Capítulo 5: Viaje

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/Raissa/

Desperté confundida y cuando vi la hora comprendí que había dormido un día entero. Me levanté rápido un poco asustada recordando lo que había pasado, la primera pregunta que surgió en mi mente fue: -¿Por qué hay una lechuga junto a mi cama?- y me encontraba mirando curiosa el mueble junto a mí.
Me asusté al oír unas risas en la sala de al lado.
Caminé hacia la puerta notando que mi tobillo se encontraba mejor. Al abrir la puerta y salir me encontré con que Charles empacaba sus cosas y el otro chico lo miraba divertido.
-Buenos días Raissa- dijo Charles al notar mi presencia.
-Buenos días Charles le sonreí y me senté en uno de los sillones.
Me limité a seguir viendo como guardaba sus cosas con rapidez.
-Sí, buenos días Erik-dijo algo ofendido el otro chico.
Me escogí de hombros y le dije: - Lo siento, no sabía tu nombre- y sonreí divertida.
Se levantó y se paró frente a mi.
-Soy Erik Lehnsherr- me tendió la mano.
-Yo Raissa Markman- dije aceptando su mano. -¿Por qué está empacando?- le pregunté señalando a Charles.
-Porque ya quiere irse de aquí-Soltó una risa. -Digamos que ayer no le fue bien con una chica y le avergüenza encontrarsela por ahí- término de decir.
-No es eso Erik- dijo Charles a lo lejos.
El rubio levantó una ceja.
-Sólo quiero ir a otro lugar- dijo desinteresado el castaño.
Yo solté una risita y los dos me miraron curiosos.
-¿Puedo ir con ustedes?-pregunté esperanzada, no tenia nada que perder y si quería irme lejos como planeaba ellos eran mi boleto de salida.
-Claro que no-dijo Erik.
-Claro que sí- dijo Charles y miró de mala gana a su amigo.
-Bueno si- dijo finalmente Erik.
Yo salte de la alegría y abracé a Erik emocionada, él se quedó confundido en su lugar.
Charles insistió en que teníamos que empacar pues esa misma tarde nos iríamos, cuando él terminó de hacerlo, salió a comprar unas cosas y al regresar me entregó una bolsa que cuando la abrí tenía ropa para mí.
Le agradecí y lo abracé para luego irme a bañar y cambiar, cuando terminé de arreglarme guarde mis cosas y estaba lista para ir con ellos.

Al caer la tarde los tres nos dirigimos al aeropuerto más cercano y al llegar un avión privado nos esperaba.
Yo miraba impresionada, a estos hombres sí que les gustaba darse lujos y cuando entré me maravillé aún más, el interior del avión era increíble, tenía todo lo que alguna vez imaginé.
-¿Te gusta?- me preguntó Charles llegando junto a mí con una gran sonrisa.
Asentí eufóricamente, él se limitó a reír.
Unos minutos después nos encontrábamos en nuestros asientos listos para despegar.
Al inicio el viaje era callado y yo decidí romper el silencio.
-¿A dónde vamos?- pregunté curiosa.
Los dos se miraron y después de encogieron de hombros.
-No lo sé, ¿a dónde quieres ir?- Erik preguntó dirigiéndome una intensa mirada, eso me incomodó un poco y me encogí de hombros.
Charles sacó un mapa que tenía por ahí, cuando lo abrió vi que tenía muchos lugares tachados.
-Los lugares que están marcados es a donde ya hemos ido. Lo dejaremos a la suerte señaló Charles y sacó una moneda, miró con atención el mapa, giró la moneda en el aire y cuando ésta calló en su mano él sonrió. -Sé a donde iremos- dijo y después se dirigió a la cabina principal.
Erik y yo sólo nos miramos.

Durante todo el viaje Charles no quiso decirnos a donde íbamos y por un segundo me pregunté como era que me atrevía a viajar con un par de extraños como si los conociera desde siempre, eso me hacía pensar que pronto tendría que dejarlos.
Hablábamos entre nosotros con mucha confianza y ellos me contaron cosas a cerca de sus vidas, que les gustaba viajar muy seguido y divertirse sin preocupación alguna.
Erik contaba las anécdotas de como la pasaban en la noche con las chicas y como lo había pasado Charles la noche anterior, yo me encontraba riendo al escuchar todo eso y el castaño nos veía algo avergonzado.
Me la estaba pasando bien hasta que me tocó contar mi vida a mí. Les dije que mis padres adoptivos sólo me utilizaban y por eso quería huir de ahí. Les conté también que no sabía nada de mis padres verdaderos o hermano y lo único que no les mencioné fue que la última vez que los vi fue cuando era chica y habían descubierto que mi hermano era un mutante, ese tema ni yo sabía como explicárselos y mucho menos sabía como iban a reaccionar.
Ambos me miraban atentos y Erik como siempre con su fría mirada.
-Espero que estén listos para el frío- dijo Charles finalmente y minutos después aterrizamos.

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X-Men: Un Camino Diferente {Charles Xavier}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora