ÁMBAR SMITH
Escucharlo cantar cantar siempre había sido una de mis mayores debilidades. En todo caso, todo lo que se tratara de él siempre habría de ser mi debilidad. Como cuando peleábamos y él solo me cantaba sabiendo que lo perdonaría aunque no se disculpara o cuando simplemente me llamaba sin importar que fuera de madrugada para escuchar la canción que acababa de componer, que era su manera extraña y poco inusual de decirme que la había escrito para mi sin decirlo en realidad. Tan orgulloso y tan poco sensible como siempre.
No pude evitar volver a sentirme débil escuchando su voz y perdiéndome en la melodía de ella. Sabía que estaba llorando, sentía la humedad de las lágrimas rozando mis mejillas acaloradas por la situación, pero estaba totalmente conmocionada y era inevitable no expresarlo llorando. Matteo me estaba cantando una de mis canciones favoritas delante de todos y esta vez no ocultaba que fuera para mí. En ese momento lo último que me importo fue la gente a mi alrededor.
Sí, era consciente de que todos estaban siendo testigos de esta escena pero lo que llegaran a pensar pasó de ser lo primordial en mi vida a quedarse en un segundo plano.
Quería ir corriendo a sus brazos, y sí que me arrepiento de no hacerlo, porque mi única reacción fue salir corriendo.
Fue lo primero que se me ocurrió hacer, quizás lo más cobarde pero necesitaba huir del acto. Huir. Huir por mi vida, huir avergonzada, huir de mis sentimientos, huir de Matteo.
Llegue a la mansión agotada después de haber corrido desde el Roller; mis pies me mataban. Me recosté en uno de los sillones de la sala esperando que mi madrina no me viera en este estado, que no me viera así de frágil. Sé que no recibiría un abrazo de consuelo de su parte sino más bien un reproche y una nueva enseñanza que atormentaría mi cabeza por otros años. Así que prefiriendo evitar todo eso decidí subir a mi habitación, al menos ahí podía llorar sin ser interrumpida por alguien, o al menos eso creía, hasta que luego de darme un baño —que pensé me relajaría y no lo hizo— escuché mi puerta abrirse.
—Ámbar, ¿está todo bien? —apareció Luna asomando la mitad de su cuerpo en mi puerta, dudando en si entrar.
—Luna, te pido por favor que me dejés sola. —me sentía tan mal que no tenía ni fuerzas para echarla.
—Ámbar sé que no somos las mejores amigas pero eso no significa que no podamos hablar, más en estos momentos que necesitas ayuda. —sin permiso alguno se sentó a la orilla de mi cama mientras que yo me apegué al respaldar desconfiando de ella— Neta que puedes confiar en mí.
¿Podía confiar en la persona que me había arrebatado todo hasta entonces? Tal vez sólo la juzgue mal como lo hacían conmigo. Ella no me había quitado nada porque ni siquiera Matteo me había pertenecido. Y si en algo tenía razón, es que ahora necesitaba la ayuda de alguien, aunque sea la de Luna. Sólo necesitaba sentir el calor de una persona reconfortándome, necesitaba sentir un abrazo sincero, de preocupación, y ella no me dio lo que esperaba, sino lo que más necesitaba.
ESTÁS LEYENDO
➸ ¿Todavía Te Amo? {Mambar}
Fanfic❝Nuestra historia comenzó hace dos años. Fuimos la pareja perfecta ante los ojos de los demás y, aunque les cueste creerlo, yo sí la amé.❞ ✏ Primer fanfic publicado de la pareja 'Mambar'. ✏ Nuevos capítulos cada dos días de la semana. ✏ Vers...