-Veintisiete- *NOTICIA IMPORTANTE AL FINAL. POR FAVOR, LEER*
La vuelta a la mansión fue silenciosa.
El ambiente era un poco tenso, sin embargo mis pensamientos estaban en Harry. Doy un suspiro entrecortado y me relajo en el asiento.
Me incorporo cuando noto que nos acercamos a la mansión. Quiero llegar, y hablar con Harry. Espero que no tarde mucho en llegar.
Horas han pasado, y Harry no se ha aparecido por aquí. Empieza a preocuparme al punto de decirle a alguien que lo llame, y me confirmen que está bien y no está haciendo alguna tontería.
Me he dado una ducha para relajar los nervios, he cepillado mis dientes, pensando en el beso atrevido que me dio Doug. Me da un poco de coraje que se haya dignado a hacerlo, y me siento una estúpida por no haberle empujado lejos, pero me tomó desprevenida.
Finalmente, no puedo más. No me apetece dormir hasta saber en dónde está Harry y qué está haciendo. Puedo sonar paranoica, pero después de todo lo que escuchó decir a Doug, no me siento muy bien, y estoy segura que él tampoco.
Me paro al frente de las puertas del balcón, y tiro de las cortinas que las cubren. Quito el seguro de la puerta y salgo al exterior. El frío me golpea fuertemente y el cielo se ilumina con un rayo. Si no me equivoco, es ya 20 de diciembre, y temo que mamá, Richard y Robbie (N.A. Nota al final sobre Robbie) pasen una mala navidad. Debería hablar con Harry respecto a eso, quizá convencerlo de dejar que vallan a un restaurante, y tengan una cena digna de Navidad.
Recargo mis brazos en el barandal del balcón, y miro al cielo, la oscuridad del bosque es sombría, pero impresionante. No me gustaría perderme allí de noche.
Escucho el chillar de la puerta y me giro rápidamente. Desde el balcón noto como Harry entra a la habitación, y puedo distinguirlo a pesar de la oscuridad. Se queda al pie de la puerta cuando nota que estoy fuera. Doy pasos hasta que entro de nuevo a la habitación. Esta se ha enfriado por el viento de afuera.
Me giro para cerrar las puertas del balcón y las cortinas.
— Pensé que dormías. — susurra a mis espaldas.
Niego lentamente, terminando de cerrar correctamente las cortinas. La habitación aun está fría. Me giro hacia él. Ha caminado más dentro de la habitación, y ha dejado la puerta entreabierta. La luz del pasillo fuera de la habitación, nos brinda un poco de luz, además de la luz de la única lámpara que está encendida.
— No podía. No habías llegado.
Me acerco pero incómodamente se aparta. Me detengo en seco. Pasa su mano a su cabeza, rascando su nuca y mirando hacia otro lugar.
— Deberías dormir. — dice con voz ronca. Se aclara la garganta y se da media vuelta. Dispuesto a irse.
— ¿Y tú...?— le detengo.
Se ha detenido, pero me da la espalda. Ni siquiera a girado la cabeza para verme.
— Tengo cosas que hacer. Duerme. — suena distante y sale de la habitación, esta vez, cerrando la puerta.
No puedo evitar sentirme mal. ¿Está lastimado? ¿Vio el beso de Doug? ¿Se siente mal? ¿Cree que tomaré en cuenta la propuesta de Doug? Si es eso lo que teme, debe estar mal de la cabeza. Ni Doug, ni nadie me hará cambiar de parecer. Ni siquiera yo misma puedo cambiar lo que siento, lo intenté cuando me fui, y no resultó. No me puedo engañar, necesito a Harry, tanto, que odio necesitarlo de tal forma.
Me he quedado allí, en el mismo sitio. Abrazándome a mi misma pues el frío aun no se había ido.
Doy un suspiro que se corta breve mente durante el mismo. Arrastro mis pies perezosamente hasta llegar a la cama, entonces me tiro de espaldas.
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The Devil has an Angel / H.S. (TDIB2)
FanfictionTodo ángel necesita un demonio que le invite un café... -Anónimo. -Yo mato por ti. - dice él. - Yo me mataría por ti. - dice ella. La vida de Jen cambió cuando en aquel callejón conoció al demonio. Cuyo demonio devoró su bondad, convirtién...