Parte 21.

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Sophia Pov.

-Positivo. -empecé a llorar y mi amiga me abrazó-
-Tranquilízate Sophia, deja de llorar. -me trataba de consolar-
-No puedo, no puedo. -lloré más fuerte- tengo dieciséis, mi novio vive en Valencia y voy a ser madre, no puedo con tanto. -mi amiga siguió abrazándome-
-Venga Sophi, vamos a casa. -salí del hospital hecha pedazos-

Traté de calmarme, pero no podía. Estaba embarazada, y ahora que haría, que dirían mis padres, mi hermana, Francisco, todo. No sabía que hacer, mi amiga me llevó a casa, menos mal que mis padres no estaban, pero mi hermana si y noto mi horrible cara.

-Sophia, ¿Qué sucedió? -me miró preocupada y solo pude llorar- Carolina, dime.
-Pues, no sé cómo tomarás esto pero. -dudó antes de hablar- Sophia está esperando un hijo de Francisco.
-No puede ser Sophia. -ella empezó a llorar también-
-Lo siento mucho. -fue lo único que pude decir entre tanto llanto-
-¿Ya le has contado a Francisco? -yo solo negué- ay mi pequeña, yo estaré aqui para ti, pase lo que pase. -hizo que la viera a o los ojos- pero debes hablar con él.
-Debemos decirle, debes decirle que será papá. -mi amiga me abrazó-
-¿Cuánto tiempo de embarazo tienes? -preguntó más calmada-
-Casi un mes. -observé mi vientre-
-Pues debes contarle a Francisco, debe venir a Madrid. -mi hermana estaba un poco seria-
-Eso haré hermana, ahora no se que le diré a nuestros padres. -estaba nerviosa-
-¿Qué nos quieres decir cariño? -entró mi mamá a la sala sin verme- Oh por Dios Sophia, ¿qué te pasó? -corrió hacia mi al darse cuenta de mi estado y mi papá no tardó en aparecer-
-Es hora hermana. -Alexia me miró y mis padres seguían desconcertados-
-Estoy embarazada. -listo, lo dije. La expresión de mis padres era de decepción, sobretodo la de mi papá-
-¿COMO PUEDES DECIR ESO SOPHIA? -mi padre empezó a gritar sin razón- NO PUEDO CREER QUE NOS DIGAS ESO, TÚ LA NIÑA DE MIS OJOS, NO PUEDO CREER QUE ME DIGAS ESO. TIENES DIECISÉIS AÑOS SOPHIA, DIECISÉIS. -era la primera vez que lo veía tan enojado-
-Basta Thomas, la estás asustando. -mi madre trató de calmar a mi papá-
-NO PUEDO, NO VES LO QUE NOS HA DICHO, SEGURO EL PADRE ES ESE TAL FRANCISCO. -me miró y asentí- O SEA, FUISTE A VALENCIA SOLO A COMPORTARTE COMO UNA PERRA. -listo, volví a llorar más y más-
-BASTA THOMAS, ES TU HIJA. -mi madre le gritó a mi papá, yo traté de levantarme para decir algo pero de pronto todo se oscureció-

Abrí los ojos y estaba en mi habitación. Pensé que todo era un sueño hasta que volteé y vi a mi hermana sentada en el sofá que se encontraba al lado de mi cama, al verme despierta se levantó y le avisó a nuestros padres.

-Hija. -dijo mi padre más tranquilo entrando a la habitación- Lo siento, no quise ser tan fuerte. -lo interrumpí-
-Tranquilo papá, no es fácil para ti enterarte que tu hija menor está embarazada. -dije muy apenada- pero para mi tampoco lo es, toda mi vida ahora va a girar en torno a mi hijo.
-Lo sé pequeña, pero igual no debí reaccionar de esa forma. Otra solución es que si quieres lo des en adopción.
-No papá, eso jamás. Si fui valiente para quedar embarazada, debo serlo aún más para hacerme cargo de mi futuro hijo. Además, estoy segura que Francisco me apoyará en todo. -sonreí-
-Estoy orgulloso de ti mi amor. -me abrazó-
-Será difícil, pero aquí estaremos tu padre, tu hermana y yo. -mi madre sonrió- al igual que Carolina y Francisco.

Francisco Pov.
Este mes ha pasado con normalidad, los entrenamientos son más fuertes cada día, pero siempre dando lo mejor. Y con Sophia, pues las cosas no podían estar mejor, hablábamos siempre y ya estábamos planeando mi viaje a Madrid, terminé de entrenar y Agustín se adelantó al auto mientras yo aclaraba unas cosas con el entrenador, cuando salí veo a Agustín con una cara de preocupación así que me apuré en llegar con él.

-Hermano, ¿qué sucede? -dije al verlo-
-Tú teléfono no para de sonar. -lo había olvidado en el auto, pero no había visto de quien eran las llamadas-
-¿Y por eso estás así? -me eché a reír pero él seguía serio-
-Porque no has visto de quien son las llamadas. -revisé y quedé extrañado-
-Carolina. -dije preocupado- ella nunca me llama, a menos que. -me quedé mudo-
-A Sophia le haya pasado algo. -dijo mi amigo preocupado y yo estaba peor, así que llamé a Carolina-

Hasta que apareces Alarcón, te he llamado un millón de veces. -se notaba molesta-

Lo siento Carolina, estaba en el entrenamiento y dejé el teléfono en el auto.

Debes venir urgente a Madrid. -listo, ahí me asusté-

Carolina, ¿que sucede?

No puedo decirlo por teléfono, pero urge que vengas. Así sea en burro pero tienes que venir a Madrid.

Hoy mismo viajo a Madrid.

Vale.

Terminé la llamada y Agustín me miraba preocupado

-Debo viajar a Madrid ya, vamos al apartamento por mis cosas y me llevas al aeropuerto. -dije subiendome al auto-
-¿Pasó algo con Sophia? -mi mejor amigo estaba tan preocupado como yo-
-Eso iré a averiguar, no me gusta nada la urgencia con la que llamó Carolina.

Llegué a casa, busqué ropa como para tres días, y salí de nuevo con Agustín hacia el aeropuerto. Al llegar tuve suerte de conseguir el boleto, saldría dentro de unos minutos así que me despedí de mi mejor amigo y tome el vuelo con rumbo a Madrid. Sea lo que sea que esté sucediendo iba a saberlo.

El Juego del Destino {Isco Alarcón}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora