Parte 23.

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Francisco Pov.
Papá, sería papá. La noticia me agarró fuera de base, jamás imaginé ser papá tan pronto, pero sin duda lo asumiría. No dejaría al amor de mi vida sola. No me lo perdonaría jamás, por eso la llevaré conmigo a Valencia.

-¿Qué opinan? -dije nervioso-
-Si nuestra hija acepta, nosotros igual. -dijo su padre y todos la miramos-
-Estaría perfecto. -me sonrió y la abracé-

Al día siguiente fui con Sophia al médico, ella estaba nerviosa al igual que yo. La doctora le dijo que se recostara en la camilla y que se levantara la camisa, ella le coloco un gel sobre su vientre y empezó a pasar el aparato que nos mostraría a nuestro bebé.

-Pues felicidades. -dijo la doctora viendo el monitor- Tienen un lindo bebé de cuatro semanas. -se quitó los guantes- tienes que venir mensualmente para llevar el control de ese pequeño.
-¿Lo viste amor? -me miró ilusionada-
-Claro que si pequeña. -le di un pequeño beso-
-Eso es todo por hoy, le mandare la dieta que debe hacer y lo que debe tomar. Así que esto ha sido todo. -sonrió-
-Gracias. -dijimos ambos antes de salir del consultorio-

Salimos de ahí más felices que nunca, le había mandado la foto de mi bebé a todos, incluyendo a mis padres los cuales me llamaron y luego de un sermón aceptaron felices la idea de ser abuelos. Mañana mi princesa y yo regresariamos a Valencia, estaba nervioso, es que nadie a los dieciséis se imagina vivir con su novia, pero yo lo haría con todo el amor del mundo. En casa de Sophia todos estaban felices por nosotros y nuestro pequeño bebé. Ella quedó en terminar la secundaria por Internet, sus padres aceptaron con la condición que viniera a su graduación. Yo la ayude a preparar su equipaje, y Carolina se apareció por la habitación.

-Te voy a extrañar mucho amiga, los días no serán lo mismo sin ti. -dijo triste-
-Lo sé Carolina, yo también te voy a extrañar, eres mi mejor amiga. -se abrazaron- pero prométeme que irás a visitarnos.
-Obvio, no te dejaría sola con este tonto. -me señaló y yo reí- quiero fotos de mi futuro sobrino todas las semanas, del cuarto, los ultrasonidos, todo.
-Claro que sí. -le dije sonriendo-
-Y tú Alarcon. -se me acercó- espero que cuides a Sophia porque soy capaz de tomar el primer vuelo e irte a cortar a tus amiguitos. -sonrió amenazante y yo solo asentí-
-Anotado. -reímos-
-Bueno, los dejo al fin que ya duermen juntos. -reí ante su comentario- los quiero par de tontos. -nos abrazó antes de salir de la habitación.
-Aunque se vea así toda mala, te quiere. -mi chica sonrío mientras me sentaba en el sofá-
-Los sé, en el fondo me ama. -ambos reímos- pero ven acá, no he podido abrazarte y decirte lo mucho que te amo. -se sentó a mi lado y la abracé- tu y ese pequeñín son lo más importante en mi vida desde ahora y para siempre, te amo Sophia.
-Eres lo más bello del mundo Francisco, siempre te vamos a amar. -me abrazó y me dio un beso en la mejilla-

Después de estar un largo rato abrazados, ella se acostó en su cama y yo me quedé en el sofá a dormir, pero a media noche Sophia se levantó para ir al baño, me pidió que me durmiera con ella y así lo hice

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Después de estar un largo rato abrazados, ella se acostó en su cama y yo me quedé en el sofá a dormir, pero a media noche Sophia se levantó para ir al baño, me pidió que me durmiera con ella y así lo hice. Dormimos abrazados, está sería la primera de muchas noches así. Al día siguiente, los padres de Sophia nos llevaron al aeropuerto, sin duda la parte más difícil ha sido ver a mi pequeña despidiéndose de su familia, las lágrimas de ella al abrazar a su madre y su hermana me han devastado. Su padre y yo tratábamos de ser fuertes, pero ella estaba llorando a mares y la entiendo, dejar a su familia para vivir con otra persona y en otra ciudad no era lo mejor, pero la haría sentir como una princesa porque ella lo merecía. Luego de una larga despedida, empezamos a abordar el avión con destino a una nueva aventura, esa aventura llamada ser padres.

El Juego del Destino {Isco Alarcón}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora