Él y yo, almas gemelas.
Tanto así que tuvimos gemelas, lástima que las cosas no son lo que parecen.
Y vaya que no lo son.
Francisco y Sophia se aman, pero los obstáculos los separan, aunque no para siempre.
Sophia Pov. Mi hermana se fue hace unos minutos con Toni a cenar y yo me quede cuidando a León con Valerie, el pequeño estaba llegando a sus tres meses de vida y todos lo amaban, era tan adorable. Lo tenía sobre una cobija donde el jugaba con algunas pelotas pequeñas mientras Val iba a buscar algo a su habitación.
-¿Qué hacías cariño? -digo mirando a León- -Fui a buscar esto. -la observé y tenía la cámara en sus manos- quiero tomarle muchas fotos a León para que luego él las pueda ver. -Me parece muy bien cariño. -sonreí-
Valerie se sentó muy cerca de León y empezó a tomarme fotos, obviamente sin flash para no molestar al pequeño. Yo enamorada de la tierna escena no aguanté y les tomé una foto que luego mandaría a enmarcar.
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Luego de unas horas jugando con mis amores, León se quedó profundamente dormido así que lo llevé a mi habitación y lo coloque en la enorme cuna de Valerie. Ella se quedó con él mientras yo iba a arreglar unas cosas de la boutique. Tardé una hora aproximadamente, y antes de subir sonó el timbre, era mi hermana.
-¿Cómo les fue? -pregunté dejándolos pasar- -De maravilla. -Toni sonrió- -Teníamos meses sin salir solos. -mi hermana lo miró y sonrió- gracias por cuidar a León hermana. -No tienes nada que agradecer, es mi sobrino favorito. -sonreí- además que Valerie lo ama, tenías que ver como lo cuida. -¿Dónde están? -preguntó al notar que estaba sola en la planta baja de la casa- -Están en mi habitación, León se quedó profundamente dormido y como sabrás Valerie no lo dejaría solo. -reímos- -Es de esperarse. -mencionó Toni y subimos-
Subimos a mi habitación entre bromas hacia Toni, cuando llegamos a mi habitación me preocupé al no ver a Valerie cerca, pero al acercarnos a la cuna donde dormía León ahí se encontraba, mi pequeña hija se subió a la cuna con él. Valerie era la que estaba dormida mientras que León estaba despierto mirando a todos lados.
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-Hola mi precioso. -mi hermana le hizo cariñitos a León y él sólo reía- -Se nota que estás muy cómodo ahí campeón. -Toni sólo lo veía- -Valerie si que se toma en serio eso de cuidarlo. -mencionó mi hermana- -Te lo dije. -reímos- -Creo que será mejor dejarlo aquí esta noche. -mencionó Toni- mañana pasamos por él antes de irme al entrenamiento. -Me parece bien amor, así Val duerme tranquila y no se preocupa al no verlo. -sonrió- claro, si no te molesta Soph. -Para nada, sabes que amo a este pequeñín. -tomé su pequeña mano-
Mi hermana y Toni se fueron, yo acomodé algunas cosas y me fui a dormir. Al día siguiente habían muchas cosas que hacer en la boutique, Alexia buscó a León y me haría el favor de llevar a Valerie al colegio. Pasaron los días, y había recibido una gran noticia, tendría que hacer un vestido de novia para la futura señora Müller, si, Lisa se casaría con mi mejor amigo y estoy más que feliz.
Dos años y medio después.
Francisco Pov. Bueno, la vida en Málaga durante estos años ha estado estupenda, Nathalie tiene nueve años y es la niña más independiente del mundo, es mi alegría y el motor de mi vida. Estaba feliz en mi equipo, pero sentía que debía ir en busca de algo más. Este año terminaba mi contrato con el Málaga y no estaba seguro de querer renovar. Había escuchado varios rumores pero nada concreto, hoy era mi cumpleaños número veinticinco, y Nat me había preparado una sorpresa con ayuda de mi madre.
-Papá, debes cerrar los ojos. -me dijo en tono autoritario- -Vale, vale, lo haré. -me tapé los ojos con una venda que me dio Nathalie- -A la cuenta de tres los abrirás. -suspiré- uno, dos y. -tomó una pausa- tres. -me quité la venda- -¡Agustín! -mi mejor amigo estaba aquí- Dios, esta sorpresa no me la esperaba. -abracé a mi hermano del alma- -Se que me extrañaste bebé. -dijo con tono seductor y reímos- venga tío, feliz cumpleaños. -me abrazó- -Tenía casi tres años sin verte, ha sido un estupendo regalo. -miré a Nathalie- -Sabía que te gustaría papá. -sonrió-
El día transcurrió de maravilla, tenía mucho tiempo sin ver a mi mejor amigo, por tanto decidimos salir un rato para hablar entre nosotros.
-¿Qué tal Italia? -pregunté- -Muy bien, pero creo que me iré a Francia o Alemania. -Eso estaría estupendo, te haría bien cambiar de aires. -sonreí- -Si, lo más seguro es que vaya a Alemania, la Bundesliga me llama la atención. -Esa liga es fantástica. -mencioné- -Si. -dudó un poco- hace poco me encontré a Carolina. -fijé mi vista en él- -¿Qué te dijo? -pregunté nervioso- -No mucho, me imagino que Sophia no quiere que nadie sepa donde está. Lo único que pude saber es que Alex se había casado y tenía un hijo. -¿Sabes con quién se casó? -pregunté inquieto y el negó- -¿Tú no supiste nada más de ella? -negué- -Es como si se las hubiese tragado la tierra, no hay nada relacionado a ella. -Tal vez sea lo mejor hermano, si llegara a aparecer no sabes como tomaría Nathalie la noticia. -En eso tienes razón Agustín.
Cambiamos el tema y seguimos hablando como siempre, él era mi mejor amigo y me alegraba tenerlo aquí. De regreso a casa, me llegó una llamada que lo cambiaría todo.
