Stiles no creía posible que pudiera volver a conciliar el sueño después de todo lo que había ocurrido: Empezando con la maratoniana sesión de sexo con Derek, para acabar con la parte en la que conoció (o vio de pasada) al famoso David.
Pero el caso es que Stiles sí que logró volver a dormirse pese a las últimas novedades (normal con tanta carencia de descanso en los últimos meses). Y cuando despertó bruscamente, conteniendo como pudo el grito, ya era de día. La persiana de la habitación estaba medio subida, y por la cantidad de luz que entraba por ella, intuyó que debía ser casi medio día.
El chico se giró en la cama, y se encontró con que estaba solo.
Lo que era una enorme putada, para qué mentir.
Stiles se sentó en la cama en un único movimiento, y al segundo gritó de dolor... No había sido lo más inteligente, la verdad. Por eso lo intentó una segunda vez, esta vez yendo más despacio para tranquilidad de su bien usado trasero.
Una vez consiguió ponerse en pie, decidió que la ducha sería su siguiente parada. Y casi media hora después (la presión del agua y la temperatura eran genial, así que por qué no aprovecharse), Stiles salió ya vestido del baño. Sacó el móvil de su pantalón, confiando en que Derek al menos le hubiera mandado un mensaje. Porque el hecho de que no tuviera ganas de hablar por la mañana, no significaba que no pudiera ser educado y preguntar qué tal estaba... Teniendo en cuenta que él era el culpable de que ahora mismo andara como si tuviera un caballo invisible entre las piernas.
Por desgracia, su bandeja de mensajes estaba tan vacía como de costumbre, y una vez más Stiles se asombró de lo extraña que era su vida. Una en la que, cuando había asesinos y monstruos mitológicos de por medio, se convertía en el chico más popular del pueblo con cientos de mensajes esperando a ser contestados cada mañana, junto a unas cuantas llamadas perdidas... Pero cuando la vida era normal y no había peligro por ningún lado, entonces volvía a ser el chico al que nadie hacía caso, y que sólo valía para calentar el banquillo.
No queriendo dar más vueltas al tema, salió de la habitación.
Y se encontró de bruces con Cora Hale. Quien estaba apoyada en la pared del pasillo con los brazos cruzados en el pecho... Como si hubiera estado esperando un buen rato a que saliera.
Stiles iba a pedir perdón de entrada, porque a pesar de que no había hecho nada malo, seguía siendo una Hale y nunca estaba de más ser precavido. Pero al final no lo hizo porque la sonrisa que la chica le estaba mostrando, no era de cabreo.
- Buenos días, Caperucita Roja.
Stiles soltó un bufido antes de dignarse en responder.
- Cuántas veces os tengo que decir que esa broma dejó de tener gracia después de las mil primeras veces.
- Pero no es ninguna broma – fingió un puchero, que quedó horriblemente mal en su cara... Sería por la falta de costumbre - ¿O acaso no has sido devorado por el lobo feroz esta noche?
Intentó responder con un comentario ingenioso, pero al final sólo pudo sonrojarse... Y esperar a que se abriera la tierra bajo sus pies para poner fin a su sufrimiento.
Porque bromear con una amiga sobre el hecho de que su hermano le había follado toda la noche, no era la manera más normal de empezar el día, la verdad.
Tras casi un minuto de incómodo silencio para Stiles, y de absoluto placer para Cora, la chica decidió apiadarse de él. Soltando una carcajada, comenzó a caminar por el pasillo, obligándole a que le siguiera.
- No te lo tomes mal – comentó ella en tono ligero – Me alegro de que al final consiguieras lo que querías.
- No es... - Stiles se mojó los labios, sin saber muy bien cómo responder – Lo dices como si fuera el único motivo por el que vine a verle anoche. Como si fuera lo único que quisiera de él.
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Run to You
FanfictionTras los nefastos acontecimientos que han tenido lugar con el Darach y la manada de Alphas, los hermanos Hale deciden dejar Beacon Hills y volver a Nueva York; la misma ciudad donde Derek y Laura se refugiaron tras la muerte de toda su familia a man...