Capítulo 24 ☪ "Finales inesperados"

2.9K 206 12
                                    

MATTEO BALSANO 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MATTEO BALSANO 

Corrían los segundos, los minutos, incluso las horas, y yo seguía dando vueltas en mi cama pensando en todo lo que hice, en todo lo que le dije.

¿Cómo puedo ser tan idiota?

No tenía por qué tratarla mal o ignorarla por más que se lo mereciera. Ignorarla me dolía más a mí que a ella de eso no cabía duda. Mirar sus ojos azules aguarse por mi culpa sólo desgarraba mi corazón y aunque quería abrazarla la conversación de Perla no me lo permitía.
Ella la había intentado lastimar, intencionalmente, por un maldito cupo que pudo haber conseguido de otra manera sin perjudicar a nadie. Sin embargo, había escogido la manera más fácil y limitándose a pensar sólo en ella misma.

¿Era esa la persona que quería a mi lado? Yo quería a la chica que le bastaba con mirarme a los ojos para saber que me encontraba de mal humor, a esa misma que solía besar hasta que los labios me temblaran, la que me acompañaba a gritar por la carretera huyendo de todo y de todos, no a esta chica que ya ni puedo reconocer en su cuerpo.

Trato de descansar un poco pero su recuerdo siempre me invade.

Estiro mi mano para agarrar mi celular que se encontraba debajo de mi almohada, para distraerme, pero solamente me encuentro con la desgracia de que son las dos de la madrugada. Supongo que tengo insomnio nocturno. Dudo mucho poder patinar bien hoy día.

Mierda.

La competencia es hoy. ¿Cómo se me olvidó?

¿En dónde tienes la cabeza Matteo Balsano? Me recrimino. Bueno, eso tenía una clara respuesta: En Ámbar.

Decidí apartar todo tipo de pensamientos que se relacione con ella de mi cabeza para poder descansar, o al menos tratar de hacerlo. Cosa que dudaba sucedería.

Ámbar siempre estuvo, está y estaría rondando en mi cabeza para siempre.

ÁMBAR SMITH

Anoche no pude dormir mucho pensando en toda la situación con Matteo. Por más que quiera apartarlo de mi cabeza no puedo y menos de mi vida. Matteo Balsano conocía muy bien como volverme loca, sabía que ignorándome sólo hacía que me carcomiera la angustia e impotencia, todo a la misma vez.

Lo odiaba. No, lo detestaba por saber cómo poner mi mundo de cabeza.

Sin intenciones de seguir pensando en él baje a desayunar con una mejor actitud que la de antes. Todo era cuestión de mentalizarme en algo que no fuera 'él' y la competencia era una buena distracción. Era preciso enfocarme en ganar.

Luna me saludo cuando me retiraba deseándome suerte, lo cual conteste con una frase muy mía:

"Yo no necesito suerte. La suerte es para los principiantes."

➸ ¿Todavía Te Amo? {Mambar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora