Capítulo 19.

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A las ocho de la mañana del día siguiente, Louis junto a nosotros, estamos presente en la mansión de Will. El entrenamiento empieza, como siempre, por el clima. Louis y Sarah son los primeros en ponerse en acción.

—¡Me tienes impresionado! —le grita Theo a Louis por encima de los truenos que hay gracias a él.

—¡Matthew! —Sarah se hace la ofendida.

—Tú me enloqueces. —le dice Theo con una sonrisa demasiado comprometedora.

Un rayo cae a varios kilómetros de donde estamos, pero aun así me hace respingar por la impresión. Louis sonríe con autosuficiencia mientras que Drake rueda los ojos con frustración y luego se aleja de ahí. Sarah eleva sus manos e instintivamente una fina lluvia empieza a caer sobre nosotros. Todos nos echamos a correr como niños hasta la galera para no mojarnos.

Will le da unas palmadas en el hombro a Sarah y ésta se las da a Louis. Theo me golpea el estómago de pronto y yo me vuelvo hacia él con el ceño fruncido.

—¿Por qué Drake no te ha hablado? ¿Pasó algo que debería saber, entre ustedes dos? —él me observa con bastante interés.

—¿Yo qué voy a saber? A déjame pensar... —entrecierro los ojos y luego lo miro casi con rabia—. Quizá porque me golpeó. —siseo con veneno—. Y le dije que se mantuviera alejado de mí. —me cruzo de brazos y me obligo a sonreír amablemente.

—Pareces psicópata, querida hermana. —Theo me mira con las cejas alzadas y una mueca extraña en la cara. Lo fulmino con la mirada.

—Chicos, por favor, pueden retirar la lluvia. Todavía tenemos que entrenar a algunos. —Will él me observa rápidamente y luego vuelve la vista hacia Sarah y Louis.

La lluvia se disipa poco a poco, pero las nueves siguen allí. Todos salimos de nuevo al patio y Will arrastra con él un jarrón. Lo observo instintivamente con los ojos como platos.

—Vas a tratar de mover esto. —me dice, su voz es suave.

—Bien. —asiento con la cabeza mientras masajeo mis manos y me preparo mentalmente.

El jarrón está a un metro de distancia. Lo observo cuidadosamente, su color, su altura, su peso, todo en torno a él y trato de moverlo. Increíblemente se eleva a unos centímetros del suelo y se zarandea gracias a mí. Sonrío para mis adentros.

—Más alto. —ordena Will—. Y mírame. —mi subconsciente me advierte que si lo miro a él, el jarrón colapsará. Will habla con los chicos mientras que yo elevo más alto el jarrón y luego vuela alrededor de ellos—. Greta, tienes que dejar de ver el jarrón. Vamos inténtalo. —me apremia.

—Lo sé. —dejo escapar un bufido e intento hacer lo que me pide. Al principio el jarrón está suspendido en el aire y cuando empiezo a alejar la vista de él, empieza a vibrar—. Vamos. —miro a los chicos y el jarrón cae al césped.

—Intentémoslo de nuevo. —dice Will, optimista.

Conforme pasa la mañana, sólo levito el jarrón por el aire y hago que circule por todo el jardín aunque intente dejar de verlo aún no puedo hacer que levite fuera de mi vista. Sarah y Louis hablan entre ellos mientras que Theo y Drake están en la esquina observando mi avance. Will está parado frente a mí y me examina cuidadosamente con sus ojos azules.

—Ya me cansé. —le digo en voz baja. Y es cierto, mi cabeza empieza a doler y mi estómago gruñe de hambre.

—Está bien, continuaremos después del almuerzo. —me sonríe.

Will anuncia que almorzaremos y todos le seguimos. Mi hermano le pasa un brazo por encima de los hombros a Sarah y le da un beso rápido. Drake camina detrás de Will sin expresión alguna, ni siquiera me ha saludado. Louis se acerca a mí y me da un leve golpe en el hombro.

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