Capítulo 3: Un tropiezo

2.8K 172 7
                                    

/Raissa/

Estaba en el centro desde muy temprano, intentaba huir y me había dado cuenta que mis mejores tacones no servían para hacerlo, me arrepentía de traerlos.
Caminé entre la gente con un paso apurado, pues si notaban mi ausencia irían a buscarme.
Todo iba bien hasta que vi venir a toda velocidad una persona quien chocó contra mí lanzandome al suelo.
Cuando levanté la mirada vi al chico apenado mirandome.
-¡Lo siento!- dijo alterado.
Sólo logré soltar un quejido de dolor.
Sí, traer esas zapatillas no había sido mi mejor idea, me dolía el tobillo y el chico lo había notado.
-¿Te duele algo?-me preguntó.
Sólo asentí.
-Me llamo Charles Xavier-dijo el chico ayudándome a levantar.
-Soy Raissa Markman-sonreí al ver su intensa mirada y olvidando por un momento que él fue quien me arrojó al suelo.
Al pararme por completo me aseguré de lo que temía, mi tobillo estaba lastimado, pero no quería que él lo notará pues ya quería irme lejos de ahí.
-¿Ya estás mejor?- preguntó aún avergonzado.
Le dije que sí pero cuando intenté dar un paso me tropecé e iba a caer de nuevo pero sus brazos me sostuvieron fuerte por la cintura.
-No estás bien-dijo más para sí mismo. -Vamos, te llevaré a casa- me sostuvo más firme y se dispuso a caminar pero se detuvo confundido y me miró preguntando: -¿En donde vives?- y ése, era el problema.
-Yo...-no supe como decirle que estaba huyendo de casa y que no quería volver ahí.
Me miro y llevo sus dedos a su cabeza en señal de preocupación, se quedó unos segundos analizandome.
No sé si mi mirada reflejaba todo pero el chico supo acertadamente que huía de casa y me dijo: -No te preocupes, mi hotel queda a unas calles, puedes descansar ahí- yo asentí nerviosa, no tenía de otra pues si me quedaba ahí tendría que regresar a casa y a ese horrible trabajo en el que mis padres adoptivos me tenían. Debía de escapar de eso pero no podía caminar sola y no me quedaba mas que ocultarme con aquel hombre extraño, por eso accedí a su propuesta.
Y así es como terminé caminando junto a él con dificultad, pero paramos en cuanto nos topamos con un chico alto, rubio y con una mirada fría, en la mano llevaba dos bolsas de pan. Nos examinaba detenidamente y pronto su mirada se volvió divertida.
-¡Charles, te dejo un segundo en la calle y ya consigues una chica, creí que eso sólo lo hacías por las noches!- mostró una sonrisa y no dejaba de ver la manera en la que me sostenía por la cintura.
-Tenemos que ir al hotel-dijo el tal Charles serio y al decir esto el otro chico levantó una ceja dando a entender que había mal interpretado lo que el castaño había dicho.-Por cierto Erik, no es lo que tu crees-soltó esta vez divertido.
Yo me sentía invisible mientras estos dos estaban bromeando.
El rubio se encogió de hombros y los tres comenzamos a caminar rumbo a su hotel.
-Por cierto Charles, te traje tu dona-dijo tendiendole una bolsa que traía en manos.
Decidí ignorarlos hasta que llegamos a su habitación en el tan ansiado hotel.
Me senté en la sala del gran cuarto mientras el chico se dirigió al baño en busca de algo que me quitará el dolor.
El otro, Erik creo, se sentó frente a mi observandome.

Voten y/o comenten

X-Men: Un Camino Diferente {Charles Xavier}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora