➸ ¿Todavía Te Amo? {Mambar}

Capítulo 26 ☪ "¿Y los ganadores son?"

MATTEO BALSANO

Se podía percibir en el aire la incomodidad del momento gracias al comentario de Delfina que comprendo soltó por mera costumbre. Cualquiera que nos viera pensaría que las cosas entre Ámbar y yo se habían solucionado ya que solíamos pelear y arreglarnos tan rápido que la gente a veces se perdía intentando recordar cuando fue nuestra última "ruptura", diría que hasta yo por un ligero instante fantasee con que esto bastaría para regresar todo a la normalidad que venía ansiando recobrar, pero la verdad era que algo se había roto entre los dos y por más que quisiéramos arreglarlo no sería tan fácil como las otras veces. De todas formas, ¿le parecía correcto mencionar a la 'pareja perfecta' en este momento? Justo en este momento después de hace unos instantes habernos partido la boca de un beso. ¿No podía ser más inoportuna?

Al menos corto la tensión con sus ganas de ir al baño que para mí y creo que para todos sólo fue una excusa bastante obvia, pero con tal de librarme de ese incomodo momento me haría el desentendido.

Se disculpó con nosotros y llevó a las chicas con ella, lo cual agradezco porque no tenía nada para decirle a Ámbar ¿Qué le podría decir?

<<¿Sabes qué, Ámbar? Te besé porque me di cuenta que eres todo para mí, porque me di cuenta tarde que esta vida no es vida sin ti. Y no me importa todos los errores que cometimos, yo te esperaré y haré lo que fuera por volverte a tener.>>

Así fuera lo que en verdad sentía y pensaba, me conocía y sabía que no me animaría a decirle semejante declaración, peor si por su orgullo ella me rechazaría a la primera y quedaría en ridículo. Aunque repasando las palabras me doy cuenta que no suena mal, digo, sí para decírselo a Ámbar pero no para tenerlo en cuenta para la letra de alguna canción.

Igual eso era lo de menos, ahora en lo que tengo que concentrarme es en que le podría decir para justificar el beso.

—¿Y ahora que harás? —escuche la voz de mi amigo sacándome de mis cavilaciones con su pregunta.

—¿Qué haré con qué? —respondí, confundido.

—Por favor, Matteo, sabés de qué hablo. —codeo mi estómago para proseguir con voz cansada— ¿Qué harás con Ámbar?

—Eso estaba tratando de pensar. —le respondí devolviéndole el codazo en la misma zona— En realidad quiero buscar alguna excusa para lo del besó. Tal vez le podría decir que sólo fue parte de la coreografía, ¿Qué te parece?

—¿Parte de la coreografía? —agudizo su tono y me miro entrecerrando los ojos como quien dice 'estás loco'— ¡Por dios, Matteo, no digás pavadas! Por fin la besaste y ahora querés retroceder todo lo avanzando metiendo una excusa tan patética.

—¿Todo lo avanzado? Sólo logré que la descalifiquen de la competencia. —contraataque con firmeza— ¿Sabes lo que me debe estar odiando por eso? Tú sabes muy bien lo importante que es para ella la competencia y más aún ganar.