No podía respirar.
Estaba tumbado, debajo de agua y en medio de la nada. Era incapaz de ver nada alrededor. Tan sólo esa sombra encima de él.
Como otras veces, Stiles trató de alargar la mano, pidiendo ayuda. Pero apenas el pensamiento cruzó su cerebro, se dio cuenta de que estaba paralizado.
En cualquier otra ocasión, la angustia de saber que se estaba ahogando habría bastado para que despertara gritando y empapado en sudor.
En esta ocasión, sin embargo, fue otro motivo el que le arrancó de su pesadilla.
Aún no eran las 8 de la mañana, cuando comenzaron a llamar a la puerta de su habitación de forma insistente.
Stiles se despertó sobresaltado, soltando un grito muy poco masculino, tras lo que corrió a levantarse de la cama... Para caerse de ella al haberse enredado con las sábanas.
- Buenos días, Stiles – se dijo a sí mismo, en el suelo, restregándose los ojos para vencer al sueño.
Una vez consiguió un resultado aceptable, y sin que hubiesen dejado de llamar a la puerta, se dirigió hacia ella con un insulto ya preparado.
Pero no pudo decir nada.
Apenas abrió la puerta, dos brazos le atraparon y le abrazaron con fuerza.
Con mucha fuerza.
Tanta, que temía que le fueran a romper las costillas.
Afortunadamente, antes de que el ataque llegara, pudo reconocer a su supuesto atacante y saber que estaba a salvo. Porque de lo contrario, ahora mismo habría entrado en modo pánico.
- Cora... - saludó con gran esfuerzo, haciendo presión con los brazos – Olvidas que soy un humano con huesos rompibles.
- Te aguantas – protestó la chica sin soltar el abrazo ni la intensidad – Te lo tienes merecido por no haberme dicho que venías.
- Me estás matando... - gruñó – Vas a ser la responsable de mi muerte, que lo sepas.
La amenaza de Stiles, si bien no era del todo mentira, surtió efecto y por fin Cora le soltó.
Al sentirse liberado, el chico dio una gran bocanada de aire y se acercó a la cama. Necesitaba sentarse hasta que dejara de dolerle todo el cuerpo.
- En fin. Buenos días a ti también – saludó con sarcasmo, sentándose en la cama mientras la chica cerraba la puerta.
- Alégrate de que Derek me dijera esta mañana que estabas aquí. Si hubiera sido anoche, me habría presentado a las 3 de la mañana.
- Guau... ¿Tantas ganas tenías de verme?
- De verte no – llegó a su lado pero, antes de sentarse en la cama desecha, le dio un leve puñetazo en el hombro – Eso por no haber dado señales de vida en los últimos meses.
- ¡Au!
Stiles se quejó, acariciando la zona golpeada y sabiendo que acababa de conseguir un nuevo moretón. Y eso que estaba claro que lo de Cora había sido una caricia en vez de un puñetazo.
Una vez se hubo recuperado de aquella manera tan estupenda de ser despertado, Stiles pudo centrarse en el ahora.
Y el ahora era que estaba sentado en la cama de su hotel, al lado de una chica tan atractiva como intimidante (era una Hale después de todo), mientras que él tan solo llevaba puestos los pantalones de su pijama de Spiderman.
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Run to You
FanfictionTras los nefastos acontecimientos que han tenido lugar con el Darach y la manada de Alphas, los hermanos Hale deciden dejar Beacon Hills y volver a Nueva York; la misma ciudad donde Derek y Laura se refugiaron tras la muerte de toda su familia a man...