Él y yo, almas gemelas.
Tanto así que tuvimos gemelas, lástima que las cosas no son lo que parecen.
Y vaya que no lo son.
Francisco y Sophia se aman, pero los obstáculos los separan, aunque no para siempre.
Sophia Pov. Todo va de maravilla, vivir con Francisco ha sido mejor de lo que esperaba, era todo un amor. Me acompañaba a las consultas, estaba pendiente de mis antojos, e incluso faltó varios días al entrenamiento sólo para cuidarme porque me sentía mal. Con Agustín me llevo perfecto era mi mejor amigo y un excelente tío. Mi pancita se está notando cada día más. Los chicos llegaron hace unos minutos de entrenar, yo empecé a hacer la cena para los tres cuando un brazo se apoyó sobre mi hombro y ahí estaba él.
-Hola princesa. -me besó el cuello- -Hola Francisco. -le sonreí mientras movía la salsa que tenía en la estufa- -Me encanta verte cocinar. -aún me tenía abrazada y tenía su cara apoyada en mi hombro-
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-En serio, los quiero, pero ya he dicho que no quiero ver sus demostraciones afectivas. -dijo Agustín apareciendo en la cocina- -Deja la envidia. -le reclamó Francisco y le lanzó un paño de cocina- -Basta, parecen dos niños. -dije y empezamos a reír- -Huele delicioso, ¿qué preparas? -Agustín empezó a levantar las tapas de las ollas- -Spaghetti con albóndigas. -sonreí- hey, deja eso. -Agustín había agarrado una cuchara para probar la salsa- -Perdón mamá. -dijo y reí-
Terminamos de cenar, de verdad que con ellos no me aburría nunca, cuando estaba con ellos el tiempo se pasaba volando. Estaba limpiando la cocina cuando me dieron unas náuseas horribles y salí corriendo al baño a devolver el estómago. Francisco preocupado fui detrás de mi. -Amor, ¿cómo estás? -dijo nervioso- -Mejor. -dije pasando una servilleta por mi boca- -Esto es lo que no me gusta, que andes con esas náuseas y vómitos. -se quejó- -Lo sé amor, pero la doctora dijo que sería parte del embarazo. -le dediqué una corta sonrisa- -Si, pero sigue sin agradarme. -hizo mala cara y le di un beso en la mejilla- vamos para que te recuestes un rato. -Si eso es lo que necesito. -sonreí-
Francisco Pov. Estos meses han sido increíbles, ella era maravillosa y sabía que sería una madre perfecta. Pero como todo embarazo, el de ella no estaba libre de náuseas y vómitos, así que luego de ese episodio fue a mi habitación, ahora nuestra, para recostarse. Ella en unos minutos se quedó dormida y yo al cabo de veinte minutos de ver como dormía, caí en un profundo sueño hasta que teléfono sonó, era una notificación de una foto, cuando la vi iba a matar a Agustín. Como pude me levanté sin molestar a Sophia que seguía durmiendo y fui a su habitación.
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AgustínFernandez09: Y esto ya se volvió típico, ver a @iscoalarcon y @sophiparkm con sus demostraciones de amor. #Dontworryandbeforeveralone
-Agustín Ignacio. -dije entrando a su habitación- -¿Qué hemos dicho de mi segundo nombre? -dijo fastidiado- no se menciona ni de coña. -Pues deja de tomarnos fotos a Sophia y a mi. -dije lanzándole mi teléfono- -Debes admitir que se ven bien. -se echó a reír- Además, Alexia me ha dicho que quiere todo tipo de fotos. -lo miré mal- tranquilo, que cuando estén follando no tomaré fotos, ni siquiera me apareceré por aquí. -se echó a reír y lo golpeé- -Eres tremendo idiota. -reí- -Así me amas cariño. -hizo una muy mala imitación de Sophia y yo sólo reí a carcajadas- -No te queda, imbécil. -me lanzó una almohada pero falló- nos vemos, mañana iré con Sophia a ver como está nuestro bebé.
Salí de la habitación y me fui de nuevo con Sophia, ella seguía durmiendo plácidamente, me acosté a su lado y ella al sentir mi presencia me abrazó. Al día siguiente me levanté antes que ella así que fui a la cocina y Agustín ya había hecho café. Lo ayudé con el desayuno, Sophia llegó ya arreglada, tomamos el desayuno, yo me fui a arreglar y salimos hacia la clínica para su chequeo regular.
-Sophia Parker. -dijo la asistente de la doctora, era nuestro turno- -Hola Sophia, ¿que tal el embarazo? -sonrió- -Muy bien, lo único es que para tener cuatro meses mi bebé es muy inquieto. -dijo tocando su vientre- -Pues ya vamos a verlo. -sonrió- recuestate en la camilla y levanta tu blusa. -mi novia asintió e hizo lo que le indicó- bien, todo parece estable. -sonrió moviendo el aparato que mostraba el ultrasonido- aunque ya va, hay algo más. -prestó atención al monitor- -Pasa algo doctora, ¿Qué tiene mi bebé? -Sophia se estaba empezando a preocupar al igual que yo- -Pues, no hay un bebé allí. -mi corazón se había roto por un instante- -¿Qué está queriendo decir? -dije al ver la cara de Sophia-
