Mimos y mas mimos

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Hoy me había levantado bastante temprano, no había nadie en casa.
Mi padre trabajando y mi madre dejando a Dani en él cole.
Seb durmiendo y los peques estaban en sus tronas con su desayuno.

-Lau, me duele muchísimo la cabeza-dijo Seb envuelto en mantas.

-Uy, que carita de enfermo, ven aqui-dije yo posando mi mano en su frente-Estas ardiendo, voy a por unas pastillas, quedate en él sofá y ponte él termometro.

Yo entre en él coche y rebusque por todos los compartimentos en busca de las pastillas.
Cuando las encontré volví a casa y vi a Seb acurrucado entre las mantas.

-Seb, sono él termómetro?-pregunte yo.

-Eh?... Pues ni idea-dijo él medio adormilado.
Estaba claro que estaba enfermo.

-Vaya, 38,5-dije yo-Creo que vas a estar un poco resfriado, vamos a la cama anda.

Después de conseguir meterlo en la cama baje a echarle un ojo a los peques y ví que ya habían acabado con la leche, así que los metí dentro del parque que tenia en mi habitación.
Era la forma de tenerlos controlados y al mismo tiempo darle mimitos a mi chico.

-Quieres desayunar, cariño?-dije yo besando su frente.

-Si, porfa-dijo el-Un vaso de leche y unas galletas?

-Lo que tu quieras, cielo. Vengo ahora-dije yo levantándome de la cama-Pegame un grito si los niños se ponen muy latosos.

Yo baje y puse un vaso de leche en él micro y mi madre apareció por la puerta.

-Buenos días, cariño-dijo mi madre-Que tal?

-Bien. Oye mami, donde anda la bandeja?-pregunte yo

-Esta aquí, porque?-pregunto ella dándomela.

-Seb me ha cogido un resfriado y tiene algo de fiebre-dije yo.

-Vaya, pobrecillo-dijo ella

Estuve charlando unos minutos con mi madre y subí a darle él desayuno a Seb.

-Toma cielo...

Se había quedado dormido.
Lo arrope con la manta y deje un besito en su frente.

Leo se quedo dormidito así que para que no molestara a Seb, lo deje en la camita de Dani.
Baje al piso de abajo con Marco y Emily y me puse un rato a ver la tele.
Mi madre se puso a cocinar y yo me ofrecí a ayudarle colocando a los niños en las tronas.
Mas tarde mi padre apareció con Dani y pude oír que alguien me llamaba arriba.

-Lau...-dijo él sonandose.

-Hola, que tal?-dije yo

-Bueno, me a sentado bien dormir pero tengo mucha hambre-dijo el

-Lo se, te he hecho algo de sopa, te apetece?-dije yo

-Si!-dijo él.

-Ahora te subo un plato, vale?-dije yo besando su mejilla.

-Lau, espera-dijo él agarrando mi brazo-Te quedas a comer conmigo?

-Si. Le doy de comer a los peques y subo, no tardo nada.

Me acerque a la habitación de Dani para coger a Leo y me encontré esta tierna imagen.

Me acerque a la habitación de Dani para coger a Leo y me encontré esta tierna imagen

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-Dani, vamos a comer y dame a este enano-dije yo cogiéndolo en brazos.

-Me gusta mucho estar con Leo-dijo ella.

-Si, te gusta?-dije yo.

-Si, quiero volver a jugar con el-dijo ella.

Bajamos y les di él biberón a los pequeños para luego subirlos al parque de mi habitación y luego subir dos platos de sopa.

-Gracias, te quiero-dijo él besando mis labios.

-Y yo a ti, mi vida-dije yo.

La comida fue tranquila al son de la tele y de los ruiditos de los niños jugando. Muy tranquilo.
Seb tenia él día mimoso así que aparto él plato a la mesilla y se tiro sobre mi barriga.

-Seb, cariño, tengo que ir a bajar esto-dije yo

-Vale, pero no tardes-dijo él.

Baje los platos y los coloque en él lavavajillas.

-Hermanita, y Seb?-pregunto ella.

-Esta en la habitación, esta algo enfermito hoy-dijo ella.

Ella corrió a la habitación y la encontré abrazada a Seb.

-Hola pequeñaja. Querías algo?-dijo Seb.

-Esperó que te mejores pronto-dijo ella.

-Eso espero yo-dijo él.

-Dani, si estas aquí te vas a contagiar-dije yo

-Y tu?-dijo ella

-Alguien tendrá que cuidarle-dijo ella

-Tienes razón. Voy a jugar a mi habitación-dijo ella.

Yo me tumbe sobre la cama y Seb se dejó caer sobre mi pecho.
Yo empecé a acariciar su melena rubia y acabo por quedarse dormido pero yo tampoco tarde mucho en caer.

-Lau?-dijo alguien mi nombre.

-Que pasa?-dije yo adormilada.

-Nada, una pesadilla-dijo él sentándose sobre la cama.

-Quieres hablar de ello?-pregunte yo.

-No, da igual-dijo él.

Su teléfono empezó a sonar y Seb lo cogió. Note que su cara se volvía pálida a medida que avanzaba la conversación, algo que me preocupo bastante.

-Que pasa?-pregunte yo algo nerviosa

-Es mi abuela... se muere...-dijo él.

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