Capítulo 22

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-Oye, ya he salido del hospital y aún no hemos ido al parque, ¿podemos ir?

Miré el reloj, sin duda daba tiempo a ir al parque, pero había algo que me inquietaba un poco.

-No sé si será lo mejor.

-¿Cómo que no sabes si será lo mejor? Me prometiste que iríamos cuando saliese del hospital. Riccardo yo amo ese lugar y tú mejor que nadie sabes por qué.

-Ya pero... Si vamos, no jugarás al fútbol -Gabi se cruzó de brazos. Tras unos minutos haciendo pucheros, aceptó. Así que fuimos parloteando alegremente hacia el parque.

Al llegar vimos a unos niños jugando un partido de fútbol y Gabi se quedó embobado viéndolos. Supuse que por su mente un torrente de recuerdos sobre su infancia lo había golpeado. Era difícil crecer.

-No vas a ir a jugar con los niños, te dije que si veníamos no jugaríamos, ¿recuerdas? -Gabi asintió un poco decepcionado y se sentó en un banco. Yo le seguí.

-¿Cuánto tiempo tendré que pagar las consecuencias de Escorpión? ¡No lo aguanto! Echo de menos los entrenamientos, echo de menos los partidos, echo de menos las súper técnicas, echo de menos jugar contigo...

Me daba mucha pena, yo no sé si sería capaz de no jugar al fútbol tanto tiempo. Pero lo primero era lo primero, y en este caso lo primero era su salud. No iba a poner en riesgo su vida tan solo porque me pusiera ojos de corderito, le habían ordenado reposo absoluto, y haría que lo cumpliese.

-Eso te pasa por haberlo usado, sabías de sobra lo que traería consigo después.

-Ya te he dicho por qué lo hice. No quería defraudarte -un deje de pena y arrepentimiento en su voz hizo que se me encogiera el corazón.

-No me habrías defraudado, unas veces se gana y otras se pierde, y yo ahora no tendría tanto miedo -me miró directamente a los ojos.

-¿Tienes miedo?

-Claro que tengo miedo. No quiero perderte.

Apartó la vista y escondió sus ojos tras su flequillo, parecía que se arrepentía de haber utilizado Escorpión.

-Lo siento -dijo apoyando una mano sobre el banco de madera -. Quería dar lo mejor de mí, sin importar lo que costase. Quería ganar para ti.

Apoyé mi mano sobre la suya y nos quedamos así por unos instantes. Algunas personas sonreían ante el acto, a otras les daba igual, pero una minoría nos miraba con mala cara. No entiendo a esa gente, simplemente son gustos diferentes; si a esa persona le gustase el color negro y a mi no, no le miraría con mala cara...

-Quiero ver una sonrisa en tu bonito rostro, ¿sí? ¿Qué tal si vamos por algodón de azúcar? -sin decir palabra se levantó del banco y me tiró fuertemente de la mano para que yo también lo hiciese -.Me tomaré eso como un sí.

~*~

Estoba muy preocupado, Miriam seguía sin aparecer, ¿qué le habría pasado? Había hablado con todas las personas de esta casa y nadie sabía nada.

¡Maldita sea!

Si algo malo le ocurriese a Miriam, yo... yo... no sé lo que haría. Debía relajarme, tenía que tomar una tila y pensar lógicamente. Tenía que haber una explicación.

Podría ser que mis padres le hubieran dado unos días libres porque alguien de su familia estaba enfermo y no me lo hubieran dicho porque Miriam, debido a su naturaleza bondadosa, les había pedido que lo hiciesen para que yo no me preocupara.

Podría der que tuviese que hacer unos recados en otra ciudad.

Podría ser que se hubiera quedado en casa de alguien a pasar el fin de semana.

Podría ser que estuviese enferma y se hubiera quedado en casa unos días.

Había tantas posibilidades... No necesariamente tenía que ser algo grave, seguramente estaba haciendo una montaña de un grano de arena.

Algo más tranquilo bajé las escaleras (aunque seguía teniendo la espinita de la preocupación clavada en el corazón) y me hice una tila sin decirselo a nadie, no me apetecía hablar, ni siquiera para dar una orden tan simple.

Me di una ducha, me puse el pijama y encendí la televisión de mi cuarto para ver alguna película en la televisión, ya que mañana, al ser domingo, no tenía que madrugar.

Cuando me desperté el domigo subí la persiana y puse una mueca. En invierno siempre adoré que nevara, pero detestestaba que lloviera.

~*~

-Señorito, soy Colette. Tiene usted que levantarse.

No, lunes otra vez no, que asco. No quería levantarme, quería quedarme en mi habitación, esperando a que Miriam entrara por la puerta de una vez con una taza de chocolate caliente y una nube encima. Quería ver su sonrisa angelical y que me diera ánimos para empezar un nuevo día. Quería tocarle las mejillas y comprobar que seguía conmigo. Pero Miriam no estaba, y aunque adorararía quedarme calentito en mi cómoda cama, lo que me gustaría no era lo que debía hacer, así que, con gran pesar, me vestí con el uniforme del Raimon y bajé con mi bandolera a desayunar.

-Buenos días padre y madre, quisiera saber un cosa. ¿Saben donde está Miriam? Estoy preocupado.

Mis padres se miraron mutuamente y luego respondió ni madre.

-No, Riccardo, no sabemos nada al respecto. Lo lamento, pero no te preocupes, seguro que está bien.

Me senté insatisfecho con la respuesta y tomé mi desayuno sin ganas. Me sorprendía la indiferencia de mis padres, Miriam había estado con nosotros por tantos años que daba por echo que para ellos también era parte de nuestra familia. Una familia imperfecta y un poco rota, pero nuestra familia al fin y al cabo. Pronto, como era habitual, llegó Gabi a recogerme.

-Tienes cara de pocos amigos. ¿Miriam sigue sin aparecer? -fue lo primero que dijo Gabi al verme, quien sabía lo que estaba aconteciendo ya que se lo había dicho ayer a través de un mensaje.

-Sí...

-Tanquilo... Aparecerá -me dio una palmadita en el hombro y emprendimos nuestro camino hacia el instituto.

~*~

-Bien, hoy practicaremos resistencia, así que, menos Arion, Víctor y Riccardo, corred hasta que yo os diga que paréis -dijo el entrenador Evans.

-¡Eeeeh! ¿Y por qué ellos tres no corren? -se quejó Aitor.

-Porque tengo que hablarles de una super técnica de tres, y ahora, venga a correr.

Nuestros compañeros, menos Gabi, que estaba hablando con las gerenges de a saber qué cosas al lado de la portería, comenzaron a correr.

-¿Cuál es la super técnica? -preguntó Arion con los ojos brillantes.

-Ninguna, me lo he inventado para que los chicos no hiciesen preguntas. Voy a ir directo al grano, sé que sabéis lo de la organización y quiero deciros unas cuantas cosas al respecto.

Pueeees... en el siguiente cap se descubrirán algunas cosillas sobre la organización.

¿Qué creen que le ha pasado a Miriam?

Como se puede apreciar en multimedia, también shippeo a Mark con Axel 7u7 (shippeo a muchas personas del anime).

¡Hasta otra!

Volveremos a jugar juntos al fútbol {TakuRan} [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora