Parte 7.

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Francisco Pov.

Me terminé de arreglar, vi la hora y faltaban quince para las ocho así que le envié un mensaje a Sophia para avisarle en donde nos veríamos, antes de salir le avise a Agustín que no llegaría muy temprano.

Me encontraba esperándola en el salón y la vi, venía hacia donde estaba con esa sonrisa, esa perfecta sonrisa que me encanta desde la primera vez que la vi, pude notar que iba vestida con los mismos colores que yo, sin saberlo nos habíamos combinado y eso me encantaba, ella se dio cuenta y soltó una pequeña risa.

—Vaya, si quedamos en combinarnos seguro no quedamos tan bien. -dice y reímos.

—–Eso veo, pero vayamos a cenar. -le ofrecí mi brazo y lo aceptó.

La llevaría al restaurant que estaba cerca del mirador del barco, la vista era hermosa y sus ojos combinaban a la perfección con la noche. Llegamos y nos sentamos, para tener dieciséis no lo aparentabamos y era genial, un camarero se acercó a tomar nuestra orden, pasamos un rato divertido.

Contamos anécdotas de nuestra infancia, ella era muy traviesa, le hacía muchas maldades a su hermana mayor, durante la cena me dedicaba a verla por momentos sin que ella lo notara, es demasiado bella y ya estoy hasta el fondo de este pozo llamado amor. Al finalizar la cena, tendría una propuesta para ella.

—–Sophi, ¿qué te parece si vamos a hacer algo que amo? -sonreí.

—–Me parece perfecto. -sonrió, pagué la cuenta y salimos. —–la cena estuvo de maravilla, me encantó. -dijo mientras caminábamos hasta el salón donde estaría mi sorpresa.

—–Me alegra que te haya gustado. -sonreí y posé mi brazo sobre sus hombros. —–aquí es. -sonreí encendiendo la luz del salón de fútbol.

—–Jugaremos fútbol, que emoción. -sonrió y me alivie al ver que le había gustado.

—–Así es, te enseñaré parte de mi mundo. Espero que algún día vayas a verme jugar en Valencia.

–—Claro que sí Francisco. -sonreí al igual que ella. —–el único detalle es que no creo que pueda jugar con ellos. -señaló sus tacones y reí.

—–Eso no es nada. -me miró extrañada y saque una caja con unos tacos para ella. –—espero que te queden. -sonreí y ella inmediatamente tomó la caja con los zapatos.

—–Tú si que piensas en todo Alarcon. -rió y se dispuso a colocarse los zapatos. –—bien, espero que no llores cuando te gane Francisco.

—–Eso estará por verse. -sonreímos.

Ambos nos cambiamos los zapatos y nos pusimos a jugar, al principio yo tenía el dominio del balón pero de un momento a otro ella lo tenía y vaya que juega de maravilla, yo iba detrás de ella y de repente, boom. Marcó un golazo y salió corriendo mientras gritaba gol, yo fui hasta ella y la abracé. Seguimos jugando y esta vez marque yo, así seguimos hasta que estábamos 2-2.

—–El próximo que anote gana. -dije planeando una estrategia para anotar el gol.

—–Me parece perfecto Alarcón. -sonrió. —–pero para que sea más interesante, el que pierda debe hacer lo que el otro diga, sin excepción. -tendió su mano y la acepte en forma de trato.

Empezamos la última parte, estaba seguro que marcaría, pero en un intento de autopase ella me quito el balón y salió en busca de la portería, llego a media cancha y lanzó mientras yo rogaba porque se fuera por arriba, pero no.

—–Gooooool, de Sophia Parker. -gritó mientras corría hacia mi. —–no le llame gol, llamele pedazo de gol. -cuando estaba más cerca de mi se enredó con una de las trenzas de sus zapatos y antes de que cayera la tomé del brazo provocando que ambos terminaramos en el suelo.

—–Te han dicho que tienes unos hermosos ojos. -dije mirándola fijamente a los ojos, ella no quitaba su vista de la mía y como si un impulso se apoderara de mi, la bese. Ese beso que tanto había esperado, al principio estaba sorprendida pero luego me respondió, era un beso dulce, con sentimiento y sabía que estaba jodido, ya me había enamorado de Sophia. –—Lo siento mucho Sophia, yo no quería... -y ella me interrumpió antes de terminar.

El Juego del Destino {Isco Alarcón}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora