Parte 83.

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Francisco Pov.
No podía creer lo que estaba viendo, las niñas y Sophia me veían a lo lejos. Victoria las llamó para que pasaran con nosotros, ellas no querían venir, pero Sophia las mandó.

—–¿Qué hiciste Victoria? -le susurré para que nadie lo notara.

—–Solo quería que estuviesen aquí con nosotros. -sonrió y las niñas llegaron con nosotros.

—–Hola papá. -dijo Nathalie incómoda.

—–Niñas, que bueno que pudieron venir. -Victoria las abrazó.

–—Ajá si. -respondió Valerie un poco fastidiada.

Las niñas no estaban felices y yo tampoco, se supone que hablaría con ellas antes de que todo esto sucediera. Podía ver como Sophia me observaba molesta, ella estaba con su hermana, Toni y Dani.

Victoria me llamó para que fuera con ella y con las niñas a dar una entrevista a la revista a la cual vendió la exclusiva de nuestro compromiso.

—–Felicidades por el compromiso, ahora bien, Victoria ¿que se siente ser la futura señora de Alarcón?

—–Es una sensación inexplicable, casarte con el amor de tu vida es lo mejor.

—–¿Qué pasó por tu mente al saber que él ya tenía dos hijas de una relación pasada? -las niñas estaban muy incómodas y yo igual, no era de hacer este tipo de espectáculos.

—–Cuando lo conocí sabia que estaba ante un hombre que ya había estado con alguien más y fruto de eso fueron las gemelas, aunque al principio pensaba que era solo Nathalie no me importó en absoluto que fueran gemelas, las adoro como si fuesen mis hijas.

—–Francisco, te vemos siempre en las canchas, pero ahora vas a comenzar una nueva etapa junto a la mujer que amas ¿como te preparas para esta nueva etapa?

—–Es un nuevo reto en mi vida, pero estoy dispuesto a asumirlo.

—–Niñas, para todos fue difícil asimilar que su padre tenía gemelas, ahora que se les ha visto junto a él y junto a su madre, ¿qué opinan sobre su futura madrastra?

—–Nada fuera de lo normal. -respondió Nathalie con seriedad.

—–Yo las quiero y siempre serán las hijas de Isco, pero espero que en un futuro puedan verme como su amiga. -respondió un poco nerviosa Vito.

—–Si claro. -susurró Valerie, pero sólo su hermana y yo escuchamos.

La entrevista culminó con varias fotos, cuando el reportero se fue las niñas corrieron al lado de su madre que luego de unos minutos vino hacia mi.

—–Se supone que sería una cena para tratar de reconciliarte con tus hijas, no un circo mediático. -me miró enojada.

–—Yo no tenía idea de que vendrían Sophia.

—–O sea, ¿pensabas ocultar tu compromiso?

—–Claro que no, sólo que después hablaría con las niñas de ello.

—–Mira Francisco, tu vida me importa muy poco, puedes hacer con ella lo que te de la gana. Lo que no voy a permitir es que utilicen a mis hijas para esta clase de estupideces, ponerlas a aparentar que son una familia feliz cuando tu sabes muy bien que están enojadas contigo es algo de mal gusto.

—–Yo no quería, pero Victoria me... -Sophia no me dejó terminar.

—–Me vale, sólo te digo que no esperes que me preste a semejante circo lleno de hipocresía. -se iba a ir, pero se detuvo. —–¡Ah! Otra cosa, espero que tengas la decencia de avisarle a tus hijas la fecha de tu boda, no vaya a ser que Victoria les avise el mismo día.

Y me dejó ahí, solo y sintiéndome como un idiota, la vi como se marchaba de la casa con las gemelas al igual que Toni y Alexia. Mi vida personal se estaba convirtiendo en un asco, mis hijas me odiaban, la mujer que amo también y debo casarme con alguien por cumplir con mis obligaciones como padre.

Marc Pov.
Estaba entrenando con los chicos entre bromas y risas, eran unos locos, pero son como mis hermanos y los quiero.

Luis Enrique dio por culminado el entrenamiento y fuimos a los vestidores, me arreglé casi de primero, cosa que sirvió para las burlas de mis compañeros porque siempre era de los últimos en salir.

Entre las bromas de todos, pude escuchar mi teléfono sonar así que lo tomé de inmediato y vi el nombre de Sophia en la pantalla.

—–Callense, es Sophia. -les hice una seña y atendí. —–Hola cariño, ¿qué tal todo?

—–Hola cariño. -todos repitieron de forma burlona.

—–Hola Marc, patético. -todos seguían gritando cosas. —–coloca el altavoz por favor. -hice lo que me pidió.

—–Listo Sophi. -todos me miraban a la expectativa.

—–Miren cuerda de tontos, necesito hablar seriamente con Marc y no me dejan. O se callan o voy personalmente a callarlos. -me reí por la cara seria de todos.

—–Lo sentimos Sophia. -dijeron todos al mismo tiempo.

—–Así me gusta, ahora si Marc, debemos hablar. -desactive el altavoz y salí de los vestidores para hablar más tranquilos.

—–Ahora si Soph, ¿qué sucede?

—–El idiota de Francisco, se comprometió con Victoria. -sabía que no eramos nada, pero el simple hecho de que lo mencionara me ponía de malas.

—–Estas mal por ello, ¿no es así? -le comenté un poco desanimado.

—–¿Qué? ¡Buff, para nada! Estoy mal por las niñas, se sienten desplazadas y utilizadas. -pude notar tristeza en su voz.

–—Lo imagino cielo, pero era algo que sabíamos que podía suceder.

–—Ya lo sé, lo que me enoja e indigna es que ellas no tenían ni idea, Victoria me llamó para pedirme que llevara a las niñas a cenar porque quería acercarlas a su padre y resulta que era una farsa. La cena era para anunciar que se van a casar ante la prensa y amigos, además de casi obligarlas a dar una entrevista.

—–Definitivamente está loca esa tal Victoria. -no podía creer lo que me había dicho Sophia.

—–Lo sé y ahora las niñas están mas enojadas con su padre y no sé que hacer.

—–Vengan a Barcelona, ya veré que invento para hacerlas feliz un rato.

—–Esta bien Marc, planeare todo para salir pasado mañana.

—–Las estaré esperando ansioso.

—–Gracias por todo Marc, no sé que haría sin ti.

—–Yo menos Soph, te quiero.

—–Y yo a ti Marc. -finalizó la llamada.

Aún no podía creer todo lo que había pasado, pero me tranquilizaba saber que Sophia confiaba en mi para desahogarse, Francisco no tiene ni la menor idea de la mujer que dejó ir por imbécil, peor aún de las hijas que de a poco se llenan de rencor hacia él.

El Juego del Destino {Isco Alarcón}.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora