-SIETE-
— En cuanto termines con eso me notificas. Nada de errores, revisen el lugar antes de hacer algo.
Harry habla mientras camina por el sendero de piedra, acercándose a mi.
El patio trasero se ha convertido en mi sitio favorito desde que llegué. Es tan tranquilo, tan verde y no hay muchos guardias cerca, me gusta sentarme en el pasto o en una de las hamacas, solo mirando el cielo o el pasto verde y los árboles del bosque.
— Bien. Espero un buen trabajo de tu parte.— terminó la llamada y se hizo un lugar a mi lado para sentarse.
Habían pasado cuatro días desde la emboscada y el paseo en moto. Me deshice de mi teléfono para que TRES no pudiera llamarme nunca más. No hemos recibido sorpresas de su parte y es precisamente eso lo que me tiene intranquila.
Harry pone una mano sobre mi rodilla y me mira.
— ¿Qué piensas?— me pregunta.
Le miro y sonrío cortamente.
— Todo está muy tranquilo.— digo y me encojo de hombros.
Harry suspira y mira hacia el frente.
— ¿No te gusta la tranquilidad? — pregunta sin mirarme. Asiento aunque no se da cuenta de eso.
— Sí, pero por ahora tanta paz me pone nerviosa.
— No voy a permitir que ese idiota te lastime. — dice y vuelve su vista a mi.
Sus ojos me miran atento y sincero, una sonrisa casi invisible se asoma en las comisuras de sus labios y su mano va a mi mejilla acariciándola.
— Harry... ¿Aún no consiguen el anuario?— pregunto. Harry dijo que tardarían un poco pero quiero terminar con esto de una vez.
— Están en eso, es posible que esta misma tarde lo traigan.
Tal como lo dijo Harry, dos horas después el anuario de mi curso llegó a nuestras manos. Estoy nerviosa. Necesito recordarlo, necesito que aparezca en este anuario o terminaré quedándome calva.
— Jen, primero quiero que lo veas tu sola...— Harry llega a mi lado. — Encierra en un circulo a quienes creas que pueden ser TRES y después bajas para analizarlos.— dice y me entrega el anuario. Puedo ver que dentro hay un plumón para marcar a quienes podrían ser.
Asiento, no puedo articular palabra. Me sudan las manos, me tiemblan las piernas. Tiene que estar allí. Antes de salir de la habitación, Harry besa mi frente y me dice que me tome mi tiempo.
Observo el anuario, es de un color rojo muy oscuro con detalles y letras doradas. Doy un suspiro y me siento en la cama poniendo el pesado anuario en mi regazo. Paso las páginas hasta llegar a las fotografías de todos los compañeros. Rostros de chicos y chicas llenan las siguientes páginas. Enfoco mi vista en los chicos. Algunos me parecen conocidos, otros, sin embargo creo no habérmelos encontrado nunca.
Mi cabeza duele, tantos rostros distintos me enloquecen, he visto por ahí a Brandon, me pregunto que es de él. Sigo recorriendo con mi mirada las fotografías de los estudiantes, repaso sus rostros una y otra vez, forzando al máximo mi mente tratando de recordar en dónde los vi, cuantas veces y si alguna vez hablé con ellos. Es mas difícil de lo que pensé. Sabía que iba a costar trabajo, sabía que no iba a ser para nada fácil puesto que ni siquiera recuerdo si le vi el rostro aquella noche. El lugar había estado oscuro y yo estaba tan nerviosa que mi mente se había bloqueado, y he aquí las consecuencias de eso.
No sé cuanto tiempo ha pasado, podrían ser horas. Empiezo a tener hambre pero no quiero ir allá abajo sin algún avance. No he encerrado con plumón a ningún chico y eso me pone de los nervios y molesta conmigo misma. Muerdo mi labio constantemente y tamborileo el plumón entre mis dedos. Doy un suspiro con pesadez y dejo caer mi cabeza dentro del anuario aplastándome la nariz. No sé como es que terminé sentada en el suelo con mi cara metida en un anuario que podría llegar a salvarnos de un idiota con problemas de venganza.
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The Devil has an Angel / H.S. (TDIB2)
Hayran KurguTodo ángel necesita un demonio que le invite un café... -Anónimo. -Yo mato por ti. - dice él. - Yo me mataría por ti. - dice ella. La vida de Jen cambió cuando en aquel callejón conoció al demonio. Cuyo demonio devoró su bondad, convirtién...