-Llevo mucho tiempo buscandote pequeñaja-dijo el besando mis labios
-A mi?-pregunte yo
-A alguien como tu cielo. Por lo tanto te buscaba a ti-dijo el besando mi frente
Él Gran Premio de Rusia había sido desastroso. Al parecer a Kvyat no le había bastado con China que volvió a por más es su tierra natal. Tras la salida le dio dos golpes por detrás que dejaron K.O. al Ferrari de Seb. Con toda la razón del mundo, él se había cabreado y bastante pero no volvió a cometer él error de la ultima vez y hablo conmigo del tema, lo que le sirvió como metodo de desahogo. Yo ya estaba en España con los trillizos y Seb venia en camino. Tras debatirlo con él, decidimos quedarnos en casa de mis padres la semana antes del Gran Premio. La verdad es que hacia tiempo que no pasábamos juntos mas de 2 días y me hacia muchísima ilusión. Decidí ir al aeropuerto a por él ya que yo controlaba mejor él camino que él. Me puse nerviosa y todo de la emoción que me producía que no supiera que iba a estar allí. En cuanto lo vi aparecer con su maleta corrí hacia él y él me cogió para terminar en un abrazo.
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-Que haces aquí?-pregunto él.
-Así me tratas? Aun encima que vengo a buscarte-dije yo infando los mofletes.
-Tonta, te quiero-dijo él abrazandome-Vamos a casa de tus padres, no?-dijo él cogiendo su maleta con una mano y mi mano con la otra.
Llegamos al coche y dejo su maleta en él maletero y nos subimos al coche.
-Y que tal?-dije yo.
-Cansado y algo enfadado pero mucho mejor que ayer-dijo él.
-Que estés aquí en lunes lo dice todo-dije yo.
-Es que lo de China, se perdona pero lo de Rusia... no jodas, parecia que iba a por mi.
-Esa lengua, eso te pasa en las radios-dije yo riendo.
-Lau, soy alemán, que me pides-dijo él.
-Me vuelves loca, de verdad-dije yo riendo.
-Yo? No será para tando-dijo él riendo
No tardamos en llegar a casa de mis padres que los recibieron con los brazos abiertos, lo adoraban.
-Sebastian!-grito mi madre acercándose a nosotros.
-Hola Ana-dijo Seb abrazandola.
-Hola Sebastian, que tal el viaje?-dijo mi padre
-Pues muy bien, gracias.-dijo el
Entramos en la casa y los peques estaban ya sobre el suelo, les encantaba. Pero en cuanto vieron entrar a papa, Emily demostró su devoción por papi.
-Em, pequeñaja-dijo el acuchandola-Como te eche de menos.
Ella solo tenia sonrisas para su padre. Si estaba claro que lo adoraba.
-Creo que tus niños se ponen celosos, papi-dije yo riendo.
-Ay mis niños, venid aqui-dijo Seb cogiéndolos.
-Lau, cariño, os podríais ocupar de Dani? Le va hacer mas ilusión que la llevéis vosotros al cole-dijo mi madre.
