El Juego del Destino {Isco Alarcón}.

Parte 52.

Sophia Pov.
Habían pasado tres semanas desde que Valerie se había ido al campamento, así que estaba de lleno con los diseños de vestidos. Carolina había llegado ayer y me estaba acompañando en la boutique, pero se alejó para recibir una llamada.

—Si, yo entiendo que son muchos días, pero estoy con mi mejor amiga. -se quedó callada. —Tranquilo Serg, pronto haremos FaceTime y la conocerás. -sonrió algo ¿enamorada?. —vale, te quiero guapo. -cortó la llamada y regresó a mi lado.
—Vaya, así que, te quiero guapo. -la miré sospechosa.
—Joder, me has escuchado. -sus mejillas se tornaban rojizas.
—Cuéntame ya Carolina Castilla. -dije seria.
—Vale, vale. Sabes que trabajo en el canal del Barcelona. -asentí. —pues, un día me tocó hacerle una entrevista al equipo y bueno. -se quedó callada.
—Será que puedes terminar hija de Dios. -dije riendo.
—Bueno, choqué sin querer con Sergi y aquí estamos. -sonrió.
—¿Qué Sergi? -la miré confundida.
—Sergi Roberto tonta. -rió.
—No tengo idea. -ella rió, tomó su celular, buscó en whatsapp y me mostró su foto de perfil.
—Es él. -lo vi, era muy lindo.

—Es muy lindo. -sonreí.
—Si, y me trata muy bien. Aún no tenemos nada oficial, pero ahí vamos.
—Caro, eso es lo más emocionante que me has dicho en años. -la abracé. —pensé que te quedarías sola para siempre. -reí y ella me golpeó.
—Estúpida, es algo serio. -me miró mal. —¿sabes lo que es que te guste un jugador del Barcelona cuando perteneces al equipo rival?
—Ese era el riesgo de irte a vivir para allá, además que tu trabajo está ahí. -sonreí. —no es nada malo, cuando hay amor lo demás sobra.
—Y lo mejor de todo es que tiene un amigo perfecto para... -la interrumpí.
—Sabes muy bien que no quiero tener nada que ver con futbolistas. -la miré seria. —además, no tengo tiempo para una relación. Estoy feliz así, solo con Valerie.
—Sabes que no es cierto Sophia y perdona que te lo diga, pero te hace falta alguien a quien amar. -colocó las manos en su cadera.
—Dije que no Carolina, no pienso estar con alguien más.
—Ya deberías haber superado a Francisco. -dijo un poco molesta.
—No se trata de él, se trata de mi. -suspiré. —es mejor dejar el tema así Carolina.
—Esta bien, no diré nada más.

Carolina Pov.
Aunque Sophia lo niegue se que le hace falta alguien que la quiera, pueda ocuparse de ella y de Val así que luego vería como la ayudo. Estábamos en su casa y ella se fue a hablar por teléfono, yo me quedé en el sofá revisando mis redes sociales cuando entró una llamada de FaceTime, era Sergi.

Hola cariño. -sonreí.

Hola princesa. -me percaté que estaba en el avión del equipo.

¿A dónde van?

Ya sabes, hay juego en Italia por la champions. -sonrió.

Cierto, se me había olvidado.

Y tú, ¿qué tal Múnich?

Tranquilo, con Sophia no salgo mucho, solo a la boutique. -sonreí.

Me parece bien, así no te ven mucho esos alemanes.

¿Celoso Roberto? -reí.

Sólo un poco. -escuché un gritó y luego se acercó uno de sus compañeros que iba con él.

Hola Carolina Roberto. -rió.

Calla Bartra. -Sergi lo golpeó.

Hola Marc. -sonreí y en ese instante Sophia pasó por donde estaba mientras hablaba por teléfono.

Wow, ¿y ella es? -Bartra se había interesado en mi mejor amiga.

Es Sophia, su mejor amiga. -respondió Sergi.

Debes decirme que tienes amigas así de lindas. -rió.

Cállate Marc, están muy lejos. Además, tiene una linda hija de casi doce años.

Eso no es problema. -sonrió y algo dentro de mi sabia que debía juntarlos.

Chicos, debo hacer unas cosas como Soph, hablamos luego. -sonreí. Chao Sergi. -le lancé un beso. Adiós Marc fastidioso Bartra. -reí y corté la llamada.

Marc era el mejor amigo de Sergi, estaban juntos en la selección española y en el Barcelona, es un gran chico y tal vez a mi mejor amiga le interese conocerlo. Definitivamente, Carolina la cupido había regresado y debía hacer que Sophia viajara a Barcelona.

Francisco Pov.
Los entrenamientos han estado más fuertes esta semana, todo por ganar los partidos y que la afición siga feliz con nosotros. Hace unas semanas había conocido a una chica muy hermosa, se llama Victoria y hoy vendría a cenar a casa aprovechando que mi mamá estaba en Madrid.

—Estoy emocionada por conocer a tu novia hijo. -mi madre sonrió.
—No es mi novia mamá, apenas llevamos dos semanas de conocernos. -sonreí.
—Pero yo espero que si es tan buena como dices lo sea muy pronto.
—Si mamá, tranquila. -sonreí y sonó el timbre. —debe ser ella. -abrí la puerta y efectivamente, era Victoria. —hola Vito, pasa. -me dio un beso en la mejilla y pasó.

Mi madre la saludó, podía ver en su cara que tenía ciertas dudas con respecto a ella, a eso se le añade que tuve que sacar a Parker al jardín porque no dejaba de ladrar. Cenamos mientras Victoria hablaba de todo, mi madre no la veía con buenos ojos. Al final de la cena, quiso que nos sacaramos una foto.

—Más que perfectos cariño. -sonrió y depositó un sonoro beso en mi mejilla dejando su labial marcado. —estuvo muy rico todo, pero debo irme.
—Vale Vito, te acompaño. -se despidió de mi madre y salimos. —espero que te haya gustado todo. -sonreí.
—Estuvo perfecto. -se acercó a mi y colocó sus brazos alrededor de mi cuello. —y más tu bombón. -de la nada me besó, pero no se porqué seguí su beso que se tornó más apasionado hasta que por falta de aire nos separamos. —nos vemos mañana cariño mío. -volvió a besarme para luego irse.