su compostura al final. Debía darle un punto a su favlr.

—¡Increíble, chica delivery! —exclamé ahora yo con diversión— Por primera vez no me dices "chico fresa". ¿Qué pasa ahora? ¿Qué cambio? —pregunto acercándome a ella. La cual reacciono sonrojándose y agachando la cabeza.

No sé si les dije pero me gustaba ver el efecto que tenía en ella cada vez que me acercaba. Ver como sus mejillas se tornaban de un ligero color carmesí tiernamente no tenía precio. Era una de las pocas cosas que disfrutaba a su lado, se veía tan dulce, inocente ante el mundo que la quería devorar viva. Era como tener una hermana menor, de las que quisiera haber tenido pero no tuve la dicha.

—Matteo, creo que muchas cosas cambiaron desde... bueno desde... —dudo así que la interrumpí al ver que no proseguía.

—¿Desde el besó? A eso te refieres. —supuse encorvando las cejas.

—Sí, para mí fue muy extraño, pero extraño del modo lindo. —corrigió, mostrando esa sonrisa característica en ella— Estoy muy confundida con todo esto, entiéndeme.

—Luna, tranquila. Sólo fue un beso, nada más. —respondí con simpleza, no midiendo mis palabras o el sentido que estas tenían hasta que vi su gesto torcerse.

—¿Solo un besó? —repitió cambiando su gesto— Que solo eso significo para ti. —mordí mi labio al tomar conciencia de lo que acababa de decir— A ver, espérate tantito, Matteo. ¿Qué significo para ti ese besó? —coloco ambas manos en su cintura— Y quiero la verdad.

—Ehmm, Luna. No quiero... digo —ahora yo tartamudeaba—, para mí fue, no lo sé.

No tenía las palabras adecuadas para describir una sensación inexistente, porque no había sentido nada. Lo peor es que no deseaba lastimarla, no se lo merecía, precisamente ella no. Entonces cómo hacía para explicarle que no sentí lo que esperaba o al menos lo mismo que ella sintió. Y su mirada fija en mi reacción no ayudaba, ponía mis nervios de punta.

Ella quería escuchar lo que tantas veces le insinué, pero ahora era yo él que no podía seguirle el juego; estaba más que confundido. Rogaba por una escapatoria, un salvavidas o una vida extra.

Evite mirarle los ojos buscando distraerme con las personas que ya abandonaban las tribunas y así buscar un discurso que no implique mentirle, ni mucho menos decirle la verdad. Confuso, lo sé. Pero de pronto, mi visión perdida capturo a lo lejos una escena borrosa que cuando pude distinguir bien a los protagonistas de esta se me contrajo el estómago de repulsión.

Si esta era la escapatoria que desee prefería aceptar la realidad que me tocaba mas no tener que presenciar aquello.

—¿Qué demonios significa eso? —solté exasperado sin meditar que mi compañía esperaba una respuesta.

—¿De qué hablas? —frunció su entrecejo— Matteo, no trates de evitar el tema. Quiero ser clara contigo y con mis sentimientos pero no ayudas. —ruedo los ojos escuchándola parlotear sin cesar.

—Luna, solo cállate y mira para allá. —la agarro por los hombros volteándola de su lugar para que pudiera ver lo que yo veía con desgano.

—No puede ser. —tapo su boca sorprendida— ¿Qué están haciendo ellos dos juntos?

Sabía que algo malo estaría por venir, mi intuición pocas veces fallaba, pero jamás pensé que de esto se tratara. Ellos dos juntos. ¿Qué clase de artimaña era esta? Nunca me lo imagine o pude habérmelo imaginado. 

Espero que esta no sea una de las tantas batallas pérdidas porque yo prometo que será la primera y última que le deje pasar.

➸ ¿Todavía Te Amo? {Mambar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora