Parte 78.

266 16 21
                                    

Sophia Pov.

—Si, soy yo. -sonrió.
—Francisco, ¿tu me citaste aquí?
—Así es Sophia.
—No entiendo, ¿por qué lo hiciste? -lo miré sin poder creerle.
—Porque aún te amo. -me miró a los ojos y yo no sabía si llorar o correr.
—Debes estar bromeando, tú estás con Victoria, se van a comprometer y luego van a casarse.
—Solo hablo con ella y se acaba todo. -tomó mis manos entre las suyas. —se que te parece loco todo esto, pero no puedo dejar de pensar en ti y en lo mucho que te amo.
—No lo sé Francisco. -me solté de su agarre.
—No puedo dejar de sentirme celoso cada vez que Marc está contigo. Por eso vine a Ibiza, de sólo imaginarte con él todo en mi cambia.
—Yo no sé que pensar, es confuso.
—No me digas que estás enamorada de ese idiota. -dijo un poco enojado.
—No te voy a permitir que lo insultes.
—O sea que es cierto, si lo quieres. -su mirada expresaba tanta rabia.
—Sabes qué, lo que hice fue perder mi tiempo en venir hasta acá.
—Solo dime que lo amas más que a mi. -me miraba serio.
—Eres un idiota Francisco. -me iba a ir, pero me tomó por el brazo y me besó.

 -me iba a ir, pero me tomó por el brazo y me besó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de tantos años, aquí estábamos de nuevo. Al principio no reaccioné ante su beso, pero no me pude resistir y le seguí, estaba tan ansiosa por volver a probar sus labios, sentía que aunque hayan pasado doce largos años mi amor por él seguía intacto, seguía amando al malagueño, de eso no había ninguna duda.

—Esto no debió suceder. -dije al separarme de él.
—No digas eso Sophia, tanto tú como yo queríamos que pasara. -tenía toda la razón.
—Es mejor que me vaya y que cada quien siga su camino.
—Espera, sólo dejame demostrarte que eres el amor de mi vida.
—No estoy segur... -no me dejó terminar cuando me tenía en brazos y me llevaba a quien sabe donde. —Francisco, bajame ahora.
—No lo haré, me amas y yo te amo, eso es suficiente para mi.

Mis peleas fueron en vano, Francisco me llevó hasta un auto y me dejó en el asiento del copiloto, inmediatamente se sentó a mi lado y puso en marcha el vehículo. El camino fue un poco silencioso, estaba incómoda ante la situación en cambio el se notaba tan tranquilo. Mientras observaba las calles por la ventana pude sentir su mano entrelazándose a la mía.

 Mientras observaba las calles por la ventana pude sentir su mano entrelazándose a la mía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El Juego del Destino {Isco Alarcón}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora