X-Men: Un Camino Diferente {Charles Xavier}

Capítulo 6: Compras

~Pskov, Rusia~

/Charles/

Bajamos del avión los tres y al instante sentimos un poco de frío, nada que no se pudiera aguantar pero al parecer Raissa no podía con ello así que le pasé la chaqueta que traía puesta yo y ella me agradeció apenada.

Llegamos a la recepción de un hotel agradable, me acerqué a pedir la habitación más grande y cuando me dieron las llaves los tres nos dirigimos hacia ella.
Al entrar a la habitación Raissa inmediatamente corrió a revisar el lugar intrigada.
-Es hermoso, como...- dijo cuando llego a mi lado sin terminar la frase.
-El dinero no es problema querida-dije mientras me encogí de hombros.
Habían tres habitaciones separadas por lo cuál no hubo problema.
Le dije a Raissa que se quedara con la más grande y ella aceptó encantada e inmediatamente se dirigió hacia ella.
Erik protestó al inicio.
-Es una chica Erik, necesita espacio-le dije divertido y poco después se fue indignado a su habitación.
Dos horas después ya estábamos instalados y nos encontrábamos comiendo los sándwiches que Erik había comprado.
-Ya había estado aqui-dijo mi amigo rompiendo el silencio.
-¿A si?- pregunté levantando una ceja.
-Si, conozco un buen lugar en el que sirven el mejor Vodka de aquí- dijo sonriendo y lanzandome una significativa mirada.
Sabía que quería continuar con la rutina y al mismo tiempo se burlaba de mi por lo que había pasado anteriormente.
-Yo opino que vallamos- dijo Raissa divertida.
-Opino lo mismo-la secundó mi amigo de la misma manera.
Ambos me veían expectantes.
-De acuerdo-finalmente solté y ambos sonrieron.
-¿Sabes Raissa?, tal vez Charles pueda enseñarte unos trucos
-¿Qué?- reí
-Me parece bien Erik- ella sonrió.

Raissa nos había convencido de que quería salir a comprar cosas, bueno me había convencido a mí, pues Erik quiso quedarse a dormir con la excusa de que no había descansado.
Íbamos por las calles visitando tiendas de ropa para ella, yo ya estaba exhausto y eso que no había pasado ni media hora.
-Vamos Charles estoy segura de que aquí habrá algo que me guste- dijo arrastrandome junto a ella para entrar a una tienda más.
No habíamos comprado nada y yo ya me quería ir.
-¿Por qué a las mujeres les gusta hacer esto?- pensé y deduje que entre más tiempo pasaba con ella, más me daba cuenta de que no sabía nada sobre chicas.
Suspiré y la seguí, me emocioné al ver que había una sala de espera frente a los probadores.
Estaba sentado y ella buscando cosas para sí misma.
No me molestaba estar ahí, es más era entretenido ver a varias chicas entrar y salir con diferente ropa, unas me miraban indiferentes otras me lanzaban miradas coquetas y una mujer mayor me dijo "pervertido".
-Entraré a probarme un par de cosas, no tardo- dijo Raissa llegando junto a mí, yo sólo asentí sin importancia.

Llevaba como 15 minutos ahí adentro, ¿Cuánto más tardaría?
Note a una mujer venir hacia mi, era de las que trabajaban ahí.
-Disculpe señor, su novia necesita de su ayuda- dijo señalando hacia donde se encontraba Raissa y se fue dejándome confundido.
Me acerqué hacia donde se encontraba ella, toqué la puerta y cuando entré reí un poco.
-Ella cree que somos novios- dije continuando una risa la cual detuve al verla parada frente a mí con un hermoso vestido color plateado, era algo corto pero se veía increíble con su larga cabellera castaña.
-¿Te gusta?- me preguntó con una cara de preocupación.
-¡Wow!- fue lo único que pude decir, ella sonrió orgullosa.
-Bien, con eso me basta-dijo y segundos después me hecho de ahí y cerró la puerta en mi cara.
Yo sólo pude soltar una gran risa y volví al asiento en donde anteriormente estaba.

Nos encontrabamos en la caja, un señor nos estaba cobrando.
-Listo señorita-le dijo a Raissa, ella al ver en la máquina cuanto debía pagar, sacó de su pantalón una tarjeta de crédito y se la tendió al sujeto, antes de que la tomara yo aparté su mano y le di la mía.
-Yo pago cariño-dije sonriendole seductoramente. Ella se sonrojó y asintió agradeciendo.
Las chicas que miraban la escena soltaron un suspiro y nos miraban encantadas, yo estaba divertido viendo todo aquello.
Cuando las bolsas estaban listas, yo las tomé y las cargué. Ella me miraba sorprendida y luego soltó una risa.
La tomé de la cintura y salimos rumbo al hotel.

Llegamos entre risas a la habitación y al abrir nos encontramos con un Erik sorprendido de verme cargar sus cosas.
Ellas tomó las bolsas y se fue a su habitación.
-Charles el caballeroso ha vuelto- dijo Erik riendo en cuanto nos quedamos solos.
Reí una vez más.

Voten y /o comenten.