La ecocografia

1.3K 52 22
                                    

La semana en París había sido genial, creo que después de todo le he cogido un cariño especial a este sitio. Al fin y al cabo siempre va a ser él lugar en él que Seb me había pedido matrimonio.

-Seb

-Digame

-Como era la pedida que tenias preparada? Por curiosidad-dije yo riendo

-Esa que tu me destrozaste?-dijo él riendo conmigo-Tampoco era muy distinta a la que me hiciste hacer. La diferencia fue él discurso que te iba a soltar.

-Y si me lo dices ahora?-dije yo

-Ahora? Sabes que no se me dan bien estas cosas-dijo el

-Oh, vamos...

-Laura, se que llevamos muy poco tiempo juntos. 6 meses para ser exactos y puedo decir con toda seguridad que te quiero. Él día que chocamos en Australia no me lo esperaba. Me enamore a primera vista como se suele decir. Sabia que tenia actuar rápido ya que mas de uno iba a ir a por ti así que me puse manos a la obra. Se que puedo llegar a ser bastante pesado y agobiante y que muchas veces te llego a sacar de quicio pero te prometo que nadie te va cuidar o querer como yo lo he hecho hasta ahora. Sabes que estas cosas no son lo mio, así que, Laura, te quieres casar conmigo?

-Ay Seb, pero como no te voy a querer cuando me dices estas cosas?-dije yo besando sus labios

-Te adoro, cielo-dijo él

-No mas que yo-dije yo

Hoy nos íbamos de París y si me daba algo de pena pero aun así tenia muchas ganas de volver a casa. A veces me miraba él anillo para comprobar que era real, que él me había pedido matrimonio.
Estos 6 mese habían sido increíbles. Habían pasado muchísimas cosas pero aquí estábamos, los dos juntos, prometidos y con tres bebes en camino, tan solo una locura.
Él viaje en avión fue corto pero intenso. Cada vez me sentía mas incomoda con esta barriga. Cada día pesaba mas y mas y solo tenia ganas de tumbarme.
Pero por fin llegamos a casa donde Junior vino a recibirnos tan feliz como siempre.
Yo me acerque al sofá y me tumbe, lo necesitaba.

-Cielo, estas bien?-pregunto él acercándose a mi para pasar la mano por mi pelo

-Si, pero estos niños me dejan sin fuerzas-dije yo riendo

-Ha sido una semana casi sin descanso-dijo él

-Que nos quedan estas semanas?-pregunte yo

-Tu y yo solos cielo-dijo él

-Nos quedan dos semanas-dije yo

-Se pueden hacer muchas cosas en dos semanas. Son 14 dias-dijo él

-Cierto. Estas listo para nuestra ecografía?-pregunte yo

-Mas que listo-dijo el-Nos dirán hoy él sexo?-pregunte yo

-Ni idea. Ojala que si, así ya me pongo a compar ropita-dije yo

-Por cierto, pedí las cunitas el otro día, no se cuando llegaran-dijo él

-No hay prisa-dije yo

-Vamos?-dijo él

-Vamos-dije yo sonriendole

Seb estaba tan feliz con todo lo que relacionara a los bebes. Sinceramente él fue él primero en ponerse a buscar cositas para los bebes. Yo todabia no había buscado nada hasta que él lo comento. Y yo pensaba que él día que fuera a ser mama iba a ser inaguantable.
Llegamos al hospital sin problema y entramos directos a recepción para que nos mandaran a la sala de espera.
Seb y esperar eran cosas completamente incompatibles.
Era peor que un niño.
"Lau me aburro", "queda mucho", "él tiempo pasa muy despacio".
La gente nos miraba y se reía y yo tan solo quería desaparecer. A veces pensaba si lo hacia a propósito para reírse de mi.
Pero nos llamaron y yo lo arrastre conmigo.
Suficiente vergüenza por hoy.
Él doctor me mando a la camilla y volvió a echar esa crema congelada sobre mi barriga y volvió a colocar esa maquinita sobre ella.
Nuestros pequeñines aparecieron en la pantalla y yo me emocione gratamente. Estaban bastante mas grandes que la ultima vez. Verlos ahí me hacia pensar en él día en que estuvieran solos y pudiera cogerlos en mis brazos.

La PeriodistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora