Run to You

Capítulo 30

Al entrar en la comisaría, por un momento Stiles se sintió como el dueño de la situación. Y técnicamente eso es lo que era. Porque no dejaba de ser un crío que iba a tener una charla con el Sheriff del pueblo sobre unos posibles asesinatos, y estando acompañado de alguien que parecía un auténtico matón... Vale que el Sheriff del pueblo era también su padre, y que el matón era también el tío por el que estaba colado y con el además había perdido su virginidad... Pero visto desde fuera, eso no es lo que parecía.

Por eso, cuando el policía que estaba de guardia fue a buscar al Sheriff, apenas entraron en comisaría y pidió ver a su padre, Stiles sonrió con ganas.

- Por qué sonríes – preguntó a su lado Derek, completamente serio.

Stiles miró al hombre de arriba abajo con evidente descaro.

Desde que hubieran salido de su casa, pese a estar a solas, Derek no había vuelto a dar muestras de cariño. No le había mirado con preocupación, como hizo en el jeep apenas un par de horas atrás. Y ni mucho menos le abrazó casi con desesperación, como había hecho al sacarle de la bañera.

Stiles quiso pensar que aquello no era debido a un cambio de opinión de Derek. Que en cuestión de dos horas no había olvidado lo que le prometió, y que volvía a comportarse como ese capullo para el que lo más importante era aparentar que era Mr. Insensible.

Por el contrario, esperaba que aquello fuera precisamente Derek cumpliendo su palabra, y haciendo todo lo posible para proteger a Stiles.

Lo que implicaba que estuviera serio y concentrado ante lo que se avecinaba.

No obstante, eso no significaba que Stiles no pudiera disfrutar del momento.

- Es la primera vez que todo el mundo me hace caso sin protestar – explicó el chico sin abandonar la sonrisa – Y ahora mismo estoy contigo, la Mano Derecha del Alfa de Nueva York, comportándote como si fueras mi guardaespaldas privado – le guiñó un ojo – Déjame disfrutar un poco.

Derek apretó la mandíbula ante el comentario del chico, alzando las cejas en modo "eres idiota". Pero al mismo tiempo negó levemente la cabeza, entornando un poco los ojos. Y esa extraña combinación terminó de quitarle la amenaza implícita en el gesto.

Justo en ese momento, el Sheriff salió del interior de la comisaría.

- Me han dicho que querías... verme – el gesto de alegría que llevaba el hombre al enterarse de que su hijo había decidido hacerle una visita por sorpresa, despareció al descubrir que no estaba solo.

- Hola, papá.

- Sheriff – saludó Derek con una inclinación de cabeza apenas perceptible.

Los segundos de silencio que siguieron a las presentaciones, no fueron para nada reconfortantes.

- ¿Derek? Pensé que estabas en Nueva York.

- Sí. Pero ya no – respondió Stiles por él – Evidentemente. Puesto que le estás viendo y... No estamos en Nueva York.

- ¿Por qué no hablamos con calma en un sitio más privado?

Dicho y hecho, los recién llegados acompañaron a John Stilinski hasta una de las salas de interrogatorios. Lo que por un lado estaba bien, pues podrían hablar sin ser molestados; pero también era donde su padre podría disparar a Derek sin ser molestados... Lo que no estaba tan bien.

- ¿Y bien? – comentó el Sheriff, sin querer tomar asiento. El resto siguió su ejemplo, y permanecieron todos de pie - Estás en comisaría con Derek Hale... Algo me dice que no voy a recibir buenas noticias.