Parte 55.

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Nathalie Pov.
Llegó el día de regresar, estaba nerviosa por ver a mi mamá. No quería echarlo a perder, pero gracias a Val pude aprender alemán en tiempo récord.

—Espero que todo salga bien. -dije nerviosa.
—Ya verás que si Nat. -la abracé. ya sabes, el tío Thomas ira por ti, él será la prueba de fuego porque a veces pienso que me conoce más que mamá, así que suerte. -volví a abrazarla.
—Valerie Parker. -gritaron y supe que era hora.
—Suerte Valerie. -me gritó Val fingiendo que era yo.

Llegué al aeropuerto de Lisboa, pronto anunciarian mi vuelo así que busqué la puerta de embarque y esperé unos minutos.

Ya en el avión estaba muy nerviosa, conocería a mi mamá, estaba con la mirada perdida en el gran cielo azul. Llegó el momento de mi vida, el avión ya estaba en suelo alemán, todos los pasajeros salieron del avión mientras yo iba detrás de ellos esperando ver la cabellera del tío Thomas, aunque lo que vi fue a un hombre con lentes de sol y una gorra que tomó mi brazo.

—Val, soy yo, el tío Thomas. -sonreí aliviada.
—Se me había olvidado que eres un futbolista de talla mundial. -reí y lo abracé.
—Vamos al auto cariño. -tomó mis maletas y caminamos hacia la salida.

De camino a casa íbamos muy entretenidos, al parecer él no había notado que no era Valerie, tampoco que a veces dudaba con ciertas palabras alemanas. Lo único que podía pensar era en mi mamá, quiéreme mamá, quiéreme, eso era lo que repetía una y otra vez mi subconsciente. El tío Thomas hablaba de vez en cuando, pero yo sólo podía admirar las preciosas calles de Múnich.

—Ya llegamos. -miré la preciosa casa, sin duda era más hermosa que en fotos.

—¿te vas a quedar viendo la casa como boba o vas a bajar Valerie? -volví a la realidad y solo reí

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—¿te vas a quedar viendo la casa como boba o vas a bajar Valerie? -volví a la realidad y solo reí.
—Ya voy tío. -reí.

Entré rápidamente a la casa, admiré lo hermosa que era, la sala era preciosa. Caminé a la sala y había un cartel de bienvenida, seguí caminando y ahí estaba ella, más hermosa que nunca.

—¡MAMÁ! -grité y corrí hacia ella para darle un gran abrazo

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—¡MAMÁ! -grité y corrí hacia ella para darle un gran abrazo.
—Mi pequeña Valerie. -me abrazó fuertemente. —te extrañé demasiado, creo que no volverás a ese campamento. -reí.
—Yo solo quiero estar contigo mami. -volví a abrazarla.
—Gracias por traerla Thomas. -sonreí y mamá lo abrazó.
—Sabes que la adoro. -me miró. —bueno, debo irme porque tengo que ir al entrenamiento. -sonrió antes de salir.
—Cariño, deja tus cosas en tu habitación y luego bajas para comer. -me sonrió y asentí.

Subí las escaleras buscando la habitación de Valerie, abrí varias puertas, pero nada hasta que una tenía su nombre en ella. Entré a su habitación y era tal cual me la había descrito Val.

Dejé todo sobre la cama, me asomé un momento por la ventana para admirar el hermoso jardín

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Dejé todo sobre la cama, me asomé un momento por la ventana para admirar el hermoso jardín. Bajé de nuevo para comer con mi mamá, comimos entre risas y bromas, yo no podía dejar de verla, de analizar sus gestos, todo, ella era la mejor.

Luego de un rato, entré a su pequeño salón de diseño, ella estaba hablando por teléfono, al verme me hizo una seña para que me sentara y así lo hice.
—Cariño, debo ir a la boutique por un inconveniente con un vestido.
—¿Puedo ir contigo? -pregunté nerviosa-
—Claro que si Val. -sonrió mientras tomaba su cartera. —vamos cariño. -salimos de la casa hacia la boutique.

Paseamos por Múnich hasta el centro de la ciudad donde quedaba la boutique, al llegar estaba la tía Lisa con una clienta.

—Valerie. -vino corriendo a abrazarme. —te extrañé tanto pequeña. -sonreí.
—Y yo a ti tía Li. -volvió a abrazarme.
—Lisa, ¿qué sucede? -mamá la miró.
—No sabemos que velo le quedará mejor. -ellas caminaron mientras yo observaba cada espacio de la boutique.

Yo observaba todo minuciosamente, todo estaba bien decorado y era hermoso. Me senté en un sofá mientras mi mamá y la tía Lisa buscaban el velo correcto para la clienta que tenía puesto un hermoso vestido de novia.

—Val, ¿cuál te gusta más? -me miró mientras levantaba los velos que tenía en las manos.
—¿Me hablas a mi? -la miré llegando de otra galaxia.
—Obvio tontita. -todas reímos.
—Este. -señalé el que tenía en la mano derecha, perfectamente elaborado con algunos detalles en encaje y pequeñas incrustaciones de Swarovski.
—Buena elección. -me sonrió y volvió con la tía Lisa.

Le colocó el velo a la novia y se veía hermosa, sólo me imaginaba verla a ella con unos de sus vestidos para casarse con papá, sería lo más emocionante del mundo. Ella terminó de arreglar lo que tenía pendiente y salimos de la boutique, íbamos caminando por el centro de Múnich cuando decidí preguntar.

—Mamá, ¿hacer tantos vestidos de novia no te motiva a volver a casarte? -me miró sorprendida.
—¿Volver a casarme?
—Si, me imagino que te casaste con papá. -sonreí.
—No cariño, éramos jóvenes y cuando llegaste al mundo no habíamos pensado en eso.
—¿Cómo se conocieron?
—A donde vienen tantas preguntas sobre tu padre.
—Sólo quiero saber de él, se que no te gusta, pero yo quiero saberlo. -me miró y soltó un suspiro.
—Pues nos conocimos en un crucero en unas vacaciones, yo acababa de cumplir dieciséis y él casi tenía diecisiete. Nos conocimos porque tiró mis bebidas al suelo. -reí al imaginar a papá.
—¿Fue amor a primera vista?
—Definitivamente, lo vi y supe que sería el amor de mi vida. -sonrió.
—Es decir que todavía lo amas. -sonreí levantando una ceja.
—Creo que es mucho de tu padre por el día de hoy Valerie Sophia. -reí al ver su cara toda sonrojada.

Amaba estar con mi mamá, era la mejor. Sólo esperaba que Valerie hiciera algo parecido y le sacara más información a papá sobre su relación con ella.

El Juego del Destino {Isco Alarcón}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora