Stiles no cogió ningún taxi para llegar al hotel. Puede que hubiera estado demasiado borracho para conducir él, en caso de que tuviera un coche a mano, pero no para caminar por las avenidas de la ciudad. Además, el aíre fresco le sentaría bien.
Cuando llegó al hotel ya estaba más despejado del alcohol, pero seguía temblando.
Y le seguía doliendo la mano.
Se hizo una nota mental de no volver a golpear nunca a hombres lobo, porque siempre iba a tener él las de perder. Aunque reconocía que, en el momento, le había sentado increíblemente bien.
Lástima que no hubiera servido absolutamente de nada. Tan sólo, si acaso, para darle a Derek una muestra más de que era el crío estúpido que ya estaba convencido que era.
Al entrar en su habitación, fue directamente al baño y se mojó la cara con agua helada, deseando deshacerse de las lágrimas que no habían parado de caer desde que se alejó de Derek.
Al contemplar su reflejo en el espejo, sintió que el mundo se le caía a los pies.
¿Para eso había ido allí? ¿Para intentar convencer a Derek y Cora que volvieran con él a Beacon Hills, y recuperar un poco de la normalidad que tan desesperadamente necesitaba?
Sí, puede que ese hubiera sido su plan. Pero al final con qué se había encontrado. Con una rotunda negativa de Derek, sólo para que luego Derek se acostara con él como si fuera lo más normal del mundo. Como si ese momento no fuera uno que había estado deseando que ocurriera desde hacía más de un año, pero que en su mente lo había imaginado de otra manera.
Puede que la parte final, hablando de los que ya no estaban, se hubiera asemejado un poco a esa fantasía. Pero en su cabeza hablaban de lo importante que eran el uno para el otro. Y lo habrían hecho estando abrazados, después de haber hecho el amor lentamente. Sin prisas. Tan sólo disfrutando del momento largamente esperado.
Stiles deseó arrancarse la piel a tiras al contemplar su cara en el cristal.
No tendría que haber ido a la habitación de Derek... Sabía que no era más que un chico con cero paciencia y cero autocontrol, y que a la mínima de turno le entrarían ganas de besarle de nuevo. Y cuando Derek reaccionó como lo hizo, su mente y cuerpo de adolescente sin ninguna experiencia sexual no pudieron aguantar más la tentación.
Se dejó hacer y nunca dijo que no. Pensando que así es como era. Que eso es lo que todos sentían cada vez que hacían el amor con la persona a la que querían.
Salvo que aquello no fue hacer el amor.
Y, definitivamente, Derek no estaba con la persona con la que quería estar.
- No tendría que haber sido así.
Se lo dijo a sí mismo, mirándose a los ojos en el espejo. Rezando porque viniera alguien que le dijera que todo pasaría. Que como siempre había hecho, saldría adelante, dispuesto a enfrentarse a esas nuevas travas que la vida se empeñaba en ponerle.
Pero habría dado lo que fuera porque esta vez fuera distinto.
Que por una vez, las cosas salieran bien del todo.
Y en vez de eso, como no podía ser de otra manera, recibía el rechazo de Derek... Peor aún. Derek Hale le recordaba lo que tantas veces se había repetido él mismo, odiándose más y más con cada una de ellas.
- No debí haber venido – dijo de nuevo a su reflejo, y éste le respondió con una mirada de autodesprecio. De fracaso. De cansancio.
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Run to You
FanfictionTras los nefastos acontecimientos que han tenido lugar con el Darach y la manada de Alphas, los hermanos Hale deciden dejar Beacon Hills y volver a Nueva York; la misma ciudad donde Derek y Laura se refugiaron tras la muerte de toda su familia a man...