The Devil has an Angel / H.S. (TDIB2)

Final Alternativo.

*Lean la nota hasta el final ;) es una sorpresa*

¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Dos años? Quizá más. Las cosas han ido de maravilla, los tiempos cambiaron para nosotros, para bien. Ahora todos nos temen, nos respetan, la policía está vuelta loca por encontrarnos y acabar con nuestro reinado. Nos gusta divertirnos de vez en cuando con ellos, poniéndoles trampas, dándoles pequeñas pistas falsas que siguen desesperadamente sin llegar a nada, los confundimos y hacemos enfadar. Mientras ellos siguen nuestras falsas huellas, nosotros dejamos una marca en otro lugar, y para cuando ellos llegaban nosotros ya estábamos en casa, viendo las noticias y riendo por nuestras travesuras.

— Últimamente despiertas muy temprano.

Escucho una voz ronca y adormilada a mi lado, sonrío mientras giro mi cabeza para mirarlo. Harry deja un corto beso en mi hombro desnudo y me sonríe, con los ojos casi cerrados, acabando de despertar.

— No me da sueño. — me doy la vuelta completamente, quedando cara a cara.

Noto su torso desnudo y los recuerdos de la noche anterior vienen a mi. Muerdo mi labio mientras la sombra de una sonrisa traviesa se asoma.

Completamente consciente de mi accionar y sin poder detenerlo, deslizo mi dedo por su pecho, sobre la tinta de sus tatuajes. Sus ojos siguen curiosos mi recorrido, su pose es cómoda, mantiene el peso de su cabeza con su brazo, y la sábana le cubre desde la cadera hasta las rodillas, mientras que a mí, me cubre por completo, siendo yo la más friolenta tiendo a cubrirme hasta el cuello, a pesar del calor que Harry transmite con su cuerpo al abrazarme, a veces no es suficiente. Puedo darme cuenta de que su respiración se vuelve pesada y atrapa su labio entre sus dientes.

— ¿No te parece muy temprano para esto? — pregunta con un tono enronquecido varios tonos, levantando una ceja con diversión.

Le miro directamente y le dedico una sonrisa cargada de inocencia.

— ¿Para qué? Sólo estoy tocando tus tatuajes. — abanico mis pestañas en su dirección. Una ronca y sensual risa inunda mis oídos, queriendo tirarme sobre él en ese preciso momento, debo controlarme. Lo que necesito en ese momento es besarlo hasta que no quede nada de nosotros, hasta desgastarnos.

—Tú, muy bien sabes como terminará esto. Comienzas "Tocando mis tatuajes" y de un momento a otro estás tocando mi...

Le interrumpo cubriendo su boca con mi mano, mientras intento controlar mi risa nerviosa, mis mejillas están ardiendo y algo de calor invade mi cuerpo.

—Shh... Calla, eso no es verdad. Haces que me sienta como una acosadora o depravada sexual. — río mientras quito mi mano de su boca.

— ¡Eso es justo lo que eres! — se burla.

Golpeo ligeramente su hombro con mi puño mientras aguanto una risa.

— ¡Callate, nunca te vi quejándote! — digo entremedio de una risa descontrolada.

— No me quejo, en realidad me gusta. — me guiña un ojo.

Avergonzada, cubro mi rostro con la sábana, mientras una ligera risa se me escapa.

Sus manos tiran de la sábana, descubriéndome. Doy un suspiro en sorpresa cuando lo noto muy cerca de mi, y siento su respiración en mi rostro.

— ¿Aun te pongo nerviosa?— susurra de manera provocadora, demasiado cerca de mi boca.

Muerdo mis labios, sin poder contenerme más, lo hace, aún lo hace. Su mano recorre mi brazo desnudo, sus dedos están fríos y envía un estremecimiento por todo mi cuerpo. No puedo creer como mi cuerpo responde a su tacto. Sigo volviendome loca cada vez que me mira con las pupilas dilatadas, y una sonrisa perversa en los labios. Mientras se hace camino para tocar mi piel, va retirando la sábana poco a poco de mi cuerpo. Es increíble lo cómoda que me siento ante él, no necesito más que sonreírle un poco para que se abalance sobre mi y me bese con fuerza.