The Devil has an Angel / H.S. (TDIB2)

LO SIENTO.

-Treinta y siete- FINAL 

Mi corazón dolía, sentía mi pecho contraerse, mi cabeza palpitaba incesantemente. 

Harry me había sacado de allí muy pronto, dijo que no debía ver a mi hermano así. Le discutí un poco, pero al final no tenía la fuerza suficiente para seguir y simplemente me rendí. 

— Harry ¿Podemos volver a la otra mansión?— pregunto en tono muy bajo. 

Él me mira, mostrándome una sonrisa triste y asiente. 

—Sí, claro.  

Realmente no quiero regresar a la frialdad de aquella casa, prefiero volver a la antigua mansión, esconderme en la cama y pensar que todo ha sido solo una fea pesadilla. Los chicos han llegado pronto, habían escuchado los disparos y se pusieron alerta, pero Harry les dijo que no entraran, aunque yo no me había dado cuenta que ellos estaban allí, estaba demasiado cegada, ni siquiera podía ver más allá de mis narices. 

Ha encendido el auto y hemos salido de allí tan pronto que no me ha dado tiempo de mirar hacia atrás y observar como sacaban el cuerpo de mi hermano. Pronto, una angustia pesada me agobia, ¿Qué le voy a decir a mi madre? No puedo volver a verla a la cara, no puedo decirle que he fallado, que por mi culpa Robbie... No podré hacerlo, alguien más debe decirle, yo no me atreveré. 

— Harry...— susurro. Su atención está medianamente en mi, y en la carretera. —Crees que...¿Crees que puedes pedirle a alguien que le de la noticia a mi madre? — me siento cobarde, pero estoy emocionalmente agotada, y no seré capaz de decirle nada. 

— ¿Estás segura que quieres que alguien más le de la noticia?— pregunta en tono suave. Le miro un poco avergonzada, y asiento. Suspira. —Oye, sé que es un momento difícil, y que probablemente lo único que quieras sea olvidarte de esto, pero tienes que enfrentarlo, si no lo haces ahora... créeme, en unos años no será agradable. — contó, asiendo una breve pausa, como si lo supiera por haberlo sentido en carne propia.

Quise preguntar, cómo es que él podía saber lo que siento y lo que sentiría al pasar los años, pero me detuve al ver su rostro, su expresión había cambiado drásticamente, parecía incluso que aguantara la respiración por segundos, me mordí la lengua para no agregar nada respecto a eso. 

— Por ahora... creo que solo quiero asimilarlo en silencio. Me vendría bien quizá estar sola. — giro para mirar a través de la ventanilla. El paisaje es blanco.  

— Como tú quieras.— me mira por un segundo, y posa su mano en mi rodilla, dando un ligero apretón, brindándome confianza. 

Hemos llegado a la mansión, no hay nadie, se siente tan sola, debido a que nos deshicimos de nuestros dos más grandes enemigos, no será necesaria tanta gente para cuidarnos. 

He subido inmediatamente las escaleras, mientras Harry decía algo de llamarle a los chicos para saber como están las cosas. No le escuché muy bien, y simplemente fui y me tiré en la cama. 

Se sentía irreal, como si en cualquier momento fuese a despertar de la pesadilla, desearía que lo fuera. 

Minutos más tarde puedo escuchar gritos molestos de parte de Harry. Preguntándome ¿Qué sucede? decido bajar y averiguarlo. 

He limpiado mis lágrimas mientras camino por el pasillo, y he limpiado mi nariz con un pedazo de papel. Bajo cuidadosamente las escaleras, cuando veo a Harry en la entrada, discutiendo con cuatro hombres en posición de descanso, con la cabeza gacha. 

— ¿¡Cómo pudieron permitirlo!? ¡Les dije muy claro! ¡VIGILENLO! ¡Se los dije! ¿O no?— caminaba frente a ellos, con la voz elevada, y el pecho inflado.