Capítulo 29

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Al principio fue oscuridad todo lo que vio.

Una oscuridad densa que le rodeaba y oprimía, impidiéndole ver sus propias manos. Junto a esa oscuridad, sentía perfectamente el agua a su alrededor. Tan fría que parecían agujas clavándose en su cuerpo.

Como el resto de veces, Stiles trató de aguantar la respiración. Volvía a estar paralizado, y sabía que no podría salir de allí por su cuenta. Así que aguantar la respiración era lo único que le quedaba.

El ritmo de su corazón empezó a acelerarse, deseando salir de allí en seguida. Antes de que empezara el ataque de pánico, o que abriera la boca para pedir auxilio y acabara ahogándose.

Pero entonces notó que apretaban su mano izquierda. Y casi al mismo tiempo, oyó que le llamaban. Ni siquiera era un grito. Era una voz grave y firme que susurraba su nombre una y otra vez.

Y Stiles conocía muy bien aquella voz.

De pronto dejó de haber oscuridad.

Por encima de él, una luz brillante le iluminó, y al segundo pudo ver el rostro de Derek. Le estaba sonriendo. Del mismo modo que hizo cuando le besó por primera vez, aquel lejano día en la estación de trenes abandonada.

El recuerdo consiguió que Stiles respondiera a la sonrisa, pese a que no dejaba de estar sumergido y paralizado debajo del agua.

Pero Derek estaba con él. Le estaba llamando y le estaba sonriendo.

Sintió la mano del hombre sobre la suya, apretándola con fuerza, y tirando de él. Y cuando, poco a poco, Derek le fue sacando del agua, Stiles quiso gritar de alegría.

La pesadilla había terminado.

O eso creía.

Porque todo cambió de repente.

Ya no estaba en el agua. Ni siquiera estaba mojado.

Estaba en medio del bosque.

Y estaba solo.

- ¡Derek! – gritó con todas sus fuerzas, temblando de pies a cabeza.

El que hubiera estado con él un segundo atrás para desaparecer al siguiente, era insoportable. Necesitaba tenerle allí. Aunque ya no se estuviera ahogando ni estuviera paralizado, le necesitaba a su lado.

"Estoy aquí".

La voz de Derek resonó por todo el bosque. Y aquello no tenía ningún sentido, porque ¿desde cuándo había eco en los bosques?

"Estoy aquí. No tengas miedo".

Oyó de nuevo la voz del hombre, esta vez acompañada por un apretón de su mano.

Y tan rápido como había llegado el momento de pánico, éste desapareció.

Stiles comprendió que seguía en el agua. Seguía soñando. Pero esta vez no estaba sólo.

Así que hizo lo que debía.

Apretando la mano con fuerza, indicándole a Derek que estaba bien, miró a su alrededor para averiguar dónde se encontraba.

Aquel no era el bosque que había aparecido en sus otros sueños. A su lado no estaba el claro donde se elevaba el tocón del Nemeton. Y ni siquiera reconocía la vegetación que le rodeaba.

No es que fuera un experto en botánica, pero aquellos árboles no se parecían en nada a los que poblaban el bosque de Beacon Hills. Eran mucho más grandes. Sus troncos eran casi el doble de anchos. Se parecían más a la secuoyas gigantes que había en el Parque Nacional de California, y que visitó con su padre unos cuantos años atrás.

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