Capítulo 40.

2.3K 209 22
                                    

Estacionamos frente a la casa de los Harris y bajamos con dificultades gracias al brujo. Dalton lo arrastra detrás de mí hasta que llamo a la puerta y para, no tan mi sorpresa, Sarah aparece frente a mis ojos, parece preocupada y un poco asustada. Tal vez porque traemos a una persona desconocida con nosotros.

—Entren rápido. —nos apremia y puedo notar lo nerviosa que está en su voz.

Nos adentramos a la gran mansión, nos dirigimos a la sala donde se encuentran los chicos sentados en los sofás, pero cuando nos visualizan se ponen de pie rápidamente y se acercan.

—¿Y éste quién es? —Drake se cruza de brazos y empieza a acercarse al brujo.

—Es un brujo. —respondo sin inmutarme a sus cuestiones. Mis ojos se clavan en cada uno de los chicos y entonces me doy cuenta que los padres de Will no están con nosotros—. ¿Dónde están tus padres, Will?

—Ellos se encuentran en la ciudad, pero ya les avisamos por mensaje lo que dijo Al. —responde mientras observa al prisionero.

Sus últimas palabras retumban en mi mente, activándose como una alarma. ¿Al, desde cuando lo trata así? Y entonces a mi mente vienen escenas donde Will siempre parecía sospechoso con respecto a temas que yo tocaba. Mi ceño se frunce lentamente mientras lo observo. Will siempre lo supo... él siempre supo que nosotros éramos diferentes, que nuestros padres eran diferentes... y no nos lo dijo.

Camino a grandes zancadas hacia Will y lo golpeo contra la pared de cristal. Will siempre se quedaba callado cuando yo mencionaba algo referente a nosotros o en situaciones incomodas. Le pongo mi antebrazo en su garganta con tanta fuerza que el cristal cruje advirtiendo una grieta.

—¿Siempre lo supiste? —mi voz sale alzada y furiosa—. ¡Respóndeme! —le golpeo el rostro con mi codo sin esperar su respuesta.

—Escucha... —él empieza hablar, pero yo le doy otro golpe.

—¿Cuándo pensabas decírnoslo? —le aprieto la garganta con fuerza. Siento una oleada de calor recorrer mi cuerpo y hacer que apriete los dientes mientras sujeto a Will.

—No podía hacerlo. Simplemente no lo entenderían. —responde calmado.

—¡Nos has estado tratando como a unos tontos! —le grito—. ¡Hemos estado viviendo con esto por meses y crees que no lo entenderíamos! Maldita sea, Will.

Alguien me toma por lo brazos y me arrastra con él hasta dejar a Will en paz. Me remuevo furiosa contra el cuerpo de la persona que me está impidiendo romperle la cara a Will Harris.

—Entiéndeme...

—¿Por qué nos ocultaste esto? —me suelto bruscamente de la persona detrás de mí—. Eres un mentiroso. ¿Ustedes lo sabían? —le pregunto a los demás.

—Yo sí lo sabía. —responde Logan detrás de mí y yo me vuelvo en el puesto, le doy una bofetada en el rostro sin previo aviso.

—¿Por qué nos mentiste? ¿Por qué fingiste con nosotros cuando preguntabas qué demonios significaba nuestro tatuaje?

—Al me pidió que no les dijera nada ya que ustedes nunca fueron otra cosa que simplemente mundanos.

El recuerdo de Renai inyectándonos un suero viene a mi mente de golpe.

—Renai. —el nombre sale de mi boca sin mi permiso—. Mamá y Johanna sabían que nosotros éramos diferentes. Ella le pedía a Renai que nos inyectara algo para que olvidáramos que teníamos habilidades.

—Lo siento. —Logan de verdad parece arrepentido, pero yo no digo nada al respecto, sólo le regalo una mirada reprobatoria.

—Theo, si en mis recuerdos, tú puedes manipular el agua. —le digo mientras pienso en todos los sueños que tuve antes, que en realidad no son sueños sino recuerdos.

SOULS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora