Capítulo 31: Tiempo

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/Raissa/

Todo iba increíble en la escuela.
Me gustaba ver como mis amigos impartirán clases.
Yo me había vuelto algo así como la consejera ya que muchos de los chicos me habían agarrado confianza y me usaban de intermediaria entre Charles quien les daba mucho miedo.

La carga de trabajo para todos se había detenido un poco pues ya se acercaban las primeras vacaciones. Faltaban un par de semanas pero ya todo estaba tranquilo.

Raven había dicho que quería llevarlos a acampar en aquel descanso escolar. Como todos accedimos comenzamos a planearlo.

Mientras tanto yo había pasado mucho tiempo entrenando y con Charles claro.

Me encontraba en el área boscosa del lugar. Traía la pulsera que Hank me había regalado. Intentaba hacer un nuevo truco.

Cuando subí a mi artefacto volé esquivando los árboles.
Aumente la velocidad y la altura.
Charles me había dicho que no lo hiciera pero justo ahora estaba ocupado y yo quería divertirme un poco.

Al aterrizar me encontré con Erik. Se veía divertido al mirarme.
-Hola- dije acercandome.
-Hola- hubo un largo silencio. -¿Quieres salir a comer o algo?- soltó de la nada.
Yo lo miré extrañada.
-¿Hay algo en especial?
-No, es solo que yo no hago nada aquí y sé que tú tampoco- me quejé cuando dijo aquello de mi. Él rió. -Vamos, estoy aburrido- insistió.
Puso una clase de mueca para convencerme.
-De acuerdo- accedí.

Ambos habíamos salido sin avisarle a nadie.
Planeábamos perder el tiempo.

Erik tomó el tan apreciado auto de Charles y nos dirigimos a un buen lugar para comer que no estaba muy lejos de ahí.

Llegamos y al entrar vi que eran un lugar muy agradable.
Había una a mesas a la izquierda y una gran barra a la derecha.
Erik se adelantó como un niño pequeño y se sentó en un banco encargándose en la barra.
Yo lo mire divertida y me acerqué cuando me indicó que tomara asiento a su lado.
Tardamos unos minutos en ordenar lo que queríamos.

-Ya casi no pasamos tiempo juntos- dijo con un tono de nostalgia.
-Lo sé amigo, tengo muchas cosas que hacer
-¿Como encerrarte con Charles en su oficina o en su cuarto por horas?- preguntó levantando una ceja.
-No hacemos eso- me defendí.
-Si como digas, apuesto a que hay acción todos los días- continuó insinuando.
-De hecho no, aún no hay "acción" entre nosotros- dije mirándolo divertida.
-¿Enserio?- yo asentí. -Son unos cursis- rodó los ojos.
-No, tú estas loco y sólo piensas en sexo
-No es eso nena, yo ya quiero que tengan descendencia, ya sabes, sería divertido ver mini telépatas por toda la casa- dijo mirándome.
Ambos reímos al imaginarlo.
-No había pensado aún en tener hijos- me quedé por unos segundos procesando la idea.
-Deberían tener algunos, estaría bien cinco o seis...
Yo abrí los ojos como platos y el soltó una sonora carcajada.

Nuestros platillos habían llegado y nos encontrábamos disfrutándolos.
El momento era agradable. Había olvidado lo divertido que era estar con él.
Al terminar pagó la cuenta y volvimos a la mansión.

Bajé del auto e iba subiendo las escaleras de la entrada principal cuando de pronto fui casi golpeada con una pelota.
Miré quienes eran los causantes y resultó ser Alex y mi hermano.
Últimamente los dos se la pasaban juntos porque se llevaban bien.
El problema es que eran un desastre.
Los chicos de la escuela los llamaban "Los Alex" y casi siempre se iban a divertir con ellos son importar que también eran sus maestros.

Los miré con odio por el casi golpe que me dan.
Ellos sólo saludaron con una sonrisa.
Los ignore y entré directo a la sala.

X-Men: Un Camino Diferente {Charles Xavier}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora