Capítulo 28

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Stiles aparcó el jeep frente a la entrada principal del veterinario.

Desde que se hubiera atrevido a confesarle a Scott todo lo que le estaba pasando, la clínica veterinaria se había convertido en una especie de cuartel general. Algo que no pareció sorprender a Derek, pues no dijo nada cuando vio que aquel era su destino. Pero teniendo en cuenta que Scott ya había puesto a Derek al día, porque de repente los dos se contaban todo y hasta hablaban por teléfono... Pues eso.

Por el contrario, Stiles fue el que se llevó una sorpresa cuando descubrió que en la recepción de la clínica no estaban Deaton o Scott esperándoles. Que, en su lugar, estaba Cora Hale.

- ¿Cora? – preguntó a la chica, acercándose a ella - Qué haces aquí.

- Cogí un avión.

Stiles frenó en seco para mirar a la chica con gesto de incredulidad. Gesto que luego dirigió a su hermano, todavía a su lado, antes de negar con cierta tristeza.

- Patético – reprochó la poca originalidad de los hermanos Hale, un segundo antes de notar el puño de Cora en el hombro – ¡Hey! – se apretó el hombro golpeado - ¡Qué coño te pasa!

- Eso es por no haberme contado lo de las pesadillas – respondió Cora, bajando por fin el puño, pero mirándole con ganas de golpearle de nuevo - Por qué demonios no lo hiciste.

- No pensé que fuera algo peligroso y...

- ¡Y crees que soy imbécil! – le recriminó, brillándole por un instante los ojos con ese tono ámbar previo a la transformación.

- No claro que no pero... ¡Au! – se quejó cuando Cora volvió a golpearle, y Stiles se alejó de ella, colocándose detrás del otro Hale – Protégeme – suplico a Derek, que contemplaba la conversación con cara de cansancio.

- Si ya habéis acabado de jugar – se limitó a murmurar el hombre lobo, cruzando los brazos en torno al pecho y resoplando.

- Stilinski. Me alegro de verte de una pieza.

El que habló esta vez fue Deaton.

Salió de la parte interior de la clínica, seguido de cerca por un Scott que parecía aliviado al ver a su amigo bastante más relajado de como le había dejado.

Stiles contempló al hombre de color. Como siempre que ocurría cuando iba a verle, el uniforme de veterinario no estaba por ningún lado, y en vez de él llevaba unos vaqueros oscuros y una camisa de manga corta veige, más apropiada para una discoteca que para el trabajo.

- Yo también me alegro – comentó saliendo de detrás de Derek - Supongo que Scott te ha contado las novedades.

- Así es – se dirigió hacia el Beta entonces - Derek. Siempre es un placer verte.

En ese preciso momento, Derek Hale sintió que todas las miradas se clavaban en él.

No era ningún secreto que nunca le había caído bien Deaton.

Pero lo que no todos sabían, era que la opinión que Derek tenía del emisario, había cambiado sustancialmente desde que supo que el hombre había estado intentando ayudar a Stiles.

Además, había prometido a Stiles que a partir de ahora no se limitaría a quedarse en silencio y dar por hecho que todo el mundo sabía lo que pensaba. O incluso que le daba lo mismo que la gente no supiera lo que estaba pensando... En otras palabras, que a partir de ahora dejaría de comportarse como un capullo.

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