/Charles/
El fin de semana era libre así que los chicos podían ir a donde querían.
Alex y Sean querían ir a un parque acuático por al menos un día. A los demás les pareció buena idea y los siguieron.Todos menos Raissa y yo
La mansión estaba vacía.
Les había dado dos días libres a todos los trabajadores.Raissa había ido a comprar un par de cosas pues quería cocinar algo.
Cuando volvió la ayudé con las bolsas que traía y la seguí hasta la cocina.-¿Qué harás?- pregunté dejando todo en la mesa.
-Brownies, ¿Te parece si pedimos pizza y hacemos un postre?- preguntó sonriendo tímida.
-Me parece perfectoY así fue, en unos treinta minutos nos encontrábamos cómodos comiendo pizza en la gran sala y cuando terminamos le ayudé a preparar los brownies.
La cocina era un desastre ya que yo le había lanzado un poco de harina en la cara.
Nos divertimos como unos niños pequeños.
Ahora teníamos que esperar a que se terminarán de hornear.No pasó mucho tiempo y finalmente los sacó listos.
Olía delicioso.
Comimos unos pocos y decidimos guardar los sobrantes para más tarde.Era más de medio día. Tuvimos que limpiar el desastre que yo básicamente había causado.
Cuando terminé de barrer dejé a un lado la escoba y mire a Rassy quien me daba la espalda. Estaba limpiando la mesa.
Se veía adorable.Comencé a acercarme y la abracé por detrás. Ella se sorprendió al inicio pero poco a poco se fue dando la vuelta hasta quedar frente a mi atrapada entre mis brazos.
Nuestras miradas de conectaron y probablemente por primera vez pensábamos en lo mismo.
Sin avisar comencé a besarla desesperadamente.
Pasó sus manos por mi nuca y pronto comenzó a jugar con mi cabello.
Mis manos fueron directo a sus caderas y la acerqué más a mi cuerpo.
Mi corazón latía muy deprisa.
Ella en un movimiento rápido enredo sus piernas en mi y pude subirla a la mesa en donde comencé a repartir besos por todo su cuello.
Una vez más nuestras miradas de conectaron.
-Vayamos a nuestra habitación- dije cuando nos separamos.
-Excelente idea- secundó y la ayude a bajar para ir directo al cuarto.Al entrar cerré la puerta.
Me quité los zapatos con dificultad causando que me tropezara un poco.
Ella rió mientras también se quitaba los zapatos.
Me acerqué lentamente y cuando lo estuve lo suficiente me sonrió y me jalo lentamente de la camisa para continuar besándome.
Esta vez nuestros labios eran más salvajes.
Con cuidado y delicadeza la fui acercando a la cama hasta recostarla por completo.
Una de mis manos acariciaba gentilmente su cabello, la otra bajaba hasta sus piernas.
Estaba nervioso. No quería arruinarlo.
Sentí como sus manos se paseaban por toda mi espalda.Nuestras respiraciones ya era entrecortada y comencé a sentir la necesidad de quitar lo que nos estorbaba.
Me detuve un segundo para mirarla y no tuve que preguntarle ya que su mirada lo decía todo.
Así que lo hice, comencé a quitar su ropa y la mía hasta que ambos quedamos en ropa interior.
Una vez más me detuve para contemplarla semidesnuda. Ella se sonrojó al inicio pero después me imitó.
Me acerqué para quitar lo que faltaba para que ambos estuviéramos literalmente juntos.Decidí esperar un poco más para prepararla. Yo me encontraba más que listo.
Finalmente ella me miro con aprobación.
Lo hice lentamente para no lastimarla. Una vez que estuve adentro por completo, me esperé para que se acostumbrara a la sensación y después de unos segundos empecé a hacer movimientos. De adentro hacia afuera. Fui aumentando la velocidad cada vez más.
Ambos nos unimos en unos solo.
Disfrutaba del momento pues había esperado para eso.
Era todo tan perfecto. Me gustaba la manera en la que decía mi nombre, la manera en la que me miraba, me gustaba toda ella.
Alcanzamos juntos el éxtasis y al terminar me acosté a su lado.La abracé y ambos nos tapamos con las sábanas que estaban revueltas. Reí por eso.
La abracé y la acerqué a mí.
-Te amo- susurré en su oído y no tardo mucho para que los dos cayeramos rendidos.
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X-Men: Un Camino Diferente {Charles Xavier}
Fanfiction-Me llamo Charles Xavier-dijo el chico ayudándome a levantar. -Soy Raissa Markman-sonreí al ver su intensa mirada y olvidando por un momento que él fue quien me arrojó al suelo... Lo que había pasado en Cuba había sido sólo el inicio del terror, per...