-Diecinueve- ((Tercer capítulo del maratón))
Mi labio ya duele de tanto que he estado mordiéndolo. Mis manos tiemblan y no es por el frío, siento que sudo. Mi boca está seca, mi estomago arde en nerviosismo. ¿Cómo le diré a Harry? Primero, no debo dejar que vea cuan asustada estoy, debo sonar dura, sin emociones, simplemente se lo diré, como si le estuviera contando cualquier historia. Él ya no me asusta.
Ya no me asusta.
Veo la entrada a la mansión y me preparo mentalmente. Debo estar lista para lo siguiente.
Sinceramente, estoy agotada mentalmente, no dejo de preguntarme ¿Qué es lo que le quitaron a los Rusos, que es tan importante para ellos?
Finalmente de pie en la entrada. Odio que el tiempo pase tan rápido. Zayn y Liam me han dicho que no entrarán conmigo, par de cobardes. Al parecer darán una vuelta por la mansión, entrando por alguna otra puerta.
Respiro profundamente y cierro los ojos, muevo mi cabeza hacia los lados, haciendo que mi cuello emita un crujido que me relaja. Todo mi cuerpo está tenso. Y entonces, me atrevo a dar pasos hacia el interior de la mansión.
Parece no haber nadie. Me asusta éste lugar, es tan grande que es difícil encontrar personal dentro. Al menos afuera, veo guardias pasando por todos lados.
Mis tacones suenan en el piso perfectamente limpio, haciendo eco y enviando el sonido por los pasillos. Me acerco a las escaleras y me sujeto de la barandilla para darme valor e impulsarme a subir. Quiero ir lento, necesito ir lento, pero entre antes hable con Harry, antes terminaremos de discutir, y lo único que me apetece ahora es estar tirada en la cama sin hacer absolutamente nada. Lamentablemente, no pudo cumplirme ese capricho.
Demasiado pronto -para mi gusto- llego a la puerta de la habitación.
Por favor que Harry no esté dentro. Por favor que Harry no esté dentro.Por favor que Harry no esté dentro. Por favor...
Abro la puerta y me asomo al interior, todo está justo como lo dejé antes de irme. Mi cuerpo inmediatamente se relaja, no del todo, pues aún tengo que hablar con Harry. Un poco más tranquila, doy pasos seguros dentro de la habitación, y así poder sacarme éste vestido que apenas me deja respirar.
— ¿Qué haces vestida así? ¿A dónde vas?
Me sobre salto al escuchar una voz detrás de mi. Mi corazón se paraliza y cierro mis ojos. Atrapada.
Asumo que acaba de llegar, así que, con naturalidad me giro y levanto una ceja. Luce casual, jeans y sudadera. Hago mi mejor actuación de perra, recordando que aún estoy enojada con él. Le ignoro y me interno en la habitación. Harry sigue mis pasos.
— Te hice una pregunta.— ha llegado detrás mío, pegando su pecho a mi espalda, amenazadoramente.
Le miro a través del espejo.
— En realidad fueron dos.— sonrío con cinismo.
Lo escucho gruñir y me toma del hombro, girándome. Doy un respingo por la impresión pero tomo mi postura de vuelta de inmediato. Evitando que se note cuan nerviosa estoy. Es hora de hablar con él, lo sé, quisiera que no. Estoy en problemas.
— No comiences a retarme, Jeniffer.— suelta muy cerca de mi rostro.
Trago saliva y decido que es mejor que ambos nos calmemos, gritándonos no llegaremos a nada. El ejercicio de las respiraciones me ha funcionado mucho últimamente.
— En realidad... Hay algo que debemos hablar, algo muy serio, Harry. — sueno tranquila, abrazandome a mi misma, buscando el confort que necesito en el momento. Doy tres respiraciones mas, soltando el aire por la boca lentamente. Elevo mi mirada.
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The Devil has an Angel / H.S. (TDIB2)
FanfictionTodo ángel necesita un demonio que le invite un café... -Anónimo. -Yo mato por ti. - dice él. - Yo me mataría por ti. - dice ella. La vida de Jen cambió cuando en aquel callejón conoció al demonio. Cuyo demonio devoró su bondad, convirtién...