The Devil has an Angel / H.S. (TDIB2)

DESPEDIDA.

-Veintinueve- 

  — ¿M-mamá? — toco suavemente la puerta de la habitación en la cual están. Dudando si debería entrar o no, prefiero que sea ella quien abra la puerta.

No sé si le agrada la idea de seguirle llamando "mamá" pero me niego a llamarla por su nombre, nunca lo he hecho y no pienso hacerlo ahora.

Debo avisarle ahora mismo sobre el viaje a Egipto (*cambié Escocia por Egipto) incluso he ensayado mis palabras un par de veces antes de reunir valor y venir a hablar con ella. Sé qué le diré, como le diré y hasta las contestaciones a las posibles respuestas de su parte. Tengo las palabras en mi mente, espero que no se enreden en mi lengua.

La puerta se abre tan bruscamente cuando intento golpear otra vez que casi me voy de nariz contra el suelo, ya que iba a recargarme en la puerta.

Harry ha hablado ya con alguien de su mera confianza, y le confirmó que puede encargarse de la situación, así que, debo decirle a mamá que mañana a primera hora partirán en dirección a Egipto. Espero que todo salga bien, solo quiero sacarlos de aquí lo antes posible.

— ¿Qué es lo que quieres?

Ha sido mi madre quien ha abierto la puerta, su tono es tan áspero que raspa mi pecho, haciéndome estremecer. Trago saliva, es aquí cuando olvido lo que vine a hacer.

— Amm... Yo, sé cuánto les gustaría pasar una buena Navidad... Así que— relamo mis labios, su mirada me juzga, su expresión es hostil... me lastima. —, he pensado que merecen pasar tranquilos estas fechas. Sé cuánto te gusta Egipto, también sé que visitarlo ha sido tu sueño, desde que tengo memoria— espero unos segundos, para intentar descifrar su reacción, pero no hace más que elevar una ceja, incrédula. —. Ma-mañana mismo parten a Egipto, apuesto a que pasar una navidad allí les hará olvidar todos estos malditos problemas en los que los involucré. Quiero decir que lo siento, mamá, realmente lo siento, quiero solucionarlo pero no sé cómo hacerlo, y para ser sincera, tampoco sé cómo me dejé meter en esto, pero lo hecho, hecho está, lo único que puedo hacer por ahora es procurar que pasen unas vacaciones fuera de los problemas que me pertenecen a mí. — termino susurrando, sabiendo el verdadero significado de "problemas que me pertenecen a mí."

Pensar en eso ahora, me desvía de lo que tengo que hacer y decir aquí.

Mamá suspira, cansada. Sujeta la puerta y la entrecierra, después de echar un vistazo al interior de la habitación, procurando que nadie note lo que hablamos.

— ¿Por qué haces esto? — susurra. Muerdo mi labio, no parece querer retarme, ni gritarme, ni siquiera parece odiarme como creí. Solo veo dolor en sus ojos, el cual yo le provoqué.

— ¿A qué te refieres? — susurro del mismo modo, respondiendo con otra pregunta.

— A esto, traernos aquí, y después enviarnos lejos. ¿Qué está pasando realmente? Y no digas nada, porque a pesar de pasar la mayor parte del tiempo en una habitación, también nos enteramos de algunas cosas. ¿Has escuchado antes que las paredes hablan? Dímelo Catherine, ¿Por qué ahora quieres que estemos lejos?

Sabía que mamá sospecharía. Ella es una mujer con una habilidad, a la cual yo le llamo "don" de saber cuándo las cosas están mal, y también saber cuándo alguien le está mintiendo. Muerdo mi labio para que no tiemble y me delate. A pesar de saber que ella sabe que le miento, insisto con el cuento de las vacaciones.

— Solo quiero que pasen una Navidad tranquila. — hablo, pero mi voz se quiebra, terminando de darle las razones a mi madre para desconfiar.

Las lágrimas se acumulan en mis ojos, quiero llorar. Esta podría ser la última vez que les vea, todo depende de cómo se desarrolle la guerra con TRES y la Italiana.