Capítulo 32

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Estaba claro que nada más iba a ocurrir la primera noche de Derek en Beacon Hills.

No dejaba de ser algo que querían los dos. Como una especie de declaración de intenciones sobre lo serio que se estaban tomando su relación.

Si alguien le hubiera dicho a Stiles que un día desaprovecharía la oportunidad de acostarse con Derek, estando los dos a solas Y en una casa vacía... se habría reído hasta reventar.

Sin embargo, así era como habían quedado las cosas.

Y Stiles no se arrepentía por nada del mundo.

De lo que sí que se arrepintió, fue de no haberse dado cuenta de que su padre había llegado a casa. Al menos con el tiempo suficiente como para dejar de besar a Derek y alejarse de él. Lo justo para disimular que no estaban haciendo lo que estaba claro que estaban haciendo.

Y así fue como un nada discreto carraspeo les avisó de que el Sheriff había llegado. Sheriff que se quedó mirándoles con los brazos en jarra, sin decir nada, y con claras intenciones de sacar la pistola y empezar a disparar.

Por fortuna Derek fue más rápido esta vez, y enseguida ya estaba en pie, despidiéndose con un inocente saludo de la mano. No es lo que Stiles hubiera querido, la verdad. Pero el joven Stilinski supuso que era lo mejor, dadas las circunstancias.

Otra cosa, por supuesto, fue la larga charla que tuvo luego con su padre, para intentar convencerle de que Derek no era el malo de la historia. Que realmente nunca lo fue, y que si le había roto el corazón en el pasado, solo fue sin querer.

Y de acuerdo que aquello había sonado muchísimo mejor en su cabeza... Pero técnicamente, esa era la verdad. Igual de verdad que era que no había nada que John Stilisnki pudiera hacer, que le impidiera volver a ver a Derek cuando quisiera.

El caso es que al final, milagro de los milagros, la sangre no llegó al río. Y tras largas horas de conversación donde Stiles ofreció un millón de ejemplos de lo estupendo y perfecto que era Derek Hale, John Stilinski decidió dejarlo pasar de momento.

Y aunque no sabía si era porque el pobre debía estar más que cansado, o porque todavía no había terminado de asimilar que su hijo llevaba meses teniendo premoniciones sobre unos asesinatos que se habían cometido en otro pueblo, porque una especie de árbol mágico se lo había dicho; Stiles no quiso presionar demasiado. Se limitó a acostarse cuando ya eran las seis de la mañana, deseando soñar con que Derek estaba en la cama con él.

**********

No soñó con Derek.

Lo que hizo fue volver a soñar con el nuevo Nemeton, y se despertó sintiendo que perforaban su corazón.

Afortunadamente, ya había aprendido a controlar sus gritos cuando soñaba, y su padre no supo que había tenido otra pesadilla.

Tampoco se lo contó a los demás, empezando por Derek. No quería preocuparles y, aunque sí había dado por hecho que los sueños desaparecerían una vez el mensaje había sido desvelado; no dejaba de ser lo mismo de siempre.

Por tanto, no tenía sentido preocuparse. Y menos si sólo quedaba un día de calma hasta la luna llena.

Un día que, por otro lado, su padre se preocupó muy mucho de que fuera para el público general, con nada de escenas subidas de tono. En otras palabras: John Stilinski no se separó de Stiles ni un segundo, y prácticamente arrastró a todos los hombres lobo del pueblo que conocía hasta el salón de su casa, con tal de que Derek y él no estuvieran a solas ni de casualidad. Y aunque Stiles le aseguró que aquello no era buena idea, más que nada porque la cosa seguía un poco tensa entre Isaac y Scott, y porque a lo mejor a Isaac le apetecería estar con Allison; no consiguió convencerle.

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