Capítulo 36 ☪ "Mentiras a la vista"

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ÁMBAR SMITH

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ÁMBAR SMITH

Nos encontrábamos a dos días para la gran competencia intercontinental. Nuestro grupo había ensayado muy duro durante toda esta semana pues para mí no era solo una competencia más, esta podía ser una gran oportunidad para mi carrera como patinadora profesional, ya que, Támara me comento que habría un agente de una cadena de patinaje muy importante en la ciudad que estaría buscando una patinadora con buena técnica para su nuevo proyecto, así que tenía que destacar como siempre y obviamente ganar por sobre todo.

Por los constantes ensayos no he tenido mucho tiempo para salir con Matteo lo cual ha generado un corto distanciamiento entre nosotros, pero nada que no se pueda solucionar luego que termine todo esto. Al menos eso creo yo.

Es que últimamente lo encuentro muy distante conmigo, no lo sé quizás es porque los dos estamos ocupados, cada uno tratando con sus propios problemas. Además, sumémosle la fabulosa idea de Támara de poner a Matteo como instructor personal de Lunita para que pueda hacer una presentación personal con el agente, como su grupo no pudo presentarse por falta de integrantes. Por esa razón tenemos un tiempo limitado para vernos porque siempre está con esa chiquita enseñándole algún truco y es que la pobre es tan mala que ni con el mejor patinador puede aprender, pero bueno no negaré que su perseverancia y constancia son actitudes de valorar.

Seguía pensando mientras guiaba mi rumbo a los pasillo del Blake cuando a lo lejos visualice una brillante sonrisa que solo podía tener un dueño. Me acerqué de inmediato para saludarlo.

—Hasta que al fin te encuentro, amor. —mi voz hizo que Matteo volteara a verme— ¿En dónde estabas?

—Hola, Ámbar. —a un lado de él Gastón empezó a parlotear— ¿Cómo te va a vos? Yo bien, gracias por preguntar de todos modos. —hablaba irónico al no haberlo saludado.

—Perdón, no me fije que estabas aquí. —me disculpe con una sonrisa perezosa.

—Bueno, yo mejor me voy y los dejo hablando. —se despidió con un gesto de mano— Nos vemos en el salón.

Al verlo marcharse mi vista se dirigió remotamente hacia la razón por la que me acerque en primer lugar.

—Ahora sí, ¿Me podés responder? Te estuve llamando ayer y no me atendiste. —le reproche recordando todos los llamados que había hecho a su número anoche.

—Estuve ocupado con los entrenamientos de Luna—volqué los ojos. ¿en serio se supone que eso era una excusa que me iba tranquilizar? — y no pude atender, lo siento. —prosiguió sin alterarse su expresión.

—¿Lo siento? —repetí— ¿Es lo único que dirás? Matteo nada te costaba al menos enviar un mensaje, solo uno nada más.

—Ya te dije que no pude en ese momento. —repuso más ofuscado ahora— Encima después se me acabo la batería, recién en la mañana lo pude cargar. —resoplo— Mira no quiero empezar una pelea tan temprano y por una tontería como esta menos. Mejor vamos al salón, no quiero llegar tarde. ¿Me sigues? —pregunto elevando apenas la comisura de sus labios mientras estiraba su mano a la espera de mi respuesta.

➸ ¿Todavía Te Amo? {Mambar}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora