Parte 80.

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Francisco Pov.
Estaba con Victoria cuando me llegó un mensaje de Sophia así que como pude salí de la habitación para buscarla en la playa. Me tardé un poco en encontrarla, pero al hacerlo me di cuenta que no estaba tan mal como decía y como siempre Marc estaba ahí.

 Me tardé un poco en encontrarla, pero al hacerlo me di cuenta que no estaba tan mal como decía y como siempre Marc estaba ahí

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—Menos mal que me necesitabas. -musite antes de regresar al hotel.

No sabía que pensar, anoche había sido uno de los mejores días de mi vida y hoy la encuentro en los brazos de Bartra, si lo que quiere es jugar conmigo no lo iba a permitir.

Regresé a mi habitación y ahí estaba Victoria, quizás no debía terminar con ella y oficializar nuestro compromiso.

—Amor. -se lanzó a mis brazos. —¿ahora si podemos hablar?
—Claro que si Victoria. -sonrei.
—Deberías sentarte cariño. -así lo hice. —creo que es algo apresurado, pero así sucedieron las cosas y no me arrepiento de nada. -empezó a llorar y me preocupé.
—Vito, ¿qué sucede? -me arrodillé frente a ella y la miré directamente a los ojos.
—Estoy embaraza Isco. -me tomó por sorpresa la noticia. —pero si no quieres tenerlo, yo entiendo y me alejaré porque no quiero abortar. -seguía llorando y sólo la abracé.
—¿Qué? ¡Claro que no! -la miré nuevamente. —jamas te diría algo así, claro que llegó de forma apresurada, pero un hijo siempre es una bendición. -me besó emocionada.
—Te amo tanto Francisco, te prometo que seremos una hermosa familia y las niñas estarán emocionadas por su nuevo hermanito o hermanita. -la abracé.
—Ya hablaremos con ella, mientras tanto debemos organizar todo para que al llegar a Madrid hagamos oficial el compromiso y la boda. -sonrei un poco desanimado.
—Claro que si mi amor, seremos una hermosa familia. -tocó su vientre aún plano. —iré a dar una vuelta por la playa, ¿vienes?
—No linda, estoy un poco cansado. -sonrei y ella me besó antes de salir.

Ahora no había marcha atrás, me debía casar con Victoria porque no quería que mi hijo o hija viniera al mundo sin una familia constituida, no cometería el mismo error que con las gemelas. Estuve toda la tarde en la habitación pensando en todo lo que vendría.

Era la hora de la cena así que Victoria me convenció de bajar a comer, al llegar al restaurante del hotel, ella fue en busca de una mesa mientras yo me quedé en la entrada cuando apareció Sophia.

—Hola Francisco. -me sonrió.
—Hola Sophia.
—Me quedé esperándote en la playa, te necesitaba. -me miró triste. —¿no te llegó mi mensaje?
—Si me llegó, pero... -Victoria me interrumpió.
—Hola Sophia. -la saludó. —ahora que te veo, se me ocurre que cenemos juntos. Francisco y yo tenemos algo que decirles.
—Esta bien. -me miró sin entender.
—Vamos Francisco. -Vito me llevó con ella a la mesa.

A los minutos todos aparecieron, Toni me miró confuso y yo sólo me límite a decirle que no sabía nada. Las niñas llegaron con su madre y los demás. La cena estuvo muy tensa, había más de un problema sobre la mesa y se notaba, así que Victoria se levantó para hablar.

—Bueno, se que es algo extraño que estemos todos aquí, pero el motivo de estar cenando es porque Isco y yo tenemos algo que decirles. -la miré para que no dijera nada aún.
—No creo que sea momento para habl...-volvió a interrumpirme.
—Claro que si, es el mejor momento. Estoy embarazada. -la mirada de todos estaban fijas en mi. —Isco y yo seremos padres de un hermoso bebé.
—Felicidades. -dijo Sophia. —perdonen, pero debo salir un momento. -se levantó y se fue.

Sophia se fue de inmediato, Marc nos felicitó y se disculpó también para ir detrás de ella. Los celos me invadieron de forma instantánea, las gemelas me miraban desconcertadas y los demás ni hablar.

Sophia Pov.
¿Victoria embarazada? Se supone que iba a terminar con ella, no a tener un hijo. Simplemente no pude quedarme ahí con mi cara de tonta mientras mi hermana y Carolina me veían tan sorprendidas como yo, así que salí de ahí corriendo para llegar a cualquier lugar y llorar como no lo hacía desde el día en que lo dejé.

Lloraba y lloraba desconsoladamente, no podía creer que apenas anoche me estaba entregando de nuevo a él y hoy su novia sale con semejante noticia. Carolina tenia razón, no debí haber creído en él, si estaba con ella era obvio que no la iba a dejar por mi.

Pero como iba a creer que pasaría esto, él me prometió que estaríamos juntos otra vez y yo le creí, le creí como una idiota. De un momento a otro siento una mano en mi hombro, me volteé y vi a Marc, no dudé en abrazarlo y llorar entre sus brazos.

 De un momento a otro siento una mano en mi hombro, me volteé y vi a Marc, no dudé en abrazarlo y llorar entre sus brazos

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—Me mintió Marc, me mintió. -lloraba aún entre sus brazos.
—No llores Soph, él no merece que estés así. -limpió las lágrimas que aún caían por mis mejillas.
—Pensé que sería distinto esta vez ¿sabes?, pero claro soy una tonta. -reí irónica. —solo quería acostarse conmigo para luego soltar lo de su paternidad.
—Soph, no eres ninguna tonta. Simplemente que el amor te ciega y no te deja ver ciertas cosas. -me miró directamente a los ojos y pude entender lo que todos decían, en realidad estaba enamorado de mi. —pero él se lo pierde, así que limpia esas lágrimas y regresa porque tus hijas te necesitarán más que nunca.
—Es cierto Marc, no volveré a llorar por ese idiota. Y sabes que es lo peor de todo, que mi mejor amiga tenia razón y no le creí así que le debo una disculpa.

Sequé mis lágrimas, tomé un respiro y regresé al hotel. Me encontré con mi hermana y me dijo que las gemelas estaban inconsolables en la habitación, fui con ellas acompañada de Marc.

—Niñas. -mencioné y corrieron a mis brazos con lágrimas en los ojos.
—Papá es el peor. -mencionó Nathalie.
—No quiero un hijo de Cruela. -Val lloraba a mares, ver a mis hijas en ese estado me partió el alma.
—A ver niñas, vengan conmigo. -me senté en la cama con ellas a cada lado mientras Marc lo hacía en el sofá que estaba en frente. —Ustedes sabían que su padre estaba con Victoria.
—Si, pero no que tendrían un hijo mamá. -Nathalie era la más afectada por todo esto.
—Seguro será peor que la mamá. -Valerie estaba enojada.
—Niñas basta, sé que están enojadas y lo comprendo, pero ahora van a tener un hermano o hermana nueva y deben demostrarle todo el amor del mundo porque estoy segura de que serán las mejores hermanas mayores que alguien pudiera desear, lo que importa realmente es que sera hijo de su padre. -las abracé.
—Su mamá tiene razón niñas, se les hará un poco difícil, pero ya verán que le tomarán cariño al bebé. -Marc sonrió.
—¿Y si papá se olvida de nosotras? -Val me miró.
—Eso no va a pasar, son la luz de sus ojos. -sonrei.
—Además, tienen una maravillosa madre que las ama y daría todo por ustedes. -Marc las miró. —Y ni contar a sus tías, a su tío Toni, a León y a mi que las quiero un montón. -las gemelas lo abrazaron.
—No se preocupen por nada mis amores, todo estará bien.

Después de ese drama, las niñas se quedaron dormidas de inmediato y Marc se fue no sin antes despedirse.

—Gracias Marc. -sonrei.
—Ya perdí la cuenta de cuantas veces me has dado las gracias el día de hoy. -rió. —pero no es nada, lo hago por ti y por las niñas.
—Eres muy importante para mi Bartra, te quiero. -besé su mejilla y se marchó a su habitación.

Mañana lo primero que haré será buscar a mi mejor amiga y arreglar las cosas con ella.

El Juego del Destino {Isco Alarcón}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora