X-Men: Un Camino Diferente {Charles Xavier}

Capítulo 28: Personal

/Charles/

En la mañana todos se encontraban desayunando, cuando entré me miraron y hubo un silencio.
-Si- fue lo único que dije y todos saltaron de alegría e inmediatamente agradecieron a Rassy quien venía detrás mío.
-¡Abrazo grupal!- dijo Raven levantándose y abrazando a Hank, Erik y a mi.
Erik intentó escapar pero no lo dejé.
Mientras tanto Alex y Sean abrazaba a mi chica.
Yo reia por tanto amor en el ambiente.

Cuando todos se callaron volvieron a sus asientos.
-¡Bien, si queremos hacer que esto funcione, debemos empezar a trabajar ya!- dije motivándolos un poco.
-¿Qué hacemos primero?- preguntó Alex.
-El personal, es muy importante y tenemos que conseguirlo hoy mismo. Si conocen a alguien que pueda y quiera ayudar, con todo gusto es bienvenido- finalicé.
La mayoría asentía.
El desayuno terminó más rápido de lo normal.
-Los veo a más tardar a las cuatro aqui- dije y ellos se fueron dejándonos solos a Raissa y a mi.
-Yo conozco a alguien- dijo rompiendo el silencio. -Nesesito que me lleven- completó bebiendo su café.
-Yo lo hago- contesté rápidamente.

Me encontraba conduciendo, Rassy estaba a mi lado y tenía una hoja con la dirección.
No era muy lejos pero teníamos el tiempo suficiente para pasarla los dos solos.
Miraba a través de la ventana.
Se veía nerviosa.
Tomé una de sus manos y la besé con delicadeza. Ella estaba colorada.
Mi sonrisa era muy grande.

-Te quiero- dije mirándola de reojo.
-Yo te quiero más- besó mi mejilla.
El camino era tranquilo y silencioso hasta que encendió la radio y puso música. Mi favorita de la época.
Estábamos bailando y riendo.
-¡Es ahí!- dijo señalando una casa frente a nosotros.
Yo me estacioné.
-Ve cariño- le indiqué y ella emocionada se bajó a tocar la puerta.
Yo bajé del auto y me recargué en él.

La puerta de la casa se abrió y de ahí salió un hombre sin camisa.
Los dos se miraron por unos segundos y luego se unieron en un gran abrazo.
-¿Qué?, calma es sólo un amigo, eso espero- intentaba convencerme de ello.
El muchacho estaba algo atractivo, se veia musculoso y un poco más joven que yo.
Noté como Raissa se acercaba a mi.
El chico había entrado de nuevo pero no había cerrado la puerta.
-Quita esa cara- dijo divertida al verme.
Yo lo miré confundida.
-Estas enojado, celoso, se nota- dijo una vez más divertida.
-No lo estoy- dije intentando calmarme.
-Entonces relájate- esta vez se acercó a mi y tomó mis manos que antes formaban un par de puños.
-Es alguien muy importante para mí- dijo con delicadeza. -Al igual que tú- beso la comisura de mis labios haciéndome sonreír.
El chico rápidamente apareció vestido y arreglado frente a nosotros.
-Alexander, quiero presentarte a Charles, mi novio- dijo sonrojandose. Yo le dí la mano al chico.
-Charles, él es mi hermano- dijo con una pequeña sonrisa.
-¡Oh, Hola!- saludé esta vez mas amable.

El camino de regreso Rassy no paraba de contarle a su hermano todo lo que había pasado en su vida.
Tenían mucho de que charlar.
Mi parte favorita del camino fue cuando contó la manera en la que nos conocimos, todo lo que pasamos y como estuvimos juntos finalmente.
Pronto llegamos a la mansión.
-Wow, es como un castillo- dijo el chico al verla
Yo reí.
-Eso dijo tu hermana- comenté.
Todos bajamos y estábamos en la puerta.
El chico aún estaba impresionado.
-¿De quién es este lugar?- preguntó mirando a Raissa y luego a mí.
-¿De quién te imaginas?- pregunte divertido esperando su respuesta.
-Pues me imagino.....de un hombre viejo y anticuado, probablemente está calvo y todo el día en la cama- dijo analizando.
-Te aseguro que no estoy calvo- solté divertido.
Él me miraba avergonzado.

Hank llegó con unas cuatro personas.
-Charles, ellos nos ayudarán con la limpieza, la cocina, el jardin y el traslado de los chicos- dijo acercándose a mi y señalándolos uno por uno.
-Perfecto

Eran cerca de las cuatro y ya todos se encontraban de vuelta.
Estábamos todos reunidos y se habían presentado primero.
Ahora yo me encontraba explicándoles quien se encargaba de las tareas domésticas y luego se les asignó un lugar especial en la casa para ellos.
El resto estaríamos impartiendo clases por lo cuál yo estaba explicándoles como es que tenían que comportarse y al final hicimos una recolección de la materias que habrían al inicio.
-Hank, tu daras ciencias, usa el laboratorio- el chico asintió a mis órdenes.
-Alex, tu defensa personal- dije y el se emocionó.
Fui de uno por uno impartiendo las materias que darían. Todos menos Raissa.
Ya se habían retirado dejándonos solos una vez más.
-¿Yo que haré?- preguntó acercándose.
-Tú harás lo que quieras- dije divertido al ver la cara de confusión que puso. -Te quiero disponible para mí- esta vez estaba insinuando.
Ella se acercó y comenzó a besarme.
-Ahora estoy disponible- dijo y está vez tomé la iniciativa al besarla.