Stiles llegó hasta la habitación de Derek sin ser molestado una sola vez.
Todo aquel con el que se cruzaba le seguía mirando como si no terminara de creerse que un humano estuviera recorriendo los pasillos del refugio como Pedro por su casa. Pero, a estas alturas, todos sabían muy bien quién era, y sobre todo que estaba allí con permiso especial de Derek Hale, la Mano Derecha del Alfa.
Y por muy bien que sonara aquello... Corrección: por muy increíblemente bien que sonara aquello, sabía que no era oro todo lo que relucía. Y que pese a que tenía una posición especial con respecto al resto de hombres lobos; para el lobo amargado y gruñón que le interesaba, nada había cambiado.
Motivo por el que Stiles Stilinski tuvo que respirar hondo varias veces, delante de la puerta 354, sabiendo que estaba a punto de entrar en zona de guerra.
Estaba a punto de llamar a la puerta, cuando ésta se abrió y Derek Hale apareció frente a él.
Seguía con la ropa de antes. Los vaqueros imposiblemente ajustados, ahora rasgados por debajo de la rodilla, y la camiseta de tirantes interior que, sinceramente, daba un poco de lástima porque parecía que estaba a punto de estallar.
Lo único que había cambiado con respecto a la última vez que había visto al hombre lobo, era que ahora tenía el pelo mojado. Lo que significaba que se había dado una ducha para ponerse la misma ropa de antes (a no ser que toda su ropa fuera igual, lo que tenía bastante más sentido), o que se había limitado a mojarse la cara después de una pelea... Pelea absurdamente corta y fácil, pero pelea al fin y al cabo.
Y ese, a grandes rasgos, era el único cambio visible en el Derek Hale que acababa de darle una paliza a un tío que le sacaba una cabeza, y que habría usado los huesos de Stiles como mondadientes. Porque el resto de él, incluyendo la cara de cabreo... seguía exactamente igual.
Lástima que ahora fuera Stiles quien estuviera recibiendo esa mirada asesina.
- Qué haces aquí – preguntó Derek cuando comprendió que Stiles no estaba por la labor de explicar su presencia. O de dejar de mirar su cuerpo... A lo que ya estaba más que acostumbrado.
- Yo... Venía a darte la enhorabuena por la pelea – sonrió estúpidamente el chico. Derek se limitó a responder con el levantamiento de cejas nº 23: "No puedo creer que seas tan idiota" – Ha sido impresionante.
- Me alegro de que te gustara – dijo moviendo levemente la cabeza arriba y abajo. Como hacía cuando quería dejar claro que estaba hablando con un estúpido al que había que hablarle muy despacio.
A continuación, dio media vuelta para entrar en la habitación, confiando en que Stiles comprendiera que aquello significaba que la conversación había acabado.
Pero Derek debía estar más cansado de lo que creía, o hacía mucho que no estaba con Stiles; como para intuir que aquello no sería suficiente. Y que sólo iba a conseguir que Stiles aceptara el gesto como señal para entrar en la habitación.
Que fue precisamente lo que hizo.
Al entrar, le sorprendió encontrarse con una habitación más que sencilla, la cama sin deshacer, y una impoluta mesa que parecía no haber sido usada nunca. Como única señal de que la habitación estaba siendo usada, era la presencia de un libro junto a la mesilla de noche: "Guerra y Paz".
Stiles iba a preguntarle por sus gustos literarios, muy acorde a la idea que ya se había formado del hombre lobo; pero al final se decantó por una duda que le acababa de surgir.
- Pensé que vivías aquí – comentó mientras cerraba la puerta de la habitación. Dejando claro que quería, e iba a tener una conversación.
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Run to You
FanfictionTras los nefastos acontecimientos que han tenido lugar con el Darach y la manada de Alphas, los hermanos Hale deciden dejar Beacon Hills y volver a Nueva York; la misma ciudad donde Derek y Laura se refugiaron tras la muerte de toda su familia a man...