X-Men: Un Camino Diferente {Charles Xavier}

Capítulo 7: Bebidas

/Raissa/

Me encontraba frente al espejo, Charles nos había dicho que teníamos que arreglarnos para ir al lugar del que Erik nos había hablado y yo aún no sabía que ponerme.
Había comprado mucha ropa, maquillaje, algunos accesorios, otro par de zapatos y un par de vestidos e incluso aquel plateado que me probé, no sabía aún que elegir.
Salí de mi cuarto y fui directo al de Charles, toque la puerta y escuché que podía pasar así que lo hice.
Me detuve un instante al ver como iba de un lado al otro arreglandose y cabe mencionar que no llevaba puesta una camisa, intenté fijar mi mirada en otra parte y no en su torso desnudo, pero me sonrojé de todas formas.
Volteo a mirarme divertido al notar lo que hacía.
-¿Qué ocurre cariño?- me preguntó acercándose demasiado.
-No sé que ponerme- solté mirándolo a los ojos.
-Ponte un vestido, el que sea menos el que te probaste- dijo y lo miré extrañada. -Ese lo guardaremos para una ocación especial- finalizó y me parecía una excelente idea.
-Gracias Charles-dije, me acerqué a besarle la mejilla y me fui dejándolo sin palabras.
Cuando pasé por la sala vi a Erik de reojo, me miraba curioso y supongo que se preguntaba por qué salía del cuarto de su amigo.
-¿Ya estás lista?- me pregunto con un toque de gracia.
Me giré hacia él para verlo completamente y me arrepentí en cuanto lo hice pues el tampoco llevaba una camisa puesta.
Me sonrojé por segunda vez.
-Ya casi- solté y salí disparada hacia mi cuarto, el chico se quedó riendo a mis espaldas pues había visto mi coloración.
Entré rápidamente e hice lo que Charles me había dicho, me maquillé un poco y arreglé mi cabello, en menos de diez minutos ya estaba lista.
Salí y vi que me esperaban junto a la puerta, ambos sonrieron cuando me vieron.
Charles me ofreció su brazo para acompañarme y yo no me negué.

Estábamos justo afuera de un lujoso bar del que nos había hablado Erik.
-Bueno Charles hay que iniciar nuestra rutina- rió su amigo y le indicó que entrara primero. -Descuida, yo me quedaré con Raissa- continuó y me lanzó una mirada.
El castaño se encogió de hombros y entró.
-Ahora verás lo que Charles más sabe hacer- me dijo mientras entrábamos y nos sentábamos en una mesa al fondo del lugar. -Búscalo- me dijo al oído.
Mi mirada recorría el lugar en busca de aquel chico de ojos azules y se detuvo en cuanto lo vi sosteniendo una bebida junto a una chica con un escote muy pronunciado.
Miré atenta la escena por unos minutos, ni siquiera había notado que Erik ya habia pedido nuestras bebidas.
El castaño hablaba, la chica le sonrió y luego ambos se dirigieron a un lugar más apartado.
Yo reí.
-Creí que no iba a lograrlo-dije.
-Pues déjame decirte que Charles es el maestro
-¿Como lo hace?- pregunté intrigada.
-Lo mismo me pregunto Raissa.

Llevábamos minutos riendo y bebiendo hasta que Charles apareció frente a nosotros con una sonrisa y después tomó asiento.
-¿Listos para probar por lo que venimos?-nos preguntó Erik ansioso.
Nosotros asentimos y él pidió las bebidas, poco después llegaron.
-¡Brindemos!- dijo entregándonos nuestras bebidas.
-¡Por nuestra nueva amiga!- dijo Charles con su mano en alto.
-¡Por la diversión!- dijo Erik.
-¡Por las aventuras!- finalizé y los tres bebimos.
-Tienes razón, el mejor Vodka que he probado- dijo el castaño.

Las siguientes horas las pasamos juntos riendo intensamente ya que Charles y Erik se habían retado para ver quien conseguía más besos con chicas, yo los contaba claro.
-Y el ganador es.....Charles- dije divertida una vez acabada la ronda.
-No me sorprende- bufó el rubio.
Las risas continuaban.
-Me gusta tu cabello castaño Raissa- dijo Charles acercándose a mi. -¿Sabes cuál es el gen mutante que causa su coloración- dijo acariciando mi cabello.
-No te dejes engañar Raissa, está usando su técnica para seducir- dijo Erik divertido.
-Shhh, no lo arruines amigo- dijo Charles y eso causó que yo riera.
-Bien, me toca conseguir a alguien- dije decidida y después tome mi bebida hasta el fondo.
Ambos me miraron confundidos.
-¿Algún consejo Charles?-lo miré.
-Emm....
-¿Qué pasa amigo?-le dijo con gracia Erik.
No esperé más y me levanté dirigiéndome a la barra, me senté y pedí la bebida más exótica que había, aquello causó que varios hombres me miraran fascinados.
Vi que uno en especial me miraba, no se encontraba muy lejos.
Comencé a jugar con su atención.
Tomé mi bebida y le dí un largo sorbo mientras le lanzaba una intensa mirada, segundos después él me imitó. Crucé mi pierna provocándole, el seguía cada uno de mis movimientos. Lo analicé por unos segundos, no estaba mal, era muy guapo, alto, rubio, fuerte y con ojos color miel.
Si, él es el indicado.
Le sonreí seductoramente y luego le di la espalda, segundos después pasó justo lo que quería y ya se encontraba junto a mí con una sonrisa.
-Planeaba ya irme y justo después te vi- dijo mirandome.
-No te estoy deteniendo- sonreí inocentemente.
-Lo sé pero no quiero irme sin antes tener una charla contigo- declaró.
-Si tienes suerte podrías tener algo más que eso- guiñe un ojo.
Platicamos tan sólo dos minutos más y dijo: -Es hora de irme-
Tenía que hacerlo ahora o perdería la oportunidad así que asentí, mire de reojo a Charles y Erik quienes se encontraban muy atentos.
Cuando el chico estuvo dispuesto a levantarse e irse, yo le sonreí una vez más luego tome con delicadeza su corbata y lo atraje hacia mi para besarlo.
-Nos vemos- le dije separándome de él y luego lo dejé solo mientras caminaba hacia mis amigos.
Erik se veia divertido y orgulloso, Charles no tanto.

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