Capítulo 58.

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—¡Drake! —exclamo mientras me acerco a él y entonces me doy cuenta que en ningún momento he dejado de caminar o correr como una humana—. Vienen personas. —le informo y dejo de lado mis pensamientos sobre mi humanidad.

—Rayos. —él se vuelve hacia mí y no espera ni un segundo para envolverme en sus brazos. De repente me quedo sin aire y empiezo ahogarme, pero sólo es un segundo porque al instante estoy respirando entrecortadamente.

—¿Qué pasó? —abro los ojos y me doy cuenta de que estamos en mi habitación.

—Nos traslados a tu habitación porque ahí afuera están los hermanos Black. —Drake empieza a caminar hacia la puerta—. Ellos están aquí para ayudarnos.

—Espera... —camino detrás de él y pongo mi mano en la puerta, tratando de impedir su paso—. No sabemos quiénes eran aquellas personas. —digo con el ceño fruncido—. Ellos encontraron a Renai inconsciente y obviamente eso es algo sospechoso, ¿no crees?

—Claro que lo creo, son personas que trabajan para Robert, eso quiere decir que: Lo mero bueno acaba de empezar. —sonríe de lado y yo ruedo los ojos—. Tienes que ponerte calzado. —señala mis pies que están cubiertos sólo por calcetas negras.

Dirijo mi vista hacia la cama y debajo encuentro las Vans que Trice me trajo alguna vez. Camino rápido hacia allá y me las pongo mientras que Drake abre la puerta y los vampiros empiezan a entrar. Me pregunto cómo es que ellos aguantan su sed por la sangre mundana o quizá ellos son vegetarianos. Qué estupidez. Los hermosos hombres hablan con Drake y yo camino hacia ellos para no quedarme atrás.

—Necesitamos que alguien salga de aquí y dé el mensaje a Saints. —dice Drake.

—Jamie. —habla Apolo—. Tienes que ir tú.

—¿Por qué? —pregunta el muchacho con mala cara—. ¿Sólo porque soy menor?

—Sólo que eres el baby de todos nosotros. —le dice Dorian, con una sonrisa coqueta que hasta yo me rio.

—No es momento para discutir. —dice Mike un tanto frustrado—. Jamie, ve tú y no discutas.

—Bien. —él deja escapar un resoplido y asiente.

La puerta se abre de pronto y los cinco vampiros apuntan con sus armas al intruso. Mis ojos se abren como platos cuando miro a Sarah, ella viene con la cara pálida y más alterada que nunca.

—Lo siento. —dice, respirando pesadamente. Los vampiros bajan sus armas y dejan que ella entre a la habitación—. Dios, que susto me diste. —camina rápidamente hacia mí y me abraza.

—Estoy bien. —digo correspondiendo su abrazo.

Sarah se aleja de mí y nos examina a todos.

—Supongo que Drake te rescató. Will es un estúpido, pero sólo deja que me escuche... —mi amiga de verdad parece estar molesta, hasta tal punto que sus nudillos se ponen blancos mientras maldice contra Will.

—Él sólo quería ir por Scar. —le contradigo—. Lo que pasa es que Renai nos encontró...

—Estoy furiosa, Greta. No trates de defenderlo. —ella cierra los ojos y levanta la mano para hacerme callar. Me quedo en silencio para no hacerla reventar con una de sus rabietas—. Bien, ¿qué es lo que hacen todos aquí?

—Vamos a mandar el mensaje a Saints. —le responde Drake.

—Es buena idea. —Sarah asiente con la cabeza y examina a los vampiros, creo que hasta ella puede notar el encanto que éstos hombres son. Niega con la cabeza mientras una sonrisita se cruza por su rostro y luego vuelve hablar—. ¿Y quién irá? Drake tú no puedes dejarnos. —le apunta con el dedo.

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