X-Men: Un Camino Diferente {Charles Xavier}

Capítulo 17: Divertido

/Charles/

Hank me había dicho que alguien esperaba en mi oficina.
Entré encontrándome con una gran sorpresa.

-¡Raven!- me emocioné de sólo verla.
-¡Charles!- corrió y me abrazó.
-Te extrañé mucho, ¿como has estado?- pregunté sin soltarla.
-Bien, es bueno volver a casa- dijo emocionada.
Ambos permanecimos en un abrazo.
Escuché como alguien abrió la puerta.
-Lo siento- dijo Raissa y la cerró de nuevo.
-No sabía que había otra chica aquí
-Si, ella estuvo con nosotros todo este tiempo, ven vamos y te la presento- dije y ella accedió.
Cuando salimos ella estaba sentada en las escaleras esperando.
-Raissa ven- le indiqué y ella se acercó confundida. -Te presento a Raven- continúe y ellas se saludaron.
-Hola soy Raissa- dijo mirandola.
-Mucho gusto
Ambas se miraban.
-¿Alguien quiere salir?- pregunté rompiendo el pequeño momento incómodo.
Ambas dijeron que sí.

Nos encontrabamos camino a la ciudad, iríamos a comprar un helado.
Yo iba manejando mi auto, al lado venía Raven y en el asiento de atrás venían Hank y Raissa algo enfadados.

¿Dónde estaba Erik cuando lo necesitaba?, él hubiera hecho el ambiente diferente con sus bromas inoportunas, yo no puedo más que ponerme nervioso.
Afortunadamente habíamos llegado.

-Vamos chicos- dije bajando rápidamente.
Fui y abrí la puerta de Raven.
Caminé hacia la heladería, era mi preferida desde pequeño. Siempre venía aquí.

-Es mi favorita y sé que la tuya también- dije a Raven quien me sonrió y entró.
La seguí y tras nosotros venían los demás.

Hank y Raissa se habían ido a sentar en una mesa.
Raven pidió su helado favorito, cuando ella se fue a sentar, Hank se acercó a mi.

-Lo siento, no puedo estar cerca de ella- dijo bajando la cabeza.
-No te preocupes amigo, no tienes que estarlo- dije ofreciéndole un helado, el lo aceptó gustoso y se fue.
Después Raissa llegó.
-¿De cuál quieres?- pregunté mirándola.
-No se Charles, sorpréndeme- dijo divertida.
Yo pedí el que más me gustaba a mí y se lo di.
A ella me había gustado mucho el que había escogido.

Habían pasado un par de días.
Las cosas eran extrañas, yo pasaba casi todo el tiempo con Raven recordando viejos tiempos o sólo desperdiciando nuestro día.

Hank estaba siempre en el laboratorio y Raissa iba por todas partes, a veces estaba con Hank y otras salía a caminar y explorar la mansión.
Ya no la veía tan seguido.

Me encontraba con Raven en la sala, estaba contándome todo lo que había pasado en su vida el tiempo que estuvo fuera.

-Es todo Charles, me iré a dormir y mañana tú me contarás todo lo que hiciste- dijo ella saliendo del lugar.
-Claro
Me quedé sólo.

Decidí tomar un café antes de ir a dormir así que me dirigí a la cocina.
Cuando entré Raissa estaba ahí sola, sentada removiendo algo en su vaso.

-Hola cariño- dije saludándola.
-Hola Charles- expresó sin ánimos.
-¿Ocurre algo?- pregunte divertido, ya me imaginaba lo que pasaba.
-No pero ¿puedo preguntarte algo?- me miró curiosa.
-Claro- dije con una sonrisa mientras preparaba mi café y me sentaba junto a ella.
-¿Dónde está Erik?
-No lo sé, no me dijo a donde iba
-¿Volverá?
-Se que lo hará ¿Por qué?
-Lo extraño, era divertido estar con él- dijo suspirando.
-¿Yo no soy divertido?- pregunté fingiendo que me ofendía, ella soltó una risa.
-Si lo eres, pero no tanto- dijo haciendo una mueca, ahora yo reí. -Aparte pasas demasiado tiempo con esa chica- dijo tomando de su vaso.
-Ajá, estás celosa- comenté divertido, ella me miró sorprendida.
-No
-Claro que si
-No, pero ya casi no te veo
-Estás celosa- volví a repetir con una sonrisa.
Ella me miró y suspiró pesadamente
- Sí, algo- dijo sacando una sonrisa avergonzada.
-No tienes porque estarlo cariño, ella es mi hermana- dije acercandome más a ella.
-¿En serio?- dijo y soltó una risa.
Yo la abracé.
-Tengo una idea- dije, bebí todo mi café y luego la miré.
Me veía como si estuviera loco.
-Vamos a dormir- dije y luego sin que lo esperara la cargué como a un costal de papas.
-¡Suéltame Charles!- espetó entre risas.
-No- dije dirigiéndome a mi habitación.

Cuando llegué la recosté con delicadeza en mi cama.
-Bienvenida a mi guarida- dije alzando los brazos mientras ella reía y negaba con la cabeza.

-Que gracioso Charles
-¿Ahora si soy divertido?- pregunté y ella negó.
Me acerqué y comencé a hacerle cosquillas.
-¿Ya lo soy?- pregunté y ella sólo soltaba carcajadas e intentaba zafarse de mis cosquillas.
-¡Basta, tú ganas!- dijo riendo y yo me detuve.

Ambos nos quedamos en silencio mirándonos.
Se veía muy hermosa toda despeinada y roja de la risa.

Noté como miraba mis labios y de nuevo mis ojos.
Yo hice lo mismo y comencé a acercarme al igual que ella.
Finalmente nuestro labios se tocaron.
Había esperado para esto y era simplemente mágico.
Después de unos segundos nos separamos.

-La tercera es la vencida- dije y ambos reímos recordando lo que había dicho Erik.