❝Nuestra historia comenzó hace dos años. Fuimos la pareja perfecta ante los ojos de los demás y, aunque les cueste creerlo, yo sí la amé.❞
✏ Primer fanfic publicado de la pareja 'Mambar'.
✏ Nuevos capítulos cada dos días de la semana.
✏ Vers...
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MATTEO BÁLSANO
Desde aquel día en que decidió dejarme, desde ese día en que se fue llevándose parte de mi corazón con ella es que me dejo incompleto, por no decir vació. Por fuera me veo normal, todos me ven como siempre, incluso mejor dicen algunos, pero por dentro estoy destruido. De nuevo me invade esta sensación de pensar que estoy solo a pesar de estar rodeado de personas.
A veces la suelo admirar sin que se dé cuenta, cuando está charlando con sus amigas, en sus terapias o cuando anda junto su nuevo mejor amigo, Simón.
Ardo en celos al verlos juntos no me atreveré a negarlo, la simple cercanía de ellos me saca de quicios, no razono, pierdo mis sentidos y sigo a mis impulsos, pero siempre los contengo frente a ella. No quiero causarle ningún daño o disgusto más así que me desquito con cualquier otra persona, aunque me den ganas de asesinarlo en ese preciso instante sé que ella lo necesita ahora y por esa simple razón su existencia cobra un poco de sentido.
Él la ayudado demasiado durante todo este tiempo de rehabilitación, que no ha sido mucho igual, que a mí me hayan parecido siglos al estar apartado de su lado es distinto. La cosa es que Simón ha estado ahí para ella cuando más lo ha necesitado, y no yo. Y que más quería que poder acompañarla en estos momentos pero no debía, no podía. Ella necesitaba estar alejada de mí y yo lo respetaba. La dejaría ser feliz, la libraría de su pasado para que pueda disfrutar del futuro, aunque no sea uno juntos.
¿Qué si es difícil? Por supuesto.
¿Qué si duele? En el alma.
¿Qué si sirvió de algo? Me duele admitirlo pero sí.
La analizo todos los días y gozo de su tranquilidad, no la he visto llorar, ha cambiado drásticamente su actitud. Se nota que yo solo le hacía mal, sin mí esta mejor y no negare que esta nueva Ámbar, o mejor dicho, la Ámbar que yo siempre logre reconocer, me enamora aún más que antes.
En cuanto a mí, hice todo lo contrario. Sí cambie, pero para mal, no volví a ser el Matteo Balsano de antes, ese cancherito arrogante que le gustaba tener a todas las chicas bajo sus pies. Oh no, ahora era mucho peor. Me he peleado con medio colegio, aunque ellos no me hayan hecho nada, tan solo cruzarse conmigo en un mal día —lo cual era la mayoría de días en que la veía— provocaba que salieran de mi vista con un ojo morado o peor aun desangrándose.
Trato de que todos esos rumores no le lleguen a ella, no sé si lo logro pero al menos lo intento.
En resumen, eso es todo lo que ha pasado en estas semanas conmigo y Ámbar desde que rompimos.
Nuestras vidas han tomado rumbos distintos y nunca más se volverán a cruzar.
—¿Hablando solo? —pregunta mi amigo a un lado y pienso en que no es la primera vez que me encuentra pensando en voz alta, es una nueva manía mía.
