El Juego del Destino {Isco Alarcón}.

Parte 62.

Marc Pov.
El juego seguía a favor del equipo merengue, nos costaba atacarlos, pero en una ocasión perfecta Sergi marcó el gol del empate, corrió al abrazo con los demás jugadores y luego le lanzó un beso a su novia que se encontraba en el palco con Sophia, estaba tan hermosa, pero se notaba triste.

Estaba decidido, luego del partido iría a buscarla. Por fin el árbitro dio el pitazo final y luego del saludo entre los jugadores salí corriendo a los vestidores para ducharme.

Cuando salí de las duchas me encontré a medio equipo.

—Marc, ¿a dónde vas tan rápido? -Neymar fue el primero en hablar.
—Cierto, tu siempre eres el último en salir. -Piqué se empezó a reír.
—Por ahí. -dije evitando más preguntas.
—Si, si, por ahí. -dijeron todos para luego reír.
—Va a buscar al amor de su vida. -Sergi siempre con su bocota.

Todos empezaron a hacerme bromas, pero no les hice caso y salí de ahí hacia el palco. Cuando llegué ella no estaba ahí, solo Carolina.

—Carolina, ¿dónde está Sophia? -pregunté mirando a todos lados.
—Hola Marc, yo estoy muy bien ¿y tú? Sabes que se saluda antes. -dijo sarcástica.
—Si, si, eso. Sólo dime a donde fue. -la miré estresado.
—No entiendo tu intensidad con ella si ni siquiera se conocen. -cruzó los brazos.
—¡Carolina!
—Vale, vale, pero no te pongas así. Me dijo que iría al baño. -y sin despedirme salí corriendo a buscarla.

Busqué por casi todos los baños del estadio y no la vi así que recurrí a un guardia que estaba cerca de la salida.

—Oiga, de casualidad vio a la señorita que venía con la novia de Sergi. -esperaba que me dijera algo.
—Si, justamente salió por aquí hace unos minutos, dijo que saldría por ahí.
—Gracias. -sonreí y salí corriendo a buscarla.

Caminé cerca del Camp Nou, me imaginé que no iría tan lejos porque no conoce Barcelona, cuando me iba a dar por vencido la vi, iba caminando en silencio, pero se notaba que pensaba en miles de cosas.

—Por aquí no queda el baño. -le dije detrás de ella y se sobresaltó.
—¿Tú quien eres? -me miró desconfiada.
—Marc, Marc Bartra. -sonreí y le extendí la mano. —soy el mejor amigo de Sergi.
—Oh vaya. -tomó mi mano y sonrió. —lo siento, no me acordaba.
—Tranquila, tampoco es que nos conozcamos mucho. -sonreí.
—Cierto, yo te he visto en varias de sus fotos, pero tú a mi no lo creo.
—Si, una vez que Carolina estaba en Múnich y hablaba por FaceTime con Sergi. -sonreí y ella asintió.
—Lo siento, pero no recuerdo. -sonrió tan tierna.
—Es que hablabas por teléfono.
—En serio lo siento Marc. -tomó mi mano y me sentí en el cielo. —pero ahora podemos conocernos mejor. -sonrió.
—Me parece perfecto, pero ahora debemos volver porque seguramente todos nos están buscando.
—Tienes razón, vamos.

Lo que sentí al verla no se compara con nada en el mundo, es la mujer más hermosa del planeta. Lastimosamente tuvimos que regresar al Camp Nou, pero estoy seguro que esto no quedará aquí.

Sophia Pov.
Llegamos al Camp Nou y la segunda parte apenas iniciaba, así que nos sentimos rápidos en nuestros puestos para ver el partido. Era el clásico, eso quería decir que Francisco jugaba en uno de los dos equipos más importantes de España y el mundo. Llegó el gol, todos los madridistas presentes empezaron a gritar de felicidad, yo no podía ver muy bien al jugador que marcó el gol, hasta que Nathalie gritó.

—¡ESE ES MI PAPÁ! -gritó emocionada.

Miré el dorsal de su camiseta con ese Isco en ella y miles de recuerdos venían a mi, pero eso no fue lo peor sino que corrió a besar a su novia o lo que sea esa tipa. Traté de estar normal por un momento aunque minutos después salió de cancha, todo iba bien hasta que levantó la mirada y se encontró con mis ojos que estaban clavados en él desde hace rato.

Al terminar el partido salí de ahí con la excusa de querer ir al baño, pero solo me fui de ese enorme lugar. Me encontraba caminando por las calles de Barcelona hasta que alguien me habló, era el mejor amigo de Sergi, Marc. Estuvimos un largo rato hablando hasta que decidimos volver, al llegar todos nos esperaban.

—¿Donde estaban? -Carolina estaba un poco molesta.
—Caminando por ahí. -Marc me había salvado.
—El guardia me dijo que salieron hace ra... -mi hermana se quedó callada al verme. —¡Sophia! -gritó y corrí a abrazarla-
—Alex, te extrañé tanto. -sonreí. —¿Donde está Toni?
—Se fue con el equipo, pero aquí esta alguien que muere por verte. -León salió de un escondite corriendo a mis brazos.
—Mi pequeño hombrecito. -besé su mejilla.

Era hora de ir al hotel, y no sé porqué los nervios aumentaban cada vez más, al llegar me registré, estaba con Nathalie y Alexia, cuando íbamos al ascensor se me olvidó la cartera en el lobby así que aproveché de ir a tomar algo al bar.

—Señorita Parker, aquí tiene su cuenta. -el mesero me pasó el papel con mi nombre y donde debía firmar.
—Gracias. -firmé y sonreí.
—¿Tú eres Sophia Parker? -una mujer me habló y asentí. —¡Dios mio! Hace poco llame por un diseño de un vestido de novia y me dijeron  que estarías de viaje.
—Vale, cuando quieras nos juntamos para ver los detalles. -sonreí.
—Por cierto, soy Victoria Calderón. -sonrió.

Luego de estar un rato conversando con Victoria, fui a buscar la llave de mi habitación, no sin antes hacer unas llamadas a Múnich para constatar de que todo estuviese bien. Cuando por fin iba a subir el ascensor, lo vi. Ahí estaba él de nuevo y otra vez con su novia en brazos, su cara palideció al verme y yo sólo sonreí. Enojada fui a buscar a Nathalie.

—Nathalie Alarcón. -grité enojada y ambas salieron de la habitación. —no me hagan esto niñas.
—Yo soy Valerie mamá. -sonrió y me abrazó.
—Mi princesa. -sonreí. —pero ahora si, deben explicarme por qué me dijeron que su padre sabía que vendría.
—Creo que es mejor que hablemos en la habitación. -Alexia salió mirando hacia el pasillo y entramos.

Estaba feliz de estar con mis hijas luego de tantos años, pero de igual forma seguía enojada por traerme a Barcelona con engaños.