Capítulo 39

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Después de la comida en casa Stilinski, que transcurrió con bastante normalidad gracias a la constante conversación proporcionada por Stiles y Cora (definitivamente, esa chica iba a servir de mucha ayuda en el futuro); cada uno siguió con su quehacer diario.

El Sheriff, como no podía ser de otra manera, tuvo que volver a la comisaría.

Cora decidió que ya estaba cansada de tanta testosterona, y quedó con Allison y Lydia para pasar una tarde de chicas, a base de compras y de poner a parir a los hombres.

Lo que dejó a Stiles y Derek con el loft para ellos dos solos.

Y es que desde que Derek confirmó que los Hale habían vuelto para quedarse, Isaac no tuvo ningún problema en mudarse al apartamento de Peter. Principalmente porque no dejaba de ser un buen apartamento cuyo dueño ya no iba a utilizarlo, pero sobre todo porque estaba más cerca del centro... y de Allison.

Sin embargo, pese a estar a solas y poder hacer lo que quisieran, literalmente; se tomaron las cosas con calma. Y en vez de deshacer la cama de mil maneras posibles, optaron por tumbarse en el sofá y disfrutar lo que quedaba de tarde viendo cualquier cosa en la tele.

Afortunadamente, la carencia de televisión o cualquier aparato eléctrico en el loft de Derek, fue solucionado tan pronto como Lahey se convirtió en el dueño de la casa. Por eso, a diferencia de la última vez que Stiles estuvo allí, ahora había un sencillo mueble de televisión en el centro del loft, con una televisión bastante pequeña para lo grande que era el piso.

Pero mejor eso que nada.

Recostado en el sofá, y casi encima de Derek, Stiles empezó a hacer zapping, buscando algo interesante que ver.

Optó al final por el canal de clásicos de cine. No sabía por qué, pero intuía que a Derek le gustaría. Y cuando Stiles dejó el mando en el suelo y el Alfa se limitó a pasar los brazos por su estómago, pegándole más a él, supuso que había acertado.

**********

Pasaron la mitad de la película en un confortable medio silencio. Con Stiles comentando cada dos por tres el argumento o los diálogos, explicando con todo detalle qué es lo que él habría hecho si hubiera sido el protagonista.

A la décima vez que lo hizo, sorprendido por que Derek todavía no le hubiera gruñido para que se callara, Stiles se fijó en el hombre. Tenía la vista fija en la televisión... Pero estaba claro que no estaba viendo nada. Y que por supuesto no se había enterado de nada.

- Llevas mucho rato callado – comentó el chico después de bajar el volumen al mínimo - Más callado de lo normal en ti.

- Estaba pensando – respondió Derek sin apartar la vista de la televisión.

- No te habrá amenazado mi padre, ¿verdad? Siempre ha sido muy protector conmigo. Y más desde que sabe la cantidad de seres mitológicos que habitan en nuestro apacible pueblo.

- Tiene todo el derecho del mundo a serlo – por fin se fijó en el adolescente - Pero no. No me ha amenazado.

- ¿Entonces?

Derek soltó aire, llevándose una mano al puente de la nariz en gesto de dolor. Y Stiles aprovechó el momento para colocarse de rodillas encima del sofá, cien por cien concentrado en él.

- Estaba pensando que podíamos hacer algo distinto – propuso el Alfa.

- Como qué.

- No lo sé – replicó con furia, apretando la mandíbula.

Stiles torció un poco el cuello, sin entender del todo aquella reacción.

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