Capítulo 12.

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—¡Hola! —saluda una voz conocida e irritante para mí.
¿Qué hace Aranza aquí?

—Hola, Aranza. —la saluda Will.

Me vuelvo hacia ellos. Aranza no me ha visto por eso no me ha insultado. Me doy la vuelta lentamente y empiezo a caminar lejos de allí, dejando solo a Will con ella.

Varios minutos después, me encuentro sola, cansada y abandonada. Estoy sentada en una de las mesas vacías que hay alrededor de la pista de baile. Sarah y Theo aún están en pleno baile, y Will con Aranza están conversando entre ellos en la barra, creo que Will no ha notado mi ausencia. No he vuelto a ver a Drake por más atenta que he estado si es que de verdad lo vi o eran alucinaciones mías. Me quedo sentada por más tiempo, aquí, tratando de no sentirme mal porque ahora estoy sola.

Saco mi celular para revisar la hora y casi se me cae el corazón a los pies, es medianoche. Mis padres en cualquier momento llegarán a casa. Le escribo un texto rápido a Will donde le informo que nos debemos ir. Desde aquí lo puedo ver sacando su móvil y leyendo mi mensaje. Él se vuelve hacia el lugar donde se supone que yo estaría al lado de él.

De: Will H.

<< ¿Dónde estás? >>

Me escribe en respuesta.

Me pongo de pie para dirigirme hacia Will y no me importa que Aranza este allí con él. Camino esquivando a las personas y las otras mesas. Cuando llego, el efecto en Aranza es de inmediato, su expresión sonriente cambia a una seria y ofendida.

—Hola. —saludo. Will levanta la vista para observarme.

—¿Qué haces aquí, estúpida? —me reprocha Aranza—. ¿Quién trajo a una niña aquí?

—Yo. —le dice Will antes de que pueda responderle yo—. Y ya nos vamos.

—Supongo que sí. —se ríe, Aranza.

La ignoro y sigo a Will por la orilla de la pista de baile, pero eso no significa que esté contenta con él después de que me ignoró con Aranza. Will se vuelve hacia mí a medio camino.

—Busquemos a Matt. —me ordena.

Nos internamos en la multitud de cuerpos, pero como Sarah trae un vestido amarillo es inconfundible, están a varias parejas de mí y yo me abro paso a empujones entre esas parejas para llegar hasta mi hermano. Will viene detrás de mí. Cuando llego frente a ellos, les grito porque no creo que me escuchen si les hablo despacio.

—¡Theo! —lo empujo—. ¡Matthew! —él baja la vista hacia mí sin dejar de bailar.

—¿Qué quieres, Doll? —pregunta sonriendo.

Levanto la mano a la altura de sus ojos y le señalo el reloj inexistente de mi muñeca, indicándole que es hora de irnos.

—¿Ya? —me pregunta Sarah con un tono irritado.

—¡Ya! —le confirmo con mala cara.

Will y yo caminamos hacia la entrada a empujones y cuando salimos de Club, el aire fresco besa mi piel y ondea mi cabello. Hay pocas personas enfrente de Darkness, parejas hablando entre ellos y otros grupos de chicos por un lado hablando misteriosamente.

Me giro en busca de Matthew, pero aun no sale, enfoco mi vista en Will que está parado con los brazos cruzados sobre su pecho. Me siento en la grada que nos lleva a la calle adoquinada, agarro mi cabello y lo pongo en mi cuello de lado izquierdo tratando de tapar mi tatuaje indeseado. Escucho a Will silbar.

Debería de haberles dicho sobre mi tatuaje, por lo que me fijé hoy ninguno de ellos lo tiene. ¿Tendría que hacerlo? Me limpio la cara de lo inexistente. Pasan los segundos y Matthew no aparece. Me vuelvo hacia atrás, Will está apoyado en una de las bazas de soporte y capta mi mirada. Me pongo de pie y me acerco a él.

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