Los Chicos

1.1K 54 23
                                    

Me levante con gritos provenientes del piso de abajo así que baje con la curiosidad de saber de que se trataba.
Una vez abajo pude ver a Seb y a Heikke jugando al FIFA en él salón.

-Eso es falta!-grito Seb

-No hay falta ninguna-dijo Heikke

-Este juego es un timo-dijo Seb riendo

-Ya de buena mañana, chicos guapos?-dije yo apoyándome en él sofá

-Vaya te levantamos?-dijo Seb

-No cariño, soy sonámbula-dije yo

Él me hizo sitio sobre su ragazo y yo me deje caer sobre él.

-Seria gracioso que fueras sonámbula-dijo él besando mi mejilla

-También seria gracioso que recogierais la mesa y no lo vais ha hacer-dije yo riendo

-En cuanto acabemos lo hago, te lo prometo-dijo él.

-Eso espero, queréis algo de desayuno?-pregunte yo levantándome
-Me haces un café, porfa?-dijo Seb

-Que sean dos-dijo Heikke

-Y tu que me dices Junior? Ven, vamos a desayunar-dije yo cogiendo su comida.

Él me siguio encantado y se puso a comer como si la vida le fuera en ello.
Después me puse con los cafés y hice un tazón de leche para mi. Desde que están embarazada me sentaban fatal los cafés.
Los niños terminaron su partida y se acercaron a la cocina y Seb vino a abrazarme.

-Buenos días cariño-dijo él besando mis labios.

-Buenos días, que tal anoche? Llegasteis muy tarde?-pregunte yo

-Sobre las 2 de la mañana, fue divertido-dijo Heikke mirando a Seb.

-Cariño y tu no tienes ropa que tienes que que andar en calzoncillos?-dije yo

-Dime acaso que no te gusta lo que ves?-dijo él riendo

-Sabes que me encanta pero tenemos visita-dije yo riendo.

-Esta es mi casa-dijo él

-Aun tienes que terminar de educarlo-dijo Heikke.

-Dame tiempo, lo haré-dije yo

Tener a Heikke en casa sacaba lo peor de Seb. Era increíble lo sucia que podían dejar la casa en un dia y en prácticamente una semana no os quiero ni contar pero a pesar de eso adoraba a Heikke.

-Te acuerdas de la vez que casi quemamos la casa de tu madre?-dijo Heikke riendo

-Todavía no me ha perdonado por eso-dijo Seb

-Sois un desastre-dije yo riendo.

-Para nada cariño-dijo él riendo

-Y él día que nos emborrachamos y nos caímos en aquel lago?-dijo Heikke

-La culpa fue tuya y de tu atajo-dijo Seb riendo con él.

La verdad es que estos dos hombres eran un caso. En menos de una semana me habían revolucionada toda la casa. Pero realmente le venia bien a Seb estar con otra gente. Últimamente solo se preocupaba de mi y de los pequeños y tampoco era bueno para él.
Después de comer subí a la habitación a echar una pequeña siestecilla. La necesitaba muchísimo.
Cuando baje, solo estaba Heikke

-Hola! Y Seb?

-Aquí lo tienes-dijo el señalando el sofá

-Ay, me lo como-dije yo

-Tiene muy poco aguante. Le chupais la energia-dijo Heikke

-Si soy un amor-dije yo

-Eso no te lo dudo. Hacia tiempo que no lo veía tan feliz-dijo el-Hanna no era su chica.

-Tan mal estaba con ella? Todo él mundo lo dice-dije yo

-No pegaban nada. Seb es muy activo, esta todo el tiempo moviéndose y no soporta la prensa. En cambio Hanna era lo contrario, ella era una persona muy pausada y adoraba ser él foco de atención-dijo él

-Yo es que porque el sea feliz hago lo que sea-dije yo acariciando la mejilla de Seb. Era un pequeño angelito cuando dormía.

-Algo que Hanna no hubiera dicho nunca. Me gustas mucho Laura-dijo él

-Gracias-dije yo sentándome a su lado

-Solo espero que no la cague. Se paciente con el-dijo el riendo

-No te preocupes, ya me conozco yo a este chico-dije yo

-Mira que tiene suerte él muy capullo, si es que no iba a encontrar nadie mejor que tu-dijo Heikke

-También tengo yo mucha suerte de tenerlo-dije yo

-Mejor que lo que te cuida él no lo va a hacer nadie, eso puedes tenerlo claro-dijo Heikke

Seb abrió un ojo y al verme se arrastro hacia mi para acabar con su cabeza en mi regazo. No contento con eso cogió mi mano y la coloco en su pelo hacia un amago de que le acariciara él pelo. Yo continúe haciéndolo y su cuerpo se relajo.

-Como vas?-dije yo riendo

-No pares, por favor-dijo Seb cerrando sus ojitos

-Ahora entiendo, os aprovecháis él uno de otro. Intercambiáis papeles, no?-pregunto Heikke

-Así es como funciona-dijo Seb riendo

Así se pasaron las dos semanas que quedaban. La ultima de esas dos, las cunitas llegaron y Seb monto las tres en la habitación de los pequeñajos y Fabián llego para instalarse.
Seb le puso al tanto de como funcionaba todo. Se le notaba que dejarme aqui en casa sin su vigilancia no le hacia ninguna gracia pero no quedaba otra.

-Bueno, te voy a echar de menos pequeñaja-dijo él envolviéndose en sus brazos

-Y yo a ti rubito. No vas muy guapo?-dije yo

-Y tu no estas algo embarazada? Por supuesto que voy guapo. Lo voy siempre.

-Dio mio, cuanto ego-dije yo riendo

-Cuidaros mucho, vale? Llámame si pasa algo, por muy pequeñito que sea-dijo él colocando su mano en mi barriga.

-Lo mismo te digo papi. Te queremos entero de vuelta-dije yo

-Entero, lo que se dice entero...

-Ya me entiendes-dije yo

-Que si cariño. Te quiero muchismo-dijo él

-Y yo a ti. Llámame cuando llegues-dije yo besando sus labios.

-Que drama. No se va 2 años al culo del mundo-grito Fabian desde él sofá.

-Te encanta destrozarnos los momentos románticos, no?-dije yo riendo

-No sabes tu bien cuanto los disfruto-dijo el riendo

-Suerte pequeñaja-dijo Seb saliendo por la puerta

-Seb nos vemos dentro de dos años-dijo Fab riendo

-Yo me ocupo de él. Te quiero-dije yo

Y se fue. Y con el una parte de mi.

La PeriodistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora